“He Comes Again to Rule and Reign” [Él viene de nuevo a gobernar y reinar], por Mary R. Sauer. Jesucristo desciende a la tierra en Su segunda venida. Hay hombres, mujeres y niños a Su alrededor. Lleva puesta una túnica roja y mira hacia abajo a los que se están congregando.
¿Qué preguntas o pensamientos vienen a tu mente cuando piensas en la segunda venida de Jesucristo? En los capítulos 4–5 de su primera epístola a los tesalonicenses, el apóstol Pablo enseñó detalles importantes acerca de la segunda venida del Salvador y de cómo podemos estar preparados para ella. El objetivo de esta lección es ayudarte a comprender lo que sucederá y lo que puedes hacer a fin de prepararte para el momento en que Jesucristo regrese a la tierra.
Preguntas sobre la segunda venida de Jesucristo
Dedica un momento a ver la imagen que se encuentra al comienzo de la lección y, luego, piensa en tus respuestas a las preguntas siguientes:
¿Cuáles son algunas de las cosas que sabes acerca de la segunda venida de Jesucristo?
¿Cuáles son algunas cosas de las que no sabes?
Los santos de Tesalónica también tenían preguntas sobre la segunda venida del Salvador. Teniendo en cuenta las enseñanzas de Pablo en estos capítulos, es posible que hayan hecho preguntas como: “¿Cuándo resucitarán nuestros seres queridos que han muerto?”, “¿Cuándo ocurrirá la segunda venida de Jesucristo?” o “¿Cómo podemos prepararnos para la segunda venida de Jesucristo?”. Quizás hayas tenido preguntas similares. Las siguientes actividades de estudio tratan estas preguntas.
1. Escoge al menos dos de las siguientes actividades de estudio para completar en la lección de hoy. Sigue las instrucciones de las actividades que escogiste.
Actividad de estudio 1: ¿Qué les ocurrirá a los vivos y a los muertos en la segunda venida de Jesucristo?
Lee 1 Tesalonicenses 4:13–18 y busca ideas sobre lo que les sucederá a los justos cuando Jesús venga de nuevo. Observa la diferencia entre lo que sucederá con los que hayan muerto y los que estén vivos en la Segunda Venida. (Las expresiones “los que duermen” y “los que durmieron” en estos versículos se refieren a quienes están muertos). Podría ser útil leer la Traducción de José Smith de 1 Tesalonicenses 4:15, 17 (en el versículo 15, nota a al pie de página y en el versículo 17, nota a al pie de página).
¿Qué fue lo más significativo para ti de estos versículos?
A continuación, lee Doctrina y Convenios 88:96–98 y busca ideas adicionales sobre estos acontecimientos. (Si lo deseas, lee también los versículos 99–101 para aprender acerca de lo que les sucederá a quienes no aceptaron a Jesucristo en esta vida).
¿Qué nuevas perspectivas has obtenido?
Una verdad que tal vez hayas encontrado podría ser que los santos fieles que mueran antes de la Segunda Venida resucitarán cuando Cristo venga de nuevo.
El término “arrebatados” (1 Tesalonicenses 4:17) se refiere a los justos que se juntarán para encontrarse con el Salvador a Su venida. Muchos cristianos utilizan la palabra arrebatamiento al referirse a ese momento.
El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, relató lo siguiente en cuanto a este sagrado acontecimiento:
Imagen
Retrato oficial del élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, agosto de 2010.
Nada aumenta más mi deseo de hablar de Cristo que visualizar Su regreso. Aunque no sabemos cuándo vendrá, ¡los acontecimientos de Su regreso serán grandiosos! Vendrá en las nubes del cielo con majestuosidad y gloria con todos Sus santos ángeles. No solo unos cuantos ángeles, sino todos Sus santos ángeles. Estos no son los querubines de mejillas rosadas que pintó Rafael y que vemos en las tarjetas del Día de San Valentín. Son los ángeles de los siglos, los ángeles enviados para cerrar la boca de los leones, para abrir las puertas de la cárcel, para anunciar Su tan esperado nacimiento, para fortalecerle en Getsemaní, para confortar a los discípulos al tiempo de Su ascensión y para iniciar la gloriosa restauración del Evangelio.
¿Pueden imaginarse ser arrebatados para recibirlo, ya sea en este lado del velo o en el otro? Esa es la promesa que Él ha dado a los justos. Esta asombrosa experiencia marcará nuestras almas para siempre.
(Neil L. Andersen, “Hablamos de Cristo”, Liahona, noviembre de 2020, págs. 90, 91)
Si escogiste esta actividad de estudio, registra tus respuestas a las preguntas siguientes:
Dedica un momento a imaginar cómo sería ser contado entre los justos en la venida del Salvador.
