“21 – 27 junio. Doctrina y Convenios 67–70: ‘De tal estima […] como las riquezas de toda la tierra’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical Doctrina y Convenios 2021 (2020)
“21 – 27 junio. Doctrina y Convenios 67–70”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical
21 – 27 junio
Doctrina y Convenios 67–70
“De tal estima […] como las riquezas de toda la tierra”
Prepararse para enseñar significa más que pensar en lo que dirá y hará como maestro. También debe incluir el considerar lo que quienes aprenden puedan hacer para enseñarse los unos a los otros. ¿Cómo invitará a los miembros de la clase a compartir las experiencias o las reflexiones que hayan tenido al leer estos pasajes de las Escrituras?
Anotar sus impresiones
Invitar a compartir
Si lo desea, escriba en la pizarra Esta semana, el Señor me ha enseñado… e invite a la clase a completar la oración con algo que hayan aprendido.
Enseñar la doctrina
Las revelaciones dadas por medio de José Smith son verdaderas y provienen de Dios.
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Comprender los antecedentes históricos de Doctrina y Convenios 67 podría ser de provecho para el análisis de la sección. Tal vez un miembro de la clase podría resumir las circunstancias que condujeron a esta revelación (véanse el encabezamiento de Doctrina y Convenios 67; Santos, tomo I, págs. 143–145). Si estuviéramos presentes en la reunión en la que se analizó la publicación de las revelaciones, ¿qué razones podríamos dar a favor de la idea? ¿Qué podríamos decir a las personas que estaban preocupadas por las imperfecciones en la forma de expresarse de José Smith? ¿Qué nos enseña la sección 67 sobre los profetas y la revelación? Los miembros de la clase también podrían compartir cómo han llegado a saber por sí mismos que estas revelaciones son verdaderas.
Las palabras inspiradas de los siervos del Señor son las palabras del Señor.
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A fin de ayudar a los miembros de la clase a analizar Doctrina y Convenios 68:1–6, podría invitarlos a leer dichos versículos en grupos pequeños y a compartir entre ellos las verdades que aprendan acerca de las enseñanzas de los siervos del Señor. Invite a los grupos a compartir unos con otros cómo saben que los principios que se enseñan en el versículo 4 son verdaderos. Los miembros de la clase podrían compartir experiencias en las que hayan hablado o enseñado “conforme los [haya] inspir[ado] el Espíritu Santo” (versículo 3), y sobre cómo el Señor estuvo con ellos y los amparó (véase el versículo 6).
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Si desearan analizar cómo se aplican esos versículos a las enseñanzas de los siervos del Señor durante la conferencia general, puede ser útil la declaración del élder Jeffrey R. Holland que está en “Recursos adicionales”. Los miembros de la clase también podrían compartir mensajes recientes de la conferencia general que les hayan fortalecido la fe en la doctrina que se encuentra en esos versículos.
Los padres y madres tienen la responsabilidad de enseñar a los hijos.
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¿Hay padres o futuros padres en la clase? Tal vez les sea de provecho hablar sobre el consejo del Señor a los padres y madres que está en la sección 68. Por ejemplo, algunos padres de la clase podrían escoger un principio de los versículos 25–28 y hablar acerca de cómo tratan de enseñar esas cosas a sus hijos (los versículos 29–31 también contienen algunos principios importantes). O bien, los integrantes de la clase podrían hablar sobre la forma en que sus padres les han enseñado los principios del Evangelio.
¿Por qué el hogar es el mejor lugar para aprender el Evangelio? ¿Qué diríamos a los padres y madres que se sientan incapaces o abrumados ante el deber de enseñar a los hijos?
Rendiremos cuentas de las revelaciones que el Señor nos ha dado.
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El Señor dio a ciertos hermanos la mayordomía de las revelaciones para llevarlos a Misuri y supervisar su publicación. ¿En qué sentido podemos considerarnos como mayordomos de las revelaciones? ¿Qué otras enseñanzas sobre las mayordomías pueden aplicarse a nosotros en esta sección?
Recursos adicionales
Dios nos habla hoy en día.
El élder Jeffrey R. Holland compartió cómo el principio que se enseña en Doctrina y Convenios 68:4 se aplica a la conferencia general: “… les pido que en los días subsiguientes reflexionen, no solo en los mensajes que han escuchado, sino también en el fenómeno excepcional que es la conferencia general en sí, lo que nosotros como Santos de los Últimos Días creemos que son estas conferencias, y lo que invitamos al mundo a que escuchen y observen en cuanto a ellas. Testificamos a cada nación, tribu, lengua y pueblo que Dios no sólo vive, sino que Él también habla para nuestra época y en nuestros días, el consejo que han escuchado es, bajo la dirección del Santo Espíritu, ‘la voluntad del Señor, […] será la palabra del Señor, […] la voz del Señor y el poder de Dios para salvación’” [Doctrina y Convenios 68:4]” (véase “Un estandarte a las naciones”, Liahona, mayo de 2011, pág. 111).