Dominio de la doctrina: Santiago 2:17–18
“La fe, si no tiene obras, es muerta”
En una lección anterior, aprendiste que demostramos fe en Jesucristo por medio de nuestras acciones rectas. Esta lección puede ayudarte a memorizar la referencia y la frase clave del pasaje de Dominio de la doctrina de Santiago 2:17–18, explicar la doctrina y poner en práctica los principios relacionados con adquirir conocimiento espiritual en situaciones de la vida real.
Memorizar y explicar
Escribe Santiago 2:17–18: La fe, si no tiene obras, es muerta en una hoja de papel, dejando un poco de espacio entre cada palabra. Recita la referencia de las Escrituras y la frase clave del pasaje en voz alta. Luego recorta cada palabra y número por separado, mézclalos y vuelve a ponerlos en orden. Vuelve a recitar el pasaje de las Escrituras y la referencia. Repite el proceso hasta que puedas recitar la referencia de las Escrituras y la frase clave del pasaje de memoria sin la ayuda de ningún trozo del papel.
A medida que leas Santiago 2:17–18, recuerda de la lección anterior el principio de que la verdadera fe en Jesucristo requiere obras rectas.
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¿Cómo podrías explicar esa verdad de una forma que motive a otra persona a actuar de acuerdo con su fe?
Aplicación práctica
Actuar de acuerdo con nuestras creencias puede ser difícil. El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, declaró: “Lo que sabemos no siempre se refleja en lo que hacemos” (“Más diligentes y atentos en el hogar”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 17). Al leer las siguientes situaciones hipotéticas, piensa en las razones por las que tal vez no siempre actuemos de acuerdo con los principios del Evangelio que conocemos.
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Una joven quiere leer las Escrituras todos los días. A veces pierde la motivación cuando no encuentra significado en lo que está leyendo o no lo entiende.
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Una joven pagaba fielmente el diezmo cuando era niña. Ahora que es mayor y tiene un trabajo constante, la cantidad de diezmos que se espera de ella es más de lo que jamás ha dado, y pagarlo es más difícil.
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Un joven ha aprendido acerca de Jesucristo y Su Expiación durante años. Él cree que Jesús sufrió por los pecados de la humanidad y que sus pecados pueden ser perdonados. Tuvo una experiencia significativa con el arrepentimiento en el pasado; sin embargo, pasa largos períodos de tiempo sin pensar en arrepentirse.
Si deseas ayuda para poner en práctica estos principios a la situación que escogiste, considera responder algunas de las siguientes preguntas o todas ellas.
Principio 1: Actuar con fe
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¿Qué principio del Evangelio puesto en práctica con fe en el pasado?
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¿Qué aprendiste acerca de Jesucristo por medio de esa experiencia que podría ayudarte con esta situación?
Principio 2: Analizar los conceptos y las preguntas con una perspectiva eterna
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¿De qué forma crees que el Padre Celestial ve esta situación? ¿De qué maneras podría ayudar Él?
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¿Cómo podría el actuar de acuerdo con este principio conducir a bendiciones ahora y en la eternidad?
Principio 3: Procurar una mayor comprensión mediante las fuentes divinamente señaladas
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¿Cómo podría ayudar Santiago 2:17–18 en esta situación? ¿Qué otros pasajes de las Escrituras o discursos de la conferencia general podrían ayudarte a comprender mejor y a sentirte motivado a vivir ese principio? (Por ejemplo, véase Alma 32:27–28).
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A menudo puede resultar útil analizar estos asuntos con un amigo de confianza, un familiar o un líder de la Iglesia. ¿Con quién podría desear el Señor que analizaras esta situación?
Dedica un momento para meditar sobre lo que aprendiste en esta lección. Si identificaste una verdad del Evangelio que tienes dificultades para poner en práctica, evalúa sinceramente si planeas actuar de acuerdo con ella ahora. Si no planeas actuar ahora, piensa en los obstáculos que hay en tu camino y en la forma en que el Señor podría ayudarte.