¿Qué pensamientos o sentimientos podrías experimentar en ese día? ¿Cómo te sientes al saber que el Salvador desea que te unas a Él cuando Él venga? ¿Cómo influye en ti hoy el imaginar ese día futuro?
En 1 Tesalonicenses 4:18, Pablo alentó a los santos a “consola[rse] los unos a los otros con estas palabras”.
¿De qué modo las palabras de Pablo te brindan consuelo? ¿Cómo podrían esas palabras brindarte consuelo en circunstancias futuras que podrías afrontar?
Actividad de estudio 2: ¿Cuándo tendrá lugar la segunda venida de Jesucristo?
¿Te has preguntado alguna vez cuándo se producirá la segunda venida de Jesucristo o si estarás preparado? Es probable que los santos tesalonicenses tuvieran esas mismas preguntas.
Lee 1 Tesalonicenses 5:1–3 y busca las metáforas que utilizó Pablo para describir el momento en que Jesús regresaría a la tierra.
¿Qué encontraste?
¿Qué te enseñan las metáforas de Pablo sobre un ladrón en la noche y una mujer en trabajo de parto acerca de la segunda venida del Salvador?
Una verdad que podemos aprender de las enseñanzas de Pablo es que, si nos esforzamos por ser “hijos de luz” siguiendo a Jesucristo, estaremos preparados cuando Él vuelva.
Si escogiste esta actividad de estudio, registra en una lista lo que indica el siguiente párrafo.
Para aprender más acerca de las diferentes maneras en las que el Señor nos invita a llegar a ser hijos de luz, lee 3 Nefi 18:24; Doctrina y Convenios 50:23–25; 88:67–68. Escribe en tu diario de estudio lo que encuentres que te ayude a entender cómo ser hijo de luz.
¿De qué modo estás invitando a la luz del Señor a tu vida? ¿Cómo podrías invitar más de Su luz a tu vida?
Actividad de estudio 3: ¿De qué maneras podemos prepararnos para la segunda venida de Jesucristo?
Pablo concluyó su primera epístola a los tesalonicenses compartiendo consejos sobre cómo los santos podrían estar mejor preparados para recibir al Salvador en Su segunda venida.
Lee 1 Tesalonicenses 5:14–22 y ve qué perspectivas obtienes en cuanto a estar preparado. Sé receptivo a las ideas en cuanto a qué enseñanzas podrían ser particularmente útiles para ti.
Si escogiste esta actividad de estudio, responde las preguntas siguientes y registra el pasaje correlacionado de las Escrituras que elegiste.
¿Cuál de estas enseñanzas es más significativa para ti? ¿Por qué?
Busca uno o dos pasajes de las Escrituras que te ayuden a profundizar tu comprensión de la enseñanza que hayas seleccionado. (Podrías usar las notas al pie de la página o buscar un tema en la Guía para el Estudio de las Escrituras a fin de encontrar un pasaje relacionado).
¿Cómo te ha ayudado Jesucristo, o cómo te ayudará, a estar listo para Su segunda venida? ¿Qué puedes aprender sobre Él a partir de esto?
Reflexiona en cuanto a las verdades que has aprendido hoy y sobre las cosas que te has sentido inspirado a hacer, las cuales te ayudarán a estar más preparado y entusiasmado ante la posibilidad de reencontrarte con el Salvador. Registra tus pensamientos en tu diario de estudio.
Opcional: ¿Quieres aprender más?
1 Tesalonicenses 5:2. ¿Cómo puede compararse el momento de la segunda venida del Salvador con un ladrón en la noche?
El élder Bruce R. McConkie (1915–1985), del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó que un ladrón en la noche habitualmente llega “inesperadamente y sin aviso” (Doctrinal New Testament Commentary, 1973, tomo III, pág. 54). Esta analogía sugiere que la segunda venida del Salvador llegará de forma sorpresiva para algunos.
1 Tesalonicenses 5:21. ¿A qué se refirió Pablo cuando dijo: “Examinadlo todo; retened lo bueno”?
Pablo invitó a los santos de Tesalónica a “examina[rlo] todo”, es decir, verificar todas las cosas o ponerlas a prueba a fin de entender si son buenas o malas, y a “retene[r] lo bueno”. Como miembros de la Iglesia, no solo se nos enseña a aprender el Evangelio, sino también a meditar y orar al respecto, y finalmente comprenderlo (véanse 3 Nefi 17:1–3; Doctrina y Convenios 68:25–26). Entonces, debemos aferrarnos firme y fielmente a las cosas buenas que lleguemos a comprender.
