Mantenimiento de centros de reuniones

Limpieza de centros de reuniones

Los centros de reuniones de la Iglesia deben cuidarse de una manera que ponga de relieve su carácter y propósito sagrados. Los líderes locales, los miembros y el grupo de administración de Propiedades comparten la responsabilidad de mantener limpio y ordenado el centro de reuniones y su terreno.

Participación de los miembros

Se pide a los miembros que asuman la responsabilidad, junto con el grupo de administración de Propiedades, de la limpieza y el cuidado del centro de reuniones. El propósito principal de la participación de los miembros consiste en que esto beneficie y bendiga a todos los miembros, entre ellos los jóvenes y los menos activos, al proporcionar oportunidades de prestar servicio. Esto también refuerza y aumenta el respeto hacia las casas de adoración del Señor.

La participación de los miembros se organiza y lleva a cabo bajo la dirección de la presidencia de estaca. Se puede llamar a representantes del edificio de estaca y de barrio para que ayuden a enseñar y coordinar esta responsabilidad (véase información sobre la organización del programa).

Se minimiza la necesidad de una limpieza extensa y de otras tareas cuando aquellos que utilizan el edificio limpian lo que ensucian y ejercen prudencia, cuidado y respeto en todo momento.

El representante del edificio del barrio organiza y, en la medida de lo posible, supervisa las oportunidades de limpieza semanal. Se debe dar la oportunidad de participar en la limpieza a todos los miembros. Se invita a los hombres y las mujeres jóvenes a participar junto con sus familiares, cuórums o clases.

Los jóvenes no deben ser responsables de cerrar con llave el edificio por la noche ni de manejar equipos motorizados.

Cuarto o armario de limpieza

El centro de reuniones puede tener un cuarto o armario de limpieza donde el equipo y los artículos de limpieza estén accesibles para el uso de los miembros. Los representantes del edificio de estaca y de barrio pueden coordinar con el grupo de administración de Propiedades para equipar, abastecer y mantener este armario.

Procedimientos de emergencia

Los líderes locales del sacerdocio elaboran planes para responder a las diversas emergencias que puedan presentarse en el centro de reuniones. Utilizan estos planes para recurrir a ellos durante los momentos de emergencia y para capacitar a los miembros. Se recomienda poner a la vista en lugares adecuados la información de contacto de la policía, los bomberos y los servicios médicos de emergencia de la localidad.

Prevención de incendios

El riesgo de incendio se reduce cuando todos los que utilizan el centro de reuniones toman precauciones razonables. A continuación figuran algunas medidas de prevención de incendios que se recomiendan:

• Mantener todos los materiales inflamables —incluyendo madera, productos de papel, productos químicos y residuos— fuera de los cuartos, armarios, gabinetes y espacios que tengan calentadores de agua, equipos de calefacción, equipos mecánicos y servicios públicos.

• Evitar el uso de calentadores portátiles.

• No dejar hornos ni estufas sin supervisión al calentar alimentos o al hervir agua.

Aceras y senderos externos

Así como los líderes mantienen despejados los pasillos y otros puntos de acceso interiores, es importante mantener las aceras o los senderos externos despejados para entrar y salir en forma segura.

Llaves de centros de reuniones

El grupo de administración de Propiedades proporciona llaves de centros de reuniones a los líderes de la estaca. Los obispados distribuyen llaves a los líderes del barrio según lo estipule la estaca. Cada obispado lleva un registro de quién tiene llaves y entrega una copia de dicho registro al representante del edificio de la estaca. Los miembros devuelven todas las llaves cuando son relevados de sus responsabilidades relacionadas.

Dinero

En ningún momento se deja dinero en los centros de reuniones de un día para otro o sin vigilancia.

Procedimientos de seguridad y cierre

Los líderes de estaca o los obispos agentes consideran programar horarios y procedimientos de cierre de los centros de reuniones. Estos procedimientos se siguen cada noche, poco después de la hora de cierre establecida.

Los líderes del sacerdocio pueden asignar que dos personas juntas cierren con llave el edificio a fin de minimizar el riesgo personal. El procedimiento de cierre incluye asegurarse de que ninguna persona no autorizada permanezca en el edificio, apagar todas las luces y calefacción o aire acondicionado temporal, cerrar con llave las puertas y asegurar las ventanas.

Los miembros de la Iglesia que tienen llaves de acceso al centro de reuniones deben cerrar con llave las puertas exteriores y asegurar todas las ventanas cuando se marchen.

Los líderes locales se aseguran de que las computadoras, las copiadoras, los teclados electrónicos portátiles y el equipo audiovisual se almacenen en cuartos o en lugares de almacenamiento cerrados con llave. Además, las computadoras y el equipo electrónico se marcan como propiedad de la Iglesia, y se mantiene una lista con los modelos y los números de serie.