Biblioteca
Hechos 22–23, 26–28


Hechos 22–23, 26–28

El Señor estaba con Pablo

El Cristo resucitado se aparece a Pablo cuando este se encuentra en prisión.

Mientras estaba encadenado y rodeado de judíos que querían matarlo, Pablo se puso de pie en los escalones de la Fortaleza Antonia de Jerusalén y testificó osadamente de su conversión a Jesucristo. Después de que Pablo fue encarcelado, el Salvador lo visitó y prometió que Pablo testificaría de Él en Roma. Más adelante, Pablo experimentó muchas pruebas que hicieron que pareciera poco probable que esa promesa se cumpliera. Esta lección proporciona una reseña de Hechos 22–23, 26–28 y tiene el objetivo de aumentar tu confianza en que el Padre Celestial y Jesucristo cumplirán Sus promesas a medida que te esfuerces por servirlos. 

¿En quién confías?

¿En quién confiarías para hacer lo siguiente y por qué?

  • Escoger qué ropa usar

  • Escoger dónde vivirás

  • Cumplir siempre sus promesas

  • Permanecer a tu lado en momentos difíciles

Responde las siguientes preguntas:

  • ¿Cuál de esos asuntos es más importante para ti? ¿Por qué?

  • ¿Cómo te ayuda el tener personas en tu vida en las que puedes confiar?

Dedica un momento a reflexionar sobre cuánto confías en el Padre Celestial y en Jesucristo. ¿Crees que Ellos cumplirán las promesas que te han hecho? ¿Crees que Ellos estarán contigo durante los momentos difíciles? ¿Confiarías en Ellos lo suficiente como para dejar que te guíen cada día? ¿Por qué sí o por qué no? Al estudiar esta lección, busca relatos que puedan ayudarte a aumentar tu confianza en que el Padre Celestial y Jesucristo cumplirán Sus promesas a medida que te esfuerces por servirlos.

Pablo regresa a Jerusalén

Después de su tercer viaje misional, Pablo regresó a Jerusalén para testificar de Cristo. Un grupo de judíos que querían matarlo lo hicieron salir fuera del templo, pero los soldados romanos lo rescataron. Fue llevado a las gradas de la Fortaleza Antonia y se le permitió hablar (véase Hechos 21). Pablo testificó acerca de su conversión a Jesucristo y de la instrucción del Salvador de predicar a los gentiles. Los judíos volvieron a enfurecerse y se envió a Pablo de regreso a la fortaleza por su seguridad (véase Hechos 22; 23:1–10).

Lee Hechos 23:11 y busca lo que el Salvador le dijo a Pablo y lo que hizo por él. Además, también podrías ver el video “Sed de buen ánimo” (1:31), que se encuentra en LaIglesiadeJesucristo.org.

1:31
  • ¿Qué podemos aprender acerca del Salvador a partir de lo que dijo e hizo en este versículo?

  • ¿En qué ocasiones ha demostrado el Salvador alguna de estas verdades en tu vida o en la de alguien a quien conoces?

Las promesas del Salvador

La experiencia de Pablo es un ejemplo en el que el Salvador cumplió Su promesa de estar con los apóstoles conforme ellos predicaban el Evangelio (véase Mateo 28:19–20).

Escribe en una hoja de papel con un bolígrafo o lápiz. 1. Haz lo siguiente:

En tu diario de estudio, crea un cuadro como el que aparece a continuación. Durante el transcurso de esta lección, anota las promesas del Señor en el lado izquierdo del cuadro y el cumplimiento de esas promesas en el lado derecho.

Las promesas

El cumplimiento de las promesas

Las promesas

Jesús estaría con los apóstoles conforme ellos predicaran el Evangelio (véase Mateo 28:19–20).

Pablo testificaría en Roma (véase Hechos 23:11).

El cumplimiento de las promesas

Jesús se presentó ante Pablo en la fortaleza después de que Pablo hubo predicado (véase Hechos 23:11).

El Salvador hizo más promesas a Sus apóstoles.

Lee Mateo 10:18–20 y Marcos 16:17–18. Localiza las promesas del Salvador y escríbelas en la columna izquierda del cuadro.

  • ¿Qué te enseñan estas promesas acerca de Jesucristo?

Pablo continúa testificando de Cristo

Lee los siguientes resúmenes y piensa en cómo te sentirías si estuvieras en la situación de Pablo. Luego, lee los versículos que aparecen después de cada situación para ver cómo actuó Pablo y de qué manera se cumplieron las promesas del Señor. Agrega las promesas cumplidas que encuentres en el lado derecho del cuadro de tu diario de estudio.

  1. Pablo fue sometido a juicio ante los gobernadores y reyes romanos; Hechos 26:1–2, 22–23.

  2. Se envió a Pablo en un barco a Roma, pero los azotó una terrible tormenta que amenazó con hundirlos; Hechos 27:22, 25, 41, 44.

  3. Pablo quedó varado en una isla donde una serpiente lo mordió; Hechos 28:4–6.

  4. Finalmente, Pablo llegó a Roma; Hechos 28:16, 30–31.

Aprenderás más en cuanto a estos relatos en lecciones futuras.

  • ¿Qué promesas cumplidas encontraste?

  • ¿Por qué es importante para ti el hecho de que Jesucristo cumpla Sus promesas?

