Coro avanzado de Instituto: (Religión 190): Reseña del curso
Objetivo del curso: Los alumnos estudiarán los mensajes de los profetas por medio de los himnos, los cuales los inspirarán durante los ensayos y las interpretaciones que lleven a cabo.
Lección 1: “Sé prudente, oh hermano”
“Si deseamos tener un buen espíritu en todo momento, debemos escoger no enojarnos” (Thomas S. Monson, “Sé prudente… a tu alma gobernad”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 68).
Lección 2: “Te damos, Señor, nuestras gracias”
“O tenemos un profeta o no tenemos nada; y tener un profeta significa tenerlo todo” (Gordon B. Hinckley, “Te damos, Señor, nuestras gracias”, Liahona, octubre de 1992, pág. 4).
Lección 3: “Más santidad dame”
“Testifico que Jesús es el Cristo, el Salvador del mundo. Si tan solo comprendiéramos con más claridad lo que Él significa y viviéramos de acuerdo con Sus enseñanzas, encontraríamos el gozo que se nos ha prometido” (Howard W. Hunter, “Él nos exhorta a seguir a Jesucristo”, Liahona, octubre de 1994, pág. 5).
Lección 4: “La oración del alma es”
“Es un gran privilegio poder hablar con nuestro Padre Celestial por medio de la oración. En contestación a una oración muy especial, el Señor dio comienzo a esta dispensación del Evangelio, y fue la primera oración personal que salía de los labios de un joven. Espero que nuestras oraciones no sean en su mayor parte silenciosas, pero cuando no podamos orar en voz alta, es bueno que tengamos una oración en la mente y en el corazón” (véase de Spencer W. Kimball, “La voluntad de Dios”, Liahona, enero de 1980, pág. 5).
Lección 5: “¿En el mundo he hecho bien?”
“… la manera del Señor para ayudar a quienes tienen necesidades temporales requiere gente que por amor se haya consagrado a sí misma y lo que posee, a Dios y a Su obra” (Henry B. Eyring, “Oportunidades para hacer el bien”, Liahona, mayo de 2011, pág. 22).
Lección 6: “Santos, venid”
“Nuestro elogio a los pioneros es en vano si no conlleva una introspección por nuestra parte” (Dieter F. Uchtdorf, “Oh, está todo bien”, Liahona, julio de 2015, pág. 4).
Lección 7: “A ti, Señor”
“Si se nos llama a cargos de liderazgo, tendremos que responder a nuestro Salvador por los actos que efectuemos en ese oficio” (Russell M. Nelson, “No tendrás dioses ajenos delante de mí”, Liahona, julio de 1996, pág. 16).
Lección 8: “A donde me mandes iré”
“La dimensión total de [nuestra] conversión en hombres y mujeres de Dios se lleva a cabo mejor mediante nuestras labores en Su viña” (véase de Dallin H. Oaks, “A donde me mandes iré”, Liahona, noviembre de 2002, pág. 69).
Lección 9: “¡Grande eres tú!”
“Para reverenciar de verdad a nuestro Creador tenemos que apreciar Sus creaciones” (M. Russell Ballard, “El amor de Dios y Sus creaciones”, Liahona, julio de 1988, pág. 58).
Lección 10: “Know This, That Every Soul Is Free”
“Cada vez que escogemos venir a Cristo, tomar Su nombre sobre nosotros y seguir a Sus siervos, progresamos a lo largo del sendero a la vida eterna” (Robert D. Hales, “El albedrío: Esencial para el plan de la vida”, Liahona, noviembre de 2010, pág. 25).
Lección 11: “Somos los soldados”
“De todo hombre, joven y mayor, que posea el sacerdocio, pido una voz más firme y más devota… una voz para el bien, una voz para el Evangelio, una voz para Dios” (Jeffrey R. Holland, “Somos los soldados”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 47).
Lección 12: “Oh Dios de Israel”
“Testifico que las entrañables misericordias del Señor están al alcance de todos nosotros y que el Redentor de Israel está ansioso por conferirnos esos dones” (David A. Bednar, “Las entrañables misericordias del Señor”, Liahona, mayo de 2005, pág. 101).
Lección 13: “¿Dónde hallo el solaz?”
“A pesar de las pruebas de la vida, gracias a la expiación del Salvador y a Su gracia, una vida recta será recompensada con paz personal” (Quentin L. Cook, “Paz personal: La recompensa a la rectitud”, Liahona, mayo de 2013, pág. 35).
Lección 14: “Israel, Jesús os llama”
“En nuestra familia y en nuestras estacas y distritos, procuremos establecer Sion por medio de la unidad, la piedad y la caridad” (véase de D. Todd Christofferson, “A Sion venid”, Liahona, noviembre de 2008, pág. 40).
