“14 – 20 junio. Doctrina y Convenios 64–66: ‘El Señor requiere el corazón y una mente bien dispuesta’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical Doctrina y Convenios 2021 (2020)
“14 – 20 junio. Doctrina y Convenios 64–66”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical 2021
14 – 20 junio
Doctrina y Convenios 64–66
“El Señor requiere el corazón y una mente bien dispuesta”
Esta semana, durante su estudio, considere con espíritu de oración qué principios de Doctrina y Convenios 64–66 aumentarían la fe y el conocimiento de los miembros de la clase.
Anotar sus impresiones
Invitar a compartir
A fin de alentar a los integrantes de la clase a compartir algo que hayan encontrado significativo en su estudio de las Escrituras de esta semana, podría pedirles que mediten en los problemas que afrontamos hoy en día. Luego invítelos a compartir un versículo de Doctrina y Convenios 64–66 que crean que podría ser de ayuda en alguno de esos problemas.
Enseñar la doctrina
Se nos requiere perdonar a todas las personas.
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Tal vez sea de provecho para la clase hablar acerca de por qué puede ser tan difícil perdonar a otras personas, y cómo han superado esas dificultades. Podrían leer Doctrina y Convenios 64:1–11 en busca de principios y verdades que los inspiren a ser más propensos a perdonar. ¿Qué aprendemos acerca del Salvador en esos versículos? Para contribuir a ilustrar las bendiciones del perdón, podría compartir el relato sobre Morrell Bowen, que está en el mensaje del élder Jeffrey R. Holland “El ministerio de la reconciliación” (Liahona, noviembre de 2018, págs. 77–79), o el video “El perdón aligeró mi carga” (ChurchofJesusChrist.org). O bien, tal vez un miembro de la clase esté dispuesto a compartir una anécdota personal acerca de cómo perdonar o recibir el perdón. ¿De qué modo el poder del perdón bendijo a las personas de esos ejemplos?
8:28
El Señor requiere nuestro “corazón y una mente bien dispuesta”.
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El Señor no quiere que nos “cansemos”; sin embargo, es natural que las personas que tratan de dar su mejor esfuerzo —incluso, quizás, algunas de las de la clase— se “cans[en] de hacer lo bueno”. ¿Por qué ocurre tal cansancio? ¿Qué consejo hallamos en Doctrina y Convenios 64:31–34 que pueda ayudarnos al luchar por no sentirnos así?
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Para enriquecer el análisis, podría mostrar imágenes de algo grande e impresionante que se haya construido a lo largo de mucho tiempo a partir de “cosas pequeñas”, tales como un mosaico o un edificio de ladrillos. ¿Cuáles son algunos ejemplos de la “gran obra” que el Señor nos ha dado? ¿Qué cosas pequeñas podemos hacer ahora para establecer los cimientos de dicha obra?
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A fin de ayudar a los integrantes de la clase a meditar más profundamente sobre Doctrina y Convenios 64:34, podría escribir Corazón y Mente bien dispuesta en la pizarra. Los de la clase podrían enumerar debajo de esos encabezamientos lo que crean que signifique dar nuestro corazón y una mente bien dispuesta al Señor. Para consultar una explicación de esas palabras, véanse las palabras del élder Donald L. Hallstrom en “Recursos adicionales”. Algunos pasajes de las Escrituras como los siguientes también pueden aportar ideas: Mosíah 7:33; Éter 4:15; Doctrina y Convenios 43:34; Moisés 7:18; José Smith—Historia 1:19.
El reino de Dios sobre la tierra prepara al mundo para el regreso del Salvador.
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Doctrina y Convenios 65 ofrece una descripción inspiradora de la misión de la Iglesia del Señor en los últimos días. Para ayudar a los miembros de la clase a ver su parte en esa misión, podría invitarlos a leer la sección 65 en busca de respuestas a preguntas como estas: ¿Qué desea el Señor que logre Su reino en la tierra? ¿Qué desea Él que haga yo para ayudar? También podrían referirse al mensaje del presidente Dallin H. Oaks, que está en “Recursos adicionales”. Los de la clase podrían indicar cómo responderían las preguntas del élder Oaks.
Recursos adicionales
“El corazón y una mente bien dispuesta”.
El élder Donald L. Hallstrom sugirió este posible significado para las palabras “el corazón y una mente bien dispuesta”:
“El corazón es símbolo de amor y compromiso. Hacemos sacrificios y llevamos cargas por aquellos a quienes amamos que no soportaríamos por ninguna otra razón. Si no existe amor, nuestro compromiso disminuye […].
“El tener ‘una mente bien dispuesta’ connota dar nuestro mejor esfuerzo y nuestro máxima capacidad intelectual, y buscar la sabiduría de Dios; sugiere que el estudio al que dediquemos toda una vida debe ser de lo que es de naturaleza eterna; significa que debe haber una relación inseparable entre escuchar la palabra de Dios y obedecerla” (“The Heart and a Willing Mind”, Ensign, junio de 2011, págs. 31–32).
La preparación para la Segunda Venida.
“¿Qué tal si el día de [la] venida [de Jesucristo] fuese mañana? Si supiéramos que mañana nos encontraríamos con el Señor, ya fuese por medio de nuestra muerte prematura o de Su inesperada venida, ¿qué haríamos hoy? ¿Qué confesiones haríamos? ¿Qué dejaríamos de hacer? ¿Qué problemas o desacuerdos solucionaríamos? ¿A quién perdonaríamos? ¿De qué cosas testificaríamos?” (Véase Dallin H. Oaks, “La preparación para la Segunda Venida”, Liahona, mayo de 2004, pág. 9).