“Lección 95: Doctrina y Convenios 84:33–44: El juramento y el convenio del sacerdocio”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario , 2025
“Doctrina y Convenios 84:33–44”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario
En Doctrina y Convenios 84:20 , el Salvador reveló que “en sus ordenanzas [del sacerdocio], se manifiesta el poder de la divinidad”. Este poder del sacerdocio está al alcance de todos los miembros de la Iglesia que hacen y guardan los convenios bautismales y del templo. En Doctrina y Convenios 84:33–44 , el Salvador enseñó un juramento y un convenio que gobiernan el uso de Su poder del sacerdocio. Esta lección puede ayudar a los alumnos a profundizar su comprensión del juramento y el convenio del sacerdocio.
Posibles actividades de aprendizaje
El Padre Celestial bendice con Su poder a quienes guardan los convenios
Usted podría comenzar la clase dibujando un camino en la pizarra que represente la senda de los convenios. Podría anotar sobre el comienzo del camino “nacimiento” y sobre el final, “la vida eterna con el Padre Celestial”. Invite a los alumnos a acercarse a la pizarra y anotar a lo largo del camino los convenios que hacemos mediante ordenanzas como el bautismo, la confirmación, la ordenación al sacerdocio para los hombres, la investidura y el sellamiento.
Si los alumnos necesitan ayuda para entender que los convenios son promesas recíprocas con Dios, considere analizar preguntas como las siguientes antes de compartir la declaración que se encuentra más abajo del presidente Russell M. Nelson:
¿Cuáles son algunas de las promesas que hacemos al Padre Celestial cuando aceptamos la ordenanza del bautismo? (véanse Mosíah 18:8–10 y Doctrina y Convenios 20:77–79 ).
¿Qué nos promete el Padre Celestial cuando nos esforzamos por obedecer este convenio?
Estudia la declaración siguiente del presidente Russell M. Nelson y busca una bendición que el Padre Celestial da a quienes hacen convenios con Él y los guardan.
Cada persona que hace convenios en las pilas bautismales y en los templos, y los guarda, tiene un mayor acceso al poder de Jesucristo. ¡Reflexionen sobre esta asombrosa verdad!
La recompensa por guardar los convenios con Dios es poder celestial, un poder que nos fortalece para soportar mejor nuestras pruebas, tentaciones y pesares. Ese poder nos facilita el camino. Quienes viven las leyes mayores de Jesucristo tienen acceso a Su poder mayor (Russell M. Nelson, “Vencer al mundo y hallar descanso ”, Liahona , noviembre de 2022, pág. 96).
El juramento y el convenio del sacerdocio
En Doctrina y Convenios 84 , Jesucristo dio “una revelación sobre el sacerdocio” a José Smith (véase el encabezamiento de la sección). Como parte de esta revelación, Él describió “el juramento y el convenio” (versículos 39–40 ) del sacerdocio. (Un juramento es una promesa solemne).
En tu diario de estudio, escribe “Juramento y convenio del sacerdocio” en la parte superior de una página. Haz dos columnas debajo de este encabezado. Escribe en una columna “Las promesas del Padre Celestial” y en la otra “Nuestras promesas”.
Los alumnos podrían completar la actividad de estudio que se encuentra a continuación individualmente. Luego, podrían compartir en grupos pequeños lo que hayan encontrado.
Como alternativa, podría dividir a los alumnos de dos en dos, para que un compañero busque las promesas del Padre Celestial y el otro busque nuestras promesas. Luego, podrían hablar entre ellos y anotar lo que analicen en su diario de estudio.
Lee Doctrina y Convenios 84:33–44 . Podrías marcar de una manera las promesas que el Padre Celestial nos invita a hacer y marcar de otra manera la bendición que Él ofrece a aquellos que guardan sus convenios. Escribe lo que encuentres en las columnas correspondientes de tu diario de estudio.
