Salud mental
8:¿Cómo puedo ser feliz si no puedo sentir nada?


“8:¿Cómo puedo ser feliz si no puedo sentir nada?” La salud mental: Ayuda para mí, 2019

“¿Cómo puedo ser feliz?” La salud mental: Ayuda para mí

un hombre sentado en una silla, en la oscuridad

¿Cómo puedo ser feliz si no puedo sentir nada?

El Salvador calmó el mar y brindó consuelo y paz a Sus discípulos; Él puede ayudarle a que sea más feliz y halle sentido a la vida a pesar de sus dificultades. Pruebe algunas de las siguientes ideas, pero tenga en cuenta que se requerirá un poco de ensayo y error para encontrar la que mejor le resulte a usted:

  • Busque ayuda profesional. Si ha tenido problemas durante varias semanas o más, o si los síntomas empiezan a interferir con su vida cotidiana —en casa, en el trabajo, en los estudios o en sus relaciones—, busque ayuda. El abordar enseguida las inquietudes referentes a la salud mental puede prevenir una crisis en el futuro.

  • Celebre los pequeños logros. El éxito es el éxito, sin importar lo pequeños que puedan parecer los logros. Tal vez haya levantado la mano en una clase, haya lanzado una carcajada o se haya preocupado lo bastante como para sostener la puerta abierta a otra persona. Reflexione sobre esos momentos a fin de recordarse a sí mismo aquellos logros cuando la vida sea difícil. Quizá le resulte útil escribir sobre ellos.

  • Reemplace las tinieblas por luz. Practique a fin de reemplazar cada pensamiento negativo que le acuda a la mente por un pensamiento positivo. Además, si lo desea, escoja un himno u otra música edificante para escucharla cuando surjan las ideas negativas. También puede solicitar una bendición del sacerdocio.

  • Cuídese a sí mismo. Considere la posibilidad de realizar algún cambio en su rutina diaria o de cultivar algún hábito de modo deliberado. Procure hallar satisfacción en las cosas pequeñas y sencillas al observar los pétalos de una flor, el sabor de una de sus comidas preferidas, o la belleza del canto de un ave. Practique la atención plena u otra técnica de relajación. Deje que sus pensamientos se tornen a Dios mientras dedica tiempo para rejuvenecer la mente y el cuerpo.

  • Póngase en movimiento. La actividad física, junto con el sueño apropiado y la buena alimentación, mejoran el humor y el ánimo. Además, la actividad física contribuye a reducir el estrés. Podría salir a caminar o a correr, bailar, levantar pesas o participar en alguna otra actividad que le guste. La actividad física también es un modo de relacionarse con otras personas. Consulte más ideas en La vida providente: La salud física (ChurchofJesusChrist.org).

  • Exprese gratitud. Eso no significa que niegue ni que ignore los sentimientos de pesar ni depresión; más bien, significa que reconoce las bendiciones que el Padre Celestial le ha dado. Escriba al menos una cosa por la que esté agradecido cada día. Quizás haya tenido algunos momentos de alivio del dolor; tal vez haya recordado alguna ocasión en que alguien haya sido bondadoso; o bien acaso haya valorado algo que vio, olió, tocó o saboreó.

  • Escríbalo y luego deseche el papel. No hace falta que conserve todo lo que escriba en un diario personal como recuerdo o legado para las generaciones futuras. Escribir con el fin de procesar las ideas y expresar las emociones reales puede ser de gran ayuda. En ocasiones, cuando pensamos que algún día otra persona podría leer lo que escribimos, levantamos una barrera que nos impide ser totalmente sinceros en cuanto a nuestros sentimientos. Puede ser de provecho escribir con total sinceridad y expresar las emociones reales, y luego desechar la hoja de papel. Esta acción nos podría ayudar a desprendernos de ciertos sentimientos.