“Sus caminos son eternos” (Habacuc 3:6). En el principio era el Verbo, por Eva Timothy.

28 noviembre – 4 diciembre

Nahúm; Habacuc; Sofonías

“Sus caminos son eternos”

Su propio ejemplo como estudiante del Evangelio puede bendecir a los miembros de su clase. Hábleles de la forma en que el Espíritu Santo le ayuda a comprender las Escrituras y expréseles su confianza en que Él también puede ayudarlos a ellos.

Anote sus impresiones

Invitar a compartir

A fin de dar a los miembros de la clase la oportunidad de compartir puntos de vista procedentes de su estudio de las Escrituras, usted podría escribir en la pizarra Nahúm, Habacuc y Sofonías como encabezados. Después, ellos podrían escribir debajo de los encabezados una palabra o frase que les haya llamado la atención y el capítulo y versículo donde se encuentre. Concédales tiempo para que expliquen por qué esas palabras o frases les parecieron significativas y lo que les enseñó el Espíritu Santo.

Enseñar la doctrina

Nahúm 1

El Señor es poderoso y misericordioso.

• En la reseña de esta semana de Ven, sígueme—Para uso individual y familiar se sugiere escudriñar Nahúm 1 en busca de versículos que describan los atributos del Señor. Podría preguntar a los miembros de la clase qué aprendieron sobre el Señor durante su estudio personal. Por ejemplo, ¿qué aprendemos sobre Él en los versículos 1–9? Podría señalar que Nahúm profetizó de los juicios del Señor contra Nínive, la capital de Asiria, y que Asiria había oprimido a los israelitas por el espacio de muchos años. ¿Por qué fue importante para los israelitas escuchar el mensaje de Nahúm acerca de Dios? ¿Por qué es importante para nosotros hoy?

  

  “Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia” (Nahúm 1:7).

Habacuc 1:1–4; 2:1–4; 3

Podemos confiar en la voluntad y el tiempo del Señor.

• Podría ser beneficioso que los miembros de la clase sepan que, al igual que a muchos de nosotros, a Habacuc le preocupaba lo que sucedía en el mundo a su alrededor. Ellos tal vez podrían leer Habacuc 1:1–4 y resumir lo que le preocupaba a Habacuc. También podrían comparar las preguntas de Habacuc con otras que se encuentran en las Escrituras, como las que están en Marcos 4:37–38 y Doctrina y Convenios 121:1–6. ¿Qué preguntas similares hace la gente sobre Dios en la actualidad? ¿Qué consejo dio el Señor en Habacuc 2:1–4 que nos ayuda a confiar en Su voluntad y Su tiempo? (véanse también Marcos 4:39–40; Doctrina y Convenios 121:7–8). En “Recursos adicionales” se encuentran otras reflexiones útiles que podrían ayudar a los miembros de la clase. Ellos también podrían compartir la forma en que el Salvador les haya ayudado a vivir “por su fe”, a pesar de que tengan preguntas que no se les hayan contestado.

• Para comenzar un análisis de Habacuc 3, podría invitar a los miembros de la clase a que repasen el capítulo y mencionen las expresiones de alabanza y de fe que encuentren. A fin de ayudarlos a aplicar esas palabras a ellos mismos, podría invitarlos a que hagan una lista de las bendiciones que han recibido de Dios. Invítelos a que piensen en lo que sucedería si perdieran algunas de sus bendiciones temporales. Lean juntos Habacuc 3:17–19 y analicen por qué sería difícil “alegrar[se] en Jehová” (versículo 18) en momentos de adversidad como los que se describen en el versículo 17. ¿Cómo podemos cultivar una fe como la de Habacuc?

Sofonías 3:14–20

El Señor se regocijará con Su pueblo en Sion.

• A fin de ayudar a los miembros de la clase a hallar esperanza en el futuro en Sofonías 3:14–20, usted podría escribir en la pizarra “Alégrate y regocíjate de todo corazón” porque… Después, ellos podrían escudriñar esos versículos en busca de las bendiciones que se prometen para el futuro y que pueden ayudarlos a regocijarse. ¿Cómo nos ayudan esas promesas en momentos difíciles?

Recursos adicionales

La fe significa confiar en la sabiduría, la compasión y el tiempo de Dios.

El élder Jeffrey R. Holland dijo:

“¿Cuánto tiempo aguardaremos para recibir alivio de las tribulaciones que nos sobrevienen? ¿Y qué me dicen de sobrellevar las pruebas individuales mientras esperamos y esperamos, y la ayuda parece tan lenta en llegar? ¿Por qué la demora, cuando las cargas parecen ser más de lo que podemos soportar? […].

“… habrá momentos en la vida en los que aun nuestro máximo esfuerzo espiritual, y nuestras oraciones y súplicas fervientes no produzcan las victorias que hayamos anhelado, ya sea en cuanto a las grandes cuestiones globales, o a las pequeñas y personales. De modo que, mientras trabajamos y esperamos juntos la respuesta a algunas de nuestras oraciones, les ofrezco mi promesa apostólica de que estas son escuchadas y contestadas, aunque quizás no en el tiempo ni en la forma en que queríamos. No obstante, siempre son contestadas en el momento y en la forma en que un Padre omnisciente y eternamente compasivo debe responderlas […].

“… la fe significa confiar en Dios en los buenos tiempos y en los malos, aunque eso incluya algo de sufrimiento hasta que veamos Su brazo revelarse a nuestro favor” (“Esperar en el Señor”, Liahona, noviembre de 2020, págs. 115–116).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Haga preguntas abiertas. Cuando pregunte a los miembros de la clase sobre las experiencias que están teniendo con las Escrituras, “[h]ágales saber que no está buscando una respuesta específica, sino que tiene un interés sincero en lo que ellos están aprendiendo” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 29). En Enseñar a la manera del Salvador, págs. 31–32, se encuentran algunos ejemplos de preguntas abiertas.