  • El saber que el Salvador cumple Sus promesas, ¿cómo influye en tus sentimientos hacia Él y en tu deseo de escucharlo y seguirlo?

Aunque Dios nos invita a esforzarnos por servirlo, Él no espera a que seamos perfectos para cumplir las promesas que nos hace. Aunque Pablo experimentó muchos desafíos (véase 2 Corintios 11:23–27) y no era perfecto (véase 1 Timoteo 1:15), Dios de todas maneras cumplió Sus promesas a Pablo.

Promesas cumplidas en tu vida

Piensa en las promesas que el Padre Celestial y Jesucristo te han hecho.

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

Retrato oficial del élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, 2020.

Como es comprensible, todas las preciosas y grandísimas promesas que el Padre Celestial ofrece a Sus hijos no pueden calcularse ni describirse por completo. Sin embargo, incluso la lista parcial de las bendiciones prometidas […] debería “darnos asombro” y hacernos “postra[r] y adora[r] al Padre” en el nombre de Jesucristo.

(Véase David A. Bednar, “Preciosas y grandísimas promesas”, Liahona, noviembre de 2017, pág. 91)

Los siguientes recursos contienen promesas que el Padre Celestial y Jesucristo nos han hecho.

Escoge algunos de estos recursos para estudiar. A medida que encuentres promesas, agrégalas en el lado izquierdo del cuadro de tu diario de estudio.

  • ¿Qué te enseñan estas promesas sobre lo que el Salvador desea para ti?

Mira la lista de promesas que encontraste. Busca la influencia del Espíritu Santo mientras meditas sobre la forma en que el Padre Celestial y Jesucristo pueden haber cumplido esas promesas en tu vida. En la columna derecha del cuadro de tu diario de estudio, agrega una breve descripción de cómo cumplieron Ellos una o más de esas promesas o alguna otra promesa que recuerdes. Por ejemplo, sentir la influencia del Espíritu Santo puede ser el cumplimiento de las promesas hechas en las oraciones sacramentales (véase Moroni 4:3; 5:2). También podrías escribir sobre la forma en que el Padre Celestial y Jesucristo cumplieron Sus promesas a alguien que conoces.

Medita sobre la forma en que esos ejemplos pueden aumentar tu confianza en que el Padre Celestial y Jesucristo cumplirán Sus promesas en el futuro.

Opcional: ¿Quieres aprender más?

¿Por qué debemos confiar en el Señor?

El élder Stanley G. Ellis, de los Setenta, explicó:

Retrato oficial del élder Stanley G. Ellis. Fotografiado en marzo de 2017.

Hermanos y hermanas, ¡podemos tener la fe para confiar en Él! Él desea lo mejor para nosotros (véase Moisés 1:39). Él contestará nuestras oraciones (véase Doctrina y Convenios 112:10). Él cumplirá Sus promesas (véase Doctrina y Convenios 1:38). Él tiene el poder para cumplir esas promesas (véase Alma 37:16). ¡Él lo sabe todo! Y lo más importante, Él sabe lo que es mejor (véase Isaías 55:8–9).

(Véase Stanley G. Ellis, “¿Confiamos en Él? Lo difícil es bueno”, Liahona, noviembre de 2017, pág. 114)

¿Por qué debería querer esforzarme por servir a Dios?

La hermana Elaine L. Jack, quien fue Presidenta General de la Sociedad de Socorro, enseñó:

Retrato de Elaine L. Jack, Presidenta General de la Sociedad de Socorro entre 1990 y 1997.

Cuando era yo una joven madre, recuerdo haber dicho a mi hijo menor, Gordon, un día en que se cayó de la bicicleta y no solo se lastimó las rodillas, sino que también perdió la confianza: “Aquí estoy, contigo”, rodeándolo con mis brazos para consolarlo. “Aquí estoy, contigo”. ¿No nos recuerda eso al Señor que está siempre con nosotros? (véase Mateo 28:20). No solo está a nuestro lado en la Iglesia, en el templo o cuando nos arrodillamos a orar; Él está siempre con nosotros si vivimos de acuerdo con Sus enseñanzas.

(Véase Elaine L. Jack, “Examina la senda de tus pies”, Liahona, enero de 1994, pág. 117)

Hechos 23:11. El Señor conocía los sacrificios y las pruebas de Pablo, y estaba con Él. ¿Hará Él lo mismo por mí?

La hermana Sharon Eubank, Primera Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, enseñó:

Retrato oficial de la hermana Sharon Eubank, tomado en 2017.

Testifico que son amados. El Señor sabe cuánto se esfuerzan; ustedes están progresando. Sigan adelante. Él ve todos sus sacrificios que nadie más ve y los cuenta para su bien y el bien de aquellos a quienes aman. La obra que realizan no es en vano, no están solos. Su nombre mismo, Emanuel, significa “Dios con nosotros”. Él ciertamente está con ustedes.

(Sharon Eubank, “Cristo: La luz que resplandece en las tinieblas”, Liahona, mayo de 2019, pág. 76)

¿Cómo puedo entender mejor los acontecimientos de Hechos 22–23, 26–28?

Mira el video “Capítulo 63: Pablo termina su misión” (2:32), que se encuentra en LaIglesiadeJesucristo.org.

2:49