“28 junio – 4 julio. Doctrina y Convenios 71–75: ‘No hay arma forjada en contra de vosotros que haya de prosperar’”, No hay arma forjada en contra de vosotros que haya de prosperar (2020)
“28 junio – 4 julio. Doctrina y Convenios 71–75”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical 2021
Ama el Pastor las ovejas, por Simon Dewey
28 junio – 4 julio
Doctrina y Convenios 71–75
“No hay arma forjada en contra de vosotros que haya de prosperar”
Conforme lea Doctrina y Convenios 71–75, piense en las personas a quienes enseña. ¿Qué sabe acerca de ellas? ¿Qué necesitan?
Anotar sus impresiones
Invitar a compartir
Invite a los miembros de la clase a compartir algunas de las verdades que hayan hallado al estudiar Doctrina y Convenios 71–75. ¿Qué experiencias han tenido ellas con esas verdades?
Enseñar la doctrina
Podemos seguir la guía del Espíritu Santo al defender nuestras creencias.
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¿Nos hemos sentido temerosos o nerviosos por defender nuestras creencias en alguna ocasión? Tal vez podría invitar a los miembros de la clase a escribir en la pizarra las palabras o frases que encuentren en Doctrina y Convenios 71 que describan la forma en que el Señor pidió a José y a Sidney que respondieran a las críticas de Ezra Booth y de otras personas. Luego, podrían analizar en grupos pequeños lo que esas instrucciones pueden significar para nosotros en la actualidad. ¿Por qué es importante que actuemos “de acuerdo con la porción del Espíritu” que el Señor nos da? (versículo 1).
Quizá podrían compartir ejemplos de la forma en que el Salvador respondía a sus detractores (por ejemplo, véanse Mateo 22:15–22; 26:59–64; Juan 10:37–38).
12:51
Los obispos son mayordomos de los asuntos espirituales y temporales del reino del Señor.
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¿Cómo pueden las instrucciones que el Señor dio a Newel K. Whitney, cuando fue llamado como obispo en Kirtland, ayudar a quienes usted enseña a valorar a los obispos que se ha llamado a servirles? Si lo desea, pida a los miembros de la clase que lean Doctrina y Convenios 72:8–16 en busca de algunas de las responsabilidades del obispo Whitney, para luego compararlas con las responsabilidades de los obispos en la actualidad (véase la descripción del presidente Gordon B. Hinckley de las responsabilidades del obispo en “Recursos adicionales”, o en el video relacionado: “El oficio de obispo” [ChurchofJesusChrist.org]). Los integrantes de la clase podrían compartir de qué modo los ha bendecido el servicio de algún obispo. ¿Qué podemos hacer para sostener más plenamente a nuestro obispo?
Los obispos ayudan a satisfacer las necesidades temporales de los miembros.
Podemos buscar oportunidades de compartir el Evangelio.
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El Señor mandó a José Smith y Sidney Rigdon que predicaran el Evangelio “en tanto que [fuera] práctico” (Doctrina y Convenios 73:4) mientras también trabajaban en la traducción de la Biblia. Tal vez los miembros de la clase podrían explicar algunas maneras en las que han encontrado que es “práctico” —o factible— compartir el Evangelio entre sus demás responsabilidades. Quizás hallen provechoso consejo en el mensaje del élder Dieter F. Uchtdorf, “La obra misional: Compartir lo que guardan en el corazón” (Liahona, mayo de 2019, págs. 15–18).
Dios quiere que “obr[emos] con [nuestro] poder”.
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Las instrucciones del Señor a varios élderes sobre cómo compartir el Evangelio podrían inspirar a los miembros de la clase a compartir el Evangelio con más diligencia. Si lo desea, escriba en la pizarra Obrar con su poder y pida a los integrantes de la clase que mencionen las palabras y frases que les acudan a la mente al pensar en alguien que obre con su poder al compartir el Evangelio. También podrían hablar sobre lo que significa “demorarse” o “estar ociosos” en cuanto a compartir el Evangelio. ¿Qué se nos enseña en Doctrina y Convenios 75:2–16 acerca de cómo apoya el Salvador a quienes le sirven fielmente?
Recursos adicionales
Las responsabilidades del obispo.
El presidente Gordon B. Hinckley enseñó:
“Siento un profundo aprecio por nuestros obispos. Me siento hondamente agradecido por la revelación del Todopoderoso por la cual este oficio se creó y funciona […].
“Esperamos que sean el sumo sacerdote presidente del barrio, consejero de la gente, defensor y auxiliador de los que tengan problemas, consolador de los que tengan pesares, abastecedor de los necesitados. Esperamos que sean el guardián y el protector de la doctrina que se enseñe en su barrio, de la calidad de la enseñanza que se imparta, de que se llenen los diversos oficios que sean necesarios […].
“Ustedes deben encargarse de que nadie pase hambre, de que nadie carezca de ropa o de techo. Deben estar al tanto de las circunstancias de todas las personas a las que presiden.
“Deben ser un consuelo y una guía para su gente. Su puerta debe estar siempre abierta para ayudar a los que pidan auxilio. Deben ser fuertes para ayudar a las personas a llevar sus cargas. Deben mostrar amor aun a los que hagan mal” (“Los pastores del rebaño”, Liahona, julio de 1999, págs. 61, 62, 67).
Cómo mejorar nuestra enseñanza
Llegar a ser un maestro más semejante a Cristo. Si lo desea, utilice las preguntas de la evaluación personal que están en la página 37 de Enseñar a la manera del Salvador a fin de aprender cómo puede enseñar más como el Señor.