“Lección 104: Doctrina y Convenios 89:1–17: Una Palabra de Sabiduría del Señor”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025
“Doctrina y Convenios 89:1–17”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario
Lección 104: Doctrina y Convenios 89–92
Doctrina y Convenios 89:1–17
Una Palabra de Sabiduría del Señor
Como era habitual en 1833, muchos miembros de la Iglesia consumían tabaco y bebían alcohol, té y café. Como respuesta a las oraciones del profeta José Smith en cuanto a ese tema, el Señor reveló misericordiosamente la Palabra de Sabiduría. Esta lección puede ayudar a los alumnos a sentir gratitud por la instrucción amorosa del Señor conocida como la Palabra de Sabiduría.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Nota: Las bendiciones espirituales prometidas en Doctrina y Convenios 89:18–21 por guardar la Palabra de Sabiduría serán el tema central de la lección que sigue a esta. Tal vez sea mejor enseñar ambas lecciones para ayudar a los alumnos a darse cuenta de que las bendiciones que recibimos cuando obedecemos la Palabra de Sabiduría son mucho más de naturaleza espiritual que física.
Las tácticas de Satanás
Podría invitar a los alumnos a analizar los señuelos que Satanás utiliza para atrapar a los hijos de Dios. Podría llevar o mostrar una ilustración de señuelos de pesca. También podría pedir a los alumnos con experiencia en la pesca que describan los mejores señuelos que se pueden utilizar en la región. Otra opción es mostrar la primera parte del video “Serán libres”, desde 0:00 hasta 1:29, disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.
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¿Cómo se podrían comparar los señuelos de pesca con las tácticas de Satanás?
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¿Qué consejo ha dado el Salvador para ayudarnos a detectar y evitar los señuelos de Satanás?
Hay muchas respuestas correctas a la segunda pregunta, entre ellas la oración (véase Doctrina y Convenios 10:5), el estudio diario de las Escrituras (véase Helamán 3:29–30), buscar el espíritu de revelación (véase Doctrina y Convenios 8:2–4) y seguir el consejo de los profetas y los líderes de la Iglesia (véase Doctrina y Convenios 21:5).
Para ayudar a los alumnos a ver por qué podemos confiar en el consejo del Salvador, podría invitarlos a leer 2 Nefi 26:24 y Jacob 4:10, y a compartir lo que aprendan acerca de Él.
También podría pedirles que mediten o compartan con la clase sus respuestas a la pregunta siguiente:
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¿De qué manera has sido bendecido y protegido en tu vida debido a algún consejo o advertencia específica del Salvador y Sus siervos autorizados?
La Palabra de Sabiduría.
Podría mostrar la fotografía siguiente de un cuarto pequeño ubicado arriba de la tienda de Newel K. Whitney en Kirtland, Ohio. Pida a los alumnos que se imaginen el cuarto lleno de hombres, muchos de los cuales fumaban y mascaban tabaco, mientras explica la información del párrafo siguiente.
En el invierno de 1833, unos veinte poseedores del sacerdocio se reunían con frecuencia en ese cuarto para asistir a la Escuela de los Profetas (véase Doctrina y Convenios 88:127). Como era costumbre en esa época, muchos de ellos fumaban y mascaban tabaco durante las reuniones. Brigham Young rememoró cierta vez: “Muchas veces, al entrar el Profeta en la habitación para dar instrucciones a los de la escuela, se encontraba envuelto en una nube de humo de tabaco” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 277). Tales circunstancias, junto con los sentimientos de Emma Smith, quien limpiaba los escupitajos de tabaco mascado del piso, inspiraron a José Smith a orar y preguntar sobre el consumo de esas sustancias. Como respuesta, el Señor reveló Doctrina y Convenios 89 (véase Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El estandarte de la verdad, 1815–1846, 2018, págs. 170–171).
Lee Doctrina y Convenios 89:1–4 y busca las razones por las que el Señor dio esa revelación.
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¿Qué aprendes acerca de los motivos por los que Jesucristo reveló esa sección?
A medida que los alumnos compartan las respuestas a la pregunta anterior, asegúrese de que entiendan que el Señor nos dio la Palabra de Sabiduría para protegernos de los males de nuestros días.
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¿De qué manera la comprensión de los motivos por los que el Salvador reveló la Palabra de Sabiduría podría influir en lo que sentimos al respecto?
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¿Cuáles son algunos de los malos designios en nuestros días contra los cuales necesitamos Su protección?
Mientras los alumnos contestan la pregunta anterior, podría ayudarlos a reconocer cómo algunos de los males que mencionan están concebidos o planeados para engañarnos.
Podría resultar útil que los alumnos piensen en las preguntas que tengan acerca de la Palabra de Sabiduría y las planteen. La sección siguiente puede ayudarlos a encontrar respuestas.
