1 Corintios 10
Resistir la tentación
¿Alguna vez deseaste poder escapar de las tentaciones que enfrentas? El apóstol Pablo enseñó un principio valioso que puede ayudarnos cuando nos enfrentamos a la tentación. Esta lección tiene como objetivo ayudarte a confiar en Jesucristo para vencer la tentación.
La tentación
Si es posible, obtén un imán y un objeto metálico y piensa en cómo podrías utilizarlos para explicar el concepto de resistir la tentación.
Lee la siguiente declaración del élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, o mira el video “Buscar a Cristo en todo pensamiento”, desde 2:44 hasta 3:23, disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.
Hablando metafóricamente, ceder a las tentaciones es como acercarse a un imán con un objeto metálico. La fuerza invisible del imán atrae el objeto metálico y lo sujeta firmemente. El imán pierde su poder sobre el objeto metálico cuando este se aleja del imán. Por lo tanto, así como el imán es incapaz de ejercer poder sobre un objeto de metal distante, cuando resistimos las tentaciones, estas se desvanecen y pierden su poder sobre nuestra mente y corazón y, por tanto, sobre nuestras acciones.
(Ulisses Soares, “Buscar a Cristo en todo pensamiento”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 83)
A medida que estudies 1 Corintios 10, escucha las impresiones del Espíritu Santo que te ayudarán a saber lo que puedes hacer para resistir las tentaciones que enfrentas.
Uno de los propósitos de las Escrituras es ayudarnos a aprender de la vida y los desafíos de aquellos que han vivido antes (véanse 1 Corintios 10:6, 11; Mormón 9:31). Según lo registrado en 1 Corintios 10, Pablo utilizó el ejemplo de los israelitas cuando cruzaron el mar Rojo y viajaron por el desierto, y les recordó a los corintios sobre las formas en las que el Señor estuvo con los israelitas durante su viaje (véase 1 Corintios 10:1–4).
Observa lo que hizo el Señor por los israelitas y con qué título lo describe a Él el versículo 4.
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¿Qué puedes aprender sobre el Salvador al pensar en el título que utilizó Pablo en el versículo 4?
A pesar de las formas milagrosas en las que el Señor apoyó a los israelitas, en ocasiones sucumbieron ante la tentación. Lee 1 Corintios 10:5–11 y busca las tentaciones que causaron que los israelitas se apartaran de su “roca espiritual”, Jesucristo.
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¿En qué formas crees que nuestras circunstancias son similares a las de los israelitas?
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¿Cuáles son algunas de las tentaciones más comunes que enfrentan los jóvenes que podrían hacer que se alejen del Salvador?
Piensa en las tentaciones que estás enfrentando actualmente y cómo tienen el potencial de alejarte de la “roca”, Jesucristo. Reflexiona sobre cómo sería tu vida si pudieras superar estas tentaciones.
El Señor nos ayudará a vencer la tentación
Recuerda que ser tentado no es un pecado, pero ceder a la tentación sí lo es. Lee 1 Corintios 10:12–14 y busca principios que puedan ayudarte a vencer la tentación.
Puede que hayas encontrado un principio como este: Dios nos proporcionará una manera de escapar de la tentación, pero debemos elegir apartarnos de ella.
A través de las Escrituras y los profetas contemporáneos, el Salvador nos ha enseñado cómo vencer la tentación. Lee los siguientes pasajes de las Escrituras y declaraciones proféticas, y busca lo que puedes hacer para acercarte al Salvador y escapar de la tentación. Es posible que desees vincularlos a 1 Corintios 10:12–14.
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Hebreos 4:15–16 (Nota: El sumo sacerdote que se menciona en estos versículos es Jesucristo)
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Presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia:
Nuestra fe en Jesucristo nos lleva al arrepentimiento y a guardar Sus mandamientos. Obedecemos y resistimos la tentación cuando seguimos la inspiración del Espíritu Santo. Con el paso del tiempo, nuestro estado natural cambiará y nos volveremos como un niño pequeñito, obedientes a Dios y más llenos de amor. Ese cambio, si hacemos todo lo que debemos por conservarlo, nos hará merecedores de recibir los dones que vienen por medio del Espíritu Santo. Entonces, nos encontraremos a salvo sobre la única roca segura.
