Lección 63: Doctrina y Convenios 46:7–33, Parte 2: “Buscad diligentemente los mejores dones”
“Lección 63: Doctrina y Convenios 46:7–33, Parte 2: ‘Buscad diligentemente los mejores dones’”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025
“Doctrina y Convenios 46:7–33, Parte 2”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario
A medida que nos esforzamos por llegar a ser semejantes a Jesucristo, podemos sentirnos desanimados por nuestras debilidades. Gracias a Jesucristo, podemos recibir el Espíritu Santo y los dones espirituales para ayudarnos a llegar a ser más semejantes al Salvador. Esta lección puede ayudar a los alumnos a llegar a ser más semejantes a Jesucristo a medida que procuran los dones del Espíritu.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Procurar llegar a ser como Dios
Imagina que una persona reconoce que experimenta algunas de las debilidades que hay en la pizarra y piensa: “No puedo superar estas cosas. Simplemente soy así”.
¿Qué sabes acerca de Jesucristo que podría resultar útil que esta persona comprendiera?
Los dones del Espíritu
Una de las maneras en que el Padre Celestial y Jesucristo pueden ayudarnos a superar nuestras debilidades es otorgándonos dones espirituales.
¿Qué sabes o recuerdas sobre los dones espirituales?
Lee Doctrina y Convenios 46:8 y resalta la invitación del Salvador relacionada con los dones espirituales.
¿Qué crees que signifique buscar dones espirituales?
¿De qué manera el buscar dones espirituales nos ayuda en nuestros esfuerzos por llegar a ser como Dios?
El hermano Tad R. Callister, quien prestó servicio como Presidente General de la Escuela Dominical, explicó cómo esos dones espirituales nos ayudan a llegar a ser como Dios:
Debido a la Expiación de Cristo, podemos recibir el don del Espíritu Santo junto con Sus dones espirituales correspondientes. Esos dones son atributos de la divinidad; por tanto, cada vez que adquirimos un don del Espíritu, llegamos a ser más como Dios. Sin duda, esa es la razón por la cual en las Escrituras se nos insta en numerosas ocasiones a procurar esos dones.
El presidente George Q. Cannon enseñó: “Ningún hombre debería decir: ‘No lo puedo evitar; es mi naturaleza’. No está justificado, por la sencilla razón de que Dios ha prometido darnos los dones que erradicarán [nuestras debilidades]… Si alguno de nosotros es imperfecto, es nuestro deber orar con el fin de recibir el don que nos haga perfectos” (Tad R. Callister, “La expiación de Jesucristo”, Liahona, mayo de 2019, pág. 87).
¿Qué aprendes de esta declaración acerca de los dones espirituales?
¿Cuáles son algunos de los dones espirituales que una persona podría buscar para superar las debilidades que reconocieron previamente en la lección?
Reflexiona sobre tus esfuerzos por llegar a ser semejante al Padre Celestial y Jesucristo. Responde las preguntas siguientes en tu diario de estudio:
¿Qué debilidad o imperfección te gustaría superar?
¿Qué dones espirituales podrías buscar para superar esa debilidad?
¿De qué forma podemos buscar los dones espirituales?
¿Por qué crees que las acciones que reconociste pueden ayudarte en tus esfuerzos por buscar dones espirituales?
El élder Mervyn B. Arnold, quien prestó servicio como miembro de los Setenta, compartió otra manera en que podemos buscar dones espirituales de Dios:
Cuando buscamos obtener un don espiritual, podemos estudiar los ejemplos y las enseñanzas del Salvador que se relacionan con ese don en particular y, luego, tratar de incorporar esas enseñanzas a nuestra vida (Mervyn B. Arnold, “Messages from the Doctrine and Covenants: Seek Ye the Best Gifts”, Ensign, marzo de 2005, pág. 66).
Mira en tu diario el don que escribiste y que te gustaría buscar. Completa los pasos siguientes:
Busca un ejemplo en las Escrituras de una ocasión en que el Salvador demostró ese don.
Busca pasajes de las Escrituras que contengan enseñanzas adicionales sobre ese don.
Anota dos o tres cosas que puedes hacer para practicar ese don en tu vida.
Escribe algo que harás para pedir la ayuda del Salvador mientras sigues buscando ese don. Si es necesario, consulta Doctrina y Convenios 46:7–10, 30–33.