Manual de instrucciones del Creador
Para presentar la actividad siguiente, puede llevar el manual de instrucciones de un producto con el que los alumnos estén familiarizados o hablar sobre él. Señale brevemente el valor de saber cómo mantener el producto y algunas advertencias sobre el uso inapropiado. Ayude a los alumnos a entender que Dios, como Creador (véase Génesis 1:27), conoce perfectamente nuestro cuerpo y ha dado instrucciones y advertencias en cuanto a su uso y cuidado.
Si los alumnos tienen preguntas sobre detalles de la Palabra de Sabiduría que la Iglesia no haya enseñado claramente, anímelos a buscar el consejo de sus padres, el obispo o el presidente de rama.
Elabora un manual sobre el uso correcto de nuestro cuerpo. Sé creativo y personalízalo como desees. Los pasos siguientes son solo una de las muchas maneras en que podrías hacerlo:
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Dobla un papel por la mitad de modo que parezca un folleto pequeño. Crea una portada con un título como “La Palabra de Sabiduría: Manual de instrucciones del Creador”, y agrégale dibujos o ilustraciones, si lo deseas.
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Dentro del folleto, escribe en la página izquierda un título como “El consejo del Creador sobre lo que debemos hacer”; y en la página derecha, “El consejo del Creador sobre lo que debemos evitar”. También puedes agregar ilustraciones o diseños en las páginas interiores.
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Estudia Doctrina y Convenios 89:5–17 y completa el folleto escribiendo o agregando ilustraciones de lo que aprendas.
Además de las sugerencias siguientes, podría proporcionar a los alumnos materiales útiles de la sección “Recursos adicionales” de esta lección.
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Escudriña otras fuentes divinamente señaladas, tales como el librito Para la Fortaleza de la Juventud, 2022, la Guía para el Estudio de las Escrituras y declaraciones de los líderes de la Iglesia, y agrega lo que aprendas al folleto.
Dé oportunidad a los alumnos de compartir o mostrar lo que crearon.
Nota: En la sección “Actividades de aprendizaje complementarias” de la lección siguiente, hay una sugerencia para que los alumnos agreguen una contraportada a los folletos en la que describan las bendiciones que Dios ofrece en Doctrina y Convenios 18–21 por guardar la Palabra de Sabiduría. Si cree que sería una buena experiencia para los alumnos, podría alentarlos a que entreguen los folletos el mismo día o se aseguren de traerlos a la clase en la próxima lección.
Nuestro Salvador es misericordioso y paciente
Para ayudar a los alumnos a ver cómo el Salvador fue paciente con Sus santos después de revelar ese mandamiento, puede compartir con ellos parte del contenido siguiente con sus propias palabras:
Jesús reveló la Palabra de Sabiduría en 1833, pero no se dio como mandamiento en ese momento (véase el versículo 2). Después de recibirla, muchos santos comenzaron a esforzarse por superar las tradiciones culturalmente aceptadas y, en algunos casos, las adicciones que habían desarrollado. Con el tiempo, el Señor guio a los líderes de la Iglesia, entre ellos Brigham Young y John Taylor, a esperar más de los santos en cuanto a la observancia de los principios que se enseñan en Doctrina y Convenios 89. A comienzos del siglo XX, el presidente Heber J. Grant “los desafió a guardar la Palabra de Sabiduría con exactitud, abstenerse de alcohol, café, tabaco y otras sustancias dañinas que previas generaciones de santos habían usado algunas veces” e “hizo que la obediencia a la Palabra de Sabiduría fuera un requisito para asistir al templo y para el servicio misional” (Santos, tomo III, pág. 318). “El Señor inspiró al presidente Heber J. Grant en 1921 a requerir de todos los Santos que se abstuvieran del alcohol, el tabaco, el café y el té para poder recibir una recomendación para el templo” (Temas de la historia de la Iglesia, “Palabra de Sabiduría (D. y C. 89)”, Biblioteca del Evangelio).
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¿Qué ayuda ha proporcionado el Salvador en nuestros días para quienes luchan con una adicción?
La conclusión del video que se sugiere al comienzo de la lección podría brindar esperanza por medio de Cristo a los que luchan con una adicción. Valore la posibilidad de mostrar “Serán libres” desde 1:29 hasta 2:55.
Los alumnos que deseen obtener más recursos de ayuda contra las adicciones podrían dirigirse a los líderes de su barrio y consultar la página “Ayuda para la vida” en LaIglesiadeJesucristo.org.
Antes de hacer la pregunta siguiente, podría ayudar a los alumnos a reconocer la bondad de Jesucristo al darnos la Palabra de Sabiduría. Podría resultar útil invitarlos a imaginar cómo sería diferente el mundo si no hubiera abuso de sustancias. También podría darles tiempo para escribir la forma en que la Palabra de Sabiduría los ha bendecido y protegido a ellos y a sus seres queridos.
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¿De qué manera la revelación de la Palabra de Sabiduría demuestra la misericordia y el amor de Jesucristo?
Considere concluir la lección compartiendo cómo la Palabra de Sabiduría ha bendecido su vida y expresando gratitud porque el Salvador nos dio esa revelación.