Este puede ser un buen momento para pedir a los alumnos que practiquen cómo identificar principios. Ellos podrían identificar diversos principios. Usted podría pedirles que identifiquen principios mediante declaraciones que empiecen con lo que prometemos hacer y terminen con lo que Dios promete hacer. Por ejemplo, los alumnos podrían encontrar los principios siguientes:
Si magnificamos nuestros llamamientos y responsabilidades en la Iglesia, Dios nos santificará por Su Espíritu y renovará nuestro cuerpo.
Si obtenemos fielmente el Sacerdocio Aarónico y el de Melquisedec y recibimos a los siervos escogidos de Dios, el Padre Celestial nos bendecirá con todo lo que Él tiene.
Conceda a los alumnos tiempo para aprender con espíritu de oración sobre las promesas que más les interese comprender mejor. Los alumnos podrían trabajar en grupos pequeños con otros alumnos que decidieron estudiar las mismas promesas, o podrían estudiar individualmente.
El volante proporciona recursos de estudio que podrían ayudar a los alumnos a comprender mejor algunas de las promesas del juramento y el convenio del sacerdocio. Usted podría entregar a los alumnos este volante.
Si los alumnos están interesados en estudiar una frase que no se incluye en el volante, invítelos a aprender todo lo que puedan al investigar el tema o temas escogidos con recursos como estos:
Al hablar de la promesa del Padre Celestial, el presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, explicó lo siguiente:
He visto el cumplimiento de esa promesa en mi propia vida y en la de otras personas. Un amigo mío que fue presidente de misión me contó que al final de cada día, mientras prestaba servicio, casi no podía subir las escaleras para ir a su dormitorio por las noches, y se preguntaba si tendría la fuerza para afrontar un nuevo día. Entonces, por la mañana, descubría que su fuerza y su valor se habían renovado. Ustedes lo han visto en la vida de los profetas de edad avanzada que parecían renovados cada vez que se ponían de pie para testificar del Señor Jesucristo y del Evangelio restaurado. Esa es una promesa para aquellos que avanzan con fe en su servicio del sacerdocio (Henry B. Eyring, “La fe y el juramento y convenio del sacerdocio ”, Liahona , mayo de 2008, pág. 62).
Ser fiel al “obtener estos dos sacerdocios” (Doctrina y Convenios 84:33 ) incluye obtener el poder y las bendiciones que llegan al recibir las ordenanzas del Sacerdocio Aarónico y del de Melquisedec, así como guardar fielmente los convenios correspondientes. El profeta José Smith enseñó que una persona obtiene la plenitud del sacerdocio al “guardar todos los mandamientos y obedecer todas las ordenanzas de la casa del Señor” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith , 2007, pág. 445 ).
Para los hombres, esto también incluye que se les confiriera el sacerdocio y sean ordenados a oficios del sacerdocio.
El presidente M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
Cuando trabajamos para magnificar nuestros llamamientos, debemos buscar la inspiración del Espíritu a fin de solucionar los problemas de la forma que será de más provecho para las personas a las que servimos. Contamos con manuales de instrucciones cuyas pautas se deben seguir; pero dentro de ese marco disponemos de importantes oportunidades para pensar, ser creativos y utilizar nuestros talentos personales. La instrucción de magnificar nuestros llamamientos no es un mandato de adornarlos y hacerlos complejos. Innovar no significa, necesariamente, expandir; muchas veces equivale a simplificar (M. Russell Ballard, “¡Oh, sed prudentes! ”, Liahona , noviembre de 2006, pág. 19).
Doctrina y Convenios 76:55–60 ; 81:6
El élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió lo siguiente:
El saber que tenemos un Padre Celestial y que Jesucristo es Su Hijo Unigénito significa que estamos mirando más allá en la senda de los convenios que tan solo el punto donde nos encontramos hoy. Significa que apreciamos que somos herederos de todo lo que el Padre tiene; innumerables reinos son Su reino y pueden ser nuestros. El Salvador ha prometido: “Y si eres fiel hasta el fin, recibirás una corona de inmortalidad, así como la vida eterna en las mansiones que he preparado en la casa de mi Padre” (Ronald A. Rasband, “El destino divino de Sus hijas ”, conferencia en BYU para mujeres, 30 de abril de 2021, broadcasts.ChurchofJesusChrist.org ).
