Céntrese en llegar a ser semejante al Salvador en vez de tan solo cumplir tareas.

En momentos de dificultad, podemos sentirnos abrumados al querer cumplir aun con las tareas pequeñas. En tales momentos, podemos centrarnos en lo que estamos llegando a ser, y no tanto en las tareas que logramos completar. Jesucristo enseñó: “Por lo tanto, ¿qué clase de hombres habéis de ser? En verdad os digo, aun como yo soy” (3 Nefi 27:27). Cuando luchamos con problemas de salud mental, puede resultar difícil hacer todo lo que queremos hacer, pero podemos recordar que nos estamos volviendo más semejantes al Salvador conforme nos esforzamos por mejorar cada día. Es importante recordar que nuestra senda del discipulado es un proceso y que nuestro progreso se produce a lo largo de toda la vida.

Asimismo, es importante recordar que no hay un tiempo o un plazo fijado para sanar y llegar a ser como Él. Tanto la paciencia como la diligencia son aspectos importantes del proceso. El presidente Dallin H. Oaks ha explicado: “El Evangelio de Jesucristo es el plan mediante el cual podemos llegar a ser lo que se supone que los hijos de Dios deben llegar a ser. Ese estado perfeccionado y sin mancha será el resultado de la sucesión constante de convenios, ordenanzas y acciones, de una acumulación de decisiones correctas y del arrepentimiento continuo” (“El desafío de lo que debemos llegar a ser”, Liahona enero de 2001, pág. 41).