(Henry B. Eyring, “Como un niño”, Liahona, mayo de 2006, págs. 15–16)
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¿Qué aprendiste de estos pasajes de las Escrituras y de la declaración que te motive a recurrir al Salvador para escapar de la tentación?
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¿Cuáles son algunas de las formas en las que Dios te proporcionará un escape de la tentación?
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¿Qué podemos hacer para reconocer y utilizar estas formas de escapar que Dios proporciona?
Completa una o más de las actividades que se encuentran a continuación:
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Reescribe 1 Corintios 10:14, sustituyendo “amados míos” por tu nombre e “idolatría” por una tentación que estés enfrentando.
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Registra una experiencia en la que el Salvador te haya ayudado a escapar de la tentación. ¿Cómo podría esta experiencia ayudarte a escapar de tus tentaciones actuales?
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Registra los pasos específicos que darás para confiar en Jesucristo y resistir una tentación que estés enfrentando.
Responde las preguntas siguientes. No es necesario que hables de tus tentaciones de forma específica.
Opcional: ¿Quieres aprender más?
¿Cómo pueden Jesucristo y el Espíritu Santo ayudarme a vencer la tentación?
El élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
Luchar contra las tentaciones requiere toda una vida de diligencia y fidelidad; pero, por favor, sepan que el Señor está listo para ayudarnos en nuestros esfuerzos personales y nos promete bendiciones increíbles si perseveramos hasta el fin […].
Mis amados hermanos y hermanas, testifico que, si ponemos nuestra confianza en la roca de la salvación, el Salvador de nuestras almas […], nuestra capacidad para controlar nuestros pensamientos aumentará significativamente. Puedo asegurarles que nuestra madurez espiritual crecerá a un ritmo cada vez mayor, cambiando nuestro corazón, haciéndonos más como Jesucristo. Además, la influencia del Espíritu Santo será más intensa y constante en nuestra vida. Entonces las tentaciones del enemigo, poco a poco, irán perdiendo su poder sobre nosotros, dando como resultado una vida más feliz, pura y consagrada.
Para aquellos que, por la razón que sea, han caído en la tentación y moran en acciones injustas, les aseguro que existe un camino de regreso, que sí hay esperanza en Cristo.
(Ulisses Soares, “Buscar a Cristo en todo pensamiento”, Liahona, noviembre de 2020, págs. 83–84)
El élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
Un principio de progreso eterno es que el ejercicio del autocontrol y una vida recta refuerzan nuestra capacidad para resistir la tentación. Esto es cierto tanto en el ámbito espiritual como en los asuntos temporales […].
Como parte del plan de Dios, somos bendecidos con el don del Espíritu Santo […]. Es también una voz de advertencia contra el mal y una voz de protección contra el peligro. Al navegar por los mares de la vida, es esencial seguir las impresiones del Espíritu Santo. El Espíritu nos ayudará a evitar tentaciones y peligros, nos consolará y nos guiará en las dificultades.
(Quentin L. Cook, “Organizar el barco al estilo Bristol: Sean dignos de entrar en el templo, en las buenas y en las malas épocas”, Liahona, noviembre de 2015, págs. 41, 42)
¿Cómo puedo prepararme anticipadamente para escapar de la tentación?
El presidente Spencer W. Kimball (1895–1985) enseñó lo siguiente:
Las decisiones correctas son más fáciles de tomar cuando se toman con bastante anticipación y con nuestros objetivos finales en mente; eso nos evita mucha angustia [al momento de decidir], cuando estamos cansados y la tentación es grande […].
Desarrollen el autodominio de manera que, al enfrentarse repetidamente con una misma tentación, no tengan que tomar cada vez una decisión al respecto. ¡Algunas decisiones tienen que tomarse solo una vez! […].
El momento para abandonar las malas prácticas es antes de que empiecen. El secreto de la buena vida consiste en la protección y la prevención. Aquellos que ceden a la maldad usualmente son los que se han colocado en una posición vulnerable.
(Véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball, 2006, págs. 121, 122)