Después de dar a los alumnos tiempo suficiente para que estudien, invítelos a compartir con un compañero o grupo pequeño lo que hayan aprendido. Podría utilizar preguntas como las siguientes para ayudar a guiar el análisis:
Comparte un ejemplo (de las Escrituras o de tu vida) de alguien a quien hayas visto guardar la promesa que escogiste.
Para concluir la clase, podría relatar cómo ha sido bendecido por el poder del sacerdocio al tratar de guardar fielmente los convenios que ha hecho con el Padre Celestial. Invite a los miembros de la clase a buscar oportunidades de recurrir al poder del sacerdocio que Dios ha prometido a Sus hijos del convenio.
El presidente Russell M. Nelson enseñó lo siguiente:
18:17
Toda mujer y todo hombre que hace convenios con Dios y los guarda, y que participa dignamente en las ordenanzas del sacerdocio, tiene acceso directo al poder de Dios. Quienes han sido investidos en la Casa del Señor reciben un don de poder del sacerdocio de Dios en virtud de ese convenio, junto con un don de conocimiento para saber cómo recurrir a ese poder (Russell M. Nelson, “Tesoros espirituales ”, Liahona , noviembre de 2019, pág. 77).
La hermana Jean B. Bingham, en ese entonces Presidenta General de la Sociedad de Socorro, explicó lo siguiente:
Aunque el juramento y el convenio del sacerdocio, tal como se encuentra en Doctrina y Convenios 84 , habla directamente a los hombres ordenados al oficio del sacerdocio, muchas de las promesas y bendiciones que allí se dan también se aplican a las mujeres que guardan los convenios […].
Es importante que las mujeres comprendan que nosotras también seremos bendecidas para recibir “todo lo que [nuestro] Padre tiene” al recibir, prestar atención y escuchar a los siervos del Señor (Doctrina y Convenios 84:38 ).
Las aliento a que estudien y conozcan la forma en que el juramento y el convenio del sacerdocio las bendice a ustedes y a sus seres queridos. Toda mujer que hace convenios con Dios y los guarda, y que participa dignamente en las ordenanzas del sacerdocio, tiene acceso directo al poder de Dios. (Jean B. Bingham, “El juramento y el convenio del sacerdocio es relevante para las mujeres ”, Sociedad de Socorro, LaIglesiadeJesucristo.org ).
El presidente Thomas S. Monson (1927–2018) compartió el significado siguiente:
En una ocasión se le preguntó al profeta José Smith: “Hermano José, usted frecuentemente nos insta a magnificar nuestros llamamientos ¿Puede explicarnos lo que eso significa?” Se dice que la respuesta fue: “Magnificar el llamamiento es sostenerlo en alto con dignidad e importancia, de tal manera que la luz del cielo traspase nuestro desempeño ante la vista de los hombre” (Thomas S. Monson, “Nuestra sagrada responsabilidad del sacerdocio ”, Liahona , mayo de 2006, pág. 56).
Podría mostrar a los alumnos una lupa o una ilustración de alguien que esté usando o sosteniendo una lupa. Invite a la clase a analizar la forma en que una lupa podría ayudarnos a entender cómo desea el Salvador que prestemos servicio en llamamientos y asignaciones. Podría señalar que, además de agrandar y aclarar, una lupa también enfoca la luz.
Quizás quiera compartir la declaración del presidente Thomas S. Monson que se encuentra en “Recursos adicionales”.
Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 84:45–46 y a buscar lo que el Salvador nos enseñó acerca de Su luz.
Si cree que los alumnos se beneficiarían de una mejor comprensión de que el juramento y el convenio del sacerdocio son relevantes tanto para las mujeres como para los hombres que guardan los convenios, puede mostrar el video “El juramento y el convenio del sacerdocio es relevante para las mujeres ” (desde 01:48 hasta 03:31). La hermana Jean B. Bingham, en ese entonces Presidenta General de la Sociedad de Socorro, analiza el juramento y el convenio del sacerdocio con el presidente Russell M. Nelson.
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