Salud mental
7: Mis emociones, mis estados de ánimo e incluso mis conductas son difíciles de predecir o aun de controlar a veces, y eso puede dificultar mi adoración y el servicio que presto. ¿Hay sitio para mí?


“7: Mis emociones, mis estados de ánimo e incluso mis conductas son difíciles de predecir o aun de controlar a veces, y eso puede dificultar mi adoración y el servicio que presto. ¿Hay sitio para mí?” La salud mental: Ayuda para mí, 2019

“Mis emociones, estados de ánimo y conductas son difíciles de predecir”, La salud mental: Ayuda para mí

Una mujer en la clase de la Sociedad de Socorro

Mis emociones, mis estados de ánimo e incluso mis conductas son difíciles de predecir o aun de controlar a veces, y eso puede dificultar mi adoración y el servicio que presto. ¿Hay sitio para mí?

Sí; Jesucristo nos invita a todos a venir a Él. Él invita a todos a participar del Evangelio. Sí que hay sitio para quienes tienen problemas de salud mental, y además se los necesita. Cada uno de nosotros tiene dones, atributos y talentos para ayudar a edificar el reino de Dios. Es común que las personas que hayan padecido dolor emocional tengan mucha empatía y comprensión. La Iglesia le necesita y le quiere, y usted debería experimentar un sentido de pertenencia.

Tal como ha enseñado un miembro de la Primera Presidencia, el presidente Dieter F. Uchtdorf:

“Algunos podrían decir: ‘Es que me siento fuera de lugar entre ustedes, la gente de la Iglesia’.

“Si pudieran ver nuestro corazón, probablemente encontrarían que [ustedes] se parecen a nosotros más de lo que se imaginan. Se sorprenderían de encontrar que tenemos anhelos, luchas y esperanzas parecidos a los de ustedes. Su pasado y crianza pueden parecer diferentes a lo que perciben que es el de muchos Santos de los Últimos Días; pero eso podría ser una bendición. Hermanos y hermanas, queridos amigos, necesitamos sus habilidades y perspectivas únicas. La diversidad de personas y pueblos alrededor del mundo es la fortaleza de esta Iglesia” (“Vengan, únanse a nosotros”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 23).