Lección 15: “Loor al Profeta”
“[Jesucristo] escogió a un hombre santo, un hombre justo, para dirigir la restauración de la plenitud de Su evangelio. Escogió a José Smith” (Neil L. Andersen, “José Smith”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 31.
Lección 16: “Asombro me da”
“Mi testimonio de Jesucristo se ha edificado gracias a muchas experiencias especiales en las que he llegado a conocer Su gran amor por cada uno de nosotros” (Ronald A. Rasband, “Asombro me da”, Liahona, noviembre de 2015, pág. 90).
Lección 17: “Me encanta ver el templo”
“El comprender la naturaleza eterna del templo los acercará a su familia, y el comprender la naturaleza eterna de la familia los acercará al templo” (Gary E. Stevenson, “Hogares sagrados, templos sagrados”, Liahona, mayo de 2009, pág. 102).
Lección 18: “Come Thou Fount”
“Recuerden que la vida es más que el aquí y el ahora, que la vida continúa después de la muerte y que nuestras decisiones tienen consecuencias eternas” (Dale G. Renlund, “Maintaining an Eternal Perspective”, Ensign, marzo de 2014, pág. 58).
Lección 19: “Oh dulce, grata oración”
“La oración es el don supremo que nuestro Padre Celestial ha dado a toda alma” (Richard G. Scott, “Utilizar el don supremo de la oración”, Liahona, mayo de 2007, pág. 8).
Lección 20: “Brillan rayos de clemencia”
“Adondequiera que vayan nuestros miembros y misioneros, nuestro mensaje es uno de fe y de esperanza en el Salvador Jesucristo” (véase de Boyd K. Packer, “La Expiación”, Liahona, noviembre de 2012, pág. 78).
Lección 21: “Haz el bien”
“A fin de compensar por los mensajes mundanos que nos tientan a escoger lo malo, el Señor nos ha bendecido con símbolos de pureza que nos mantienen en [un] curso recto para ‘hacer lo justo’” (véase de L. Tom Perry, “Haz lo justo”, Liahona, enero de 1994, págs. 77–79).
Lección 22: “Tú me has dado muchas bendiciones, Dios”
“… el Salvador, quien nos dio el ejemplo, está complacido con aquellos que ‘[recuerdan] en todas las cosas a los pobres y a los necesitados, a los enfermos y a los afligidos’ [D. y C. 52:40]” (véase de Joseph B. Wirthlin, “El programa inspirado de bienestar de la Iglesia”, Liahona, julio de 1999, pág. 92).
Lección 23: “Sirvamos unidas”
“El cometido y la dedicación de las hermanas de esta Iglesia han sido desde el comienzo un ingrediente maravilloso y fortalecedor de la Iglesia” (James E. Faust, “Lo que significa ser una hija de Dios”, Liahona, enero de 2000, pág. 120).
Lección 24: “El Espíritu de Dios”
“Cada uno de nosotros tiene el deber sagrado de ayudar personalmente a cumplir la misión de la Iglesia de proclamar el evangelio de Jesucristo, perfeccionar a los santos para que reciban las ordenanzas del Evangelio y enseñar las doctrinas de salvación y del templo” (David B. Haight, “Un llamado a servir”, Liahona, enero de 1989, pág. 87).
Lección 25: “Come, Let Us Anew”
“La paciencia no es indiferencia; en realidad, significa que nos importa mucho pero que, no obstante, estamos dispuestos a someternos al Señor y a lo que en las Escrituras llaman el ‘transcurso del tiempo’” (Neal A. Maxwell, “Patience”, Ensign, octubre de 1980, pág. 28).
Lección 26: “Qué firmes cimientos”
“Conservar una buena disposición hacia nosotros mismos es un empeño eterno. Una actitud personal positiva nos brindará la seguridad de que rendiremos lo mejor que podamos aun cuando en el momento pudiese parecer adecuado que rindiéramos menos” (Marvin J. Ashton, “¿Cuál va perdiendo?”, Liahona, julio de 1975, pág. 13).
Lección 27: “My Country, ’Tis of Thee”
“Por revelación divina, entre 1827 y 1829, José [Smith] tradujo el Libro de Mormón, del cual aprendió que Dios es en verdad el autor de nuestra libertad y que para conservarla, los habitantes de esta tierra deben ser protegidos por Su mano poderosa” (Marion G. Romney, “America’s Promise”, Ensign, septiembre de 1979, págs. 3–4).
Lección 28: “Himno de batalla de la República”
“Hemos comenzado a recoger a los elegidos de los cuatro cabos de la tierra en las estacas de Sion, donde ellos, como pueblo, serán preparados para la segunda venida del Hijo del Hombre” (Bruce R. McConkie, “Let the Word Go Forth”, Ensign, febrero de 1985, pág. 73).