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Hebreos 2–4


Hebreos 2–4

El Salvador puede ayudarnos en nuestros momentos de necesidad

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¿Te has preguntado alguna vez si alguien más entiende realmente por lo que estás pasando en la vida? El libro de Hebreos enseña que Jesucristo descendió de Su trono celestial para vivir como un hombre mortal en la tierra y llevar a cabo una Expiación infinita por nosotros. Debido a ello, Él nos conoce perfectamente y sabe perfectamente cómo ayudarnos. Esta lección puede aumentar tu confianza en que Jesucristo puede ayudarte en momentos de necesidad.

El Salvador entiende

Lee, canta o escucha el himno “¿Dónde hallo el solaz?” (Himnos, nro. 69).

  • ¿Cómo explicarías el mensaje de este himno con tus propias palabras?

Escribe en tu diario de estudio en cuanto a algo con lo que realmente necesites ayuda en tu vida.

En su epístola a los hebreos, Pablo les enseñó a los santos acerca de Jesucristo y del modo en que Él podía darles fortaleza en las circunstancias que afrontaban (véase Hebreos 4:16). A medida que estudies, busca la forma en que Jesucristo puede ayudarte.

En tu diario de estudio, crea un cuadro similar al siguiente:

¿Por qué es Jesucristo capaz de entenderme?

¿Qué bendiciones puede darme Jesucristo debido a que me entiende?

¿Por qué es Jesucristo capaz de entenderme?

¿Qué bendiciones puede darme Jesucristo debido a que me entiende?

Lee Hebreos 2:9–10, 13–18 y 4:12–16 en busca de respuestas a las preguntas del cuadro. Escribe las respuestas debajo de los encabezados correspondientes. Ten en cuenta que Hebreos 2:9 y 16 hacen referencia a que Jesucristo dejó Su trono celestial para vivir como un hombre mortal en la tierra.

1. Responde las preguntas siguientes en tu diario de estudio:

  • ¿Qué aprendiste sobre Jesucristo que sientes que podría ayudarte a ti o a los demás?

  • ¿Por qué podría ser reconfortante saber que Jesucristo puede discernir “los pensamientos y las intenciones del corazón”? (Hebreos 4:12).

  • ¿Qué entiendes de la frase “es poderoso para socorrer a los que son tentados”? (Hebreos 2:18). Ten en cuenta que la palabra traducida como “tentados” también podría traducirse como “probados” o “sujetos a prueba”. La palabra socorrer significa correr para ayudar a alguien.

Una verdad que quizás hayas descubierto es que, debido a que Jesucristo sufrió y fue tentado en todas las cosas, Él nos entiende perfectamente y puede ayudarnos en momentos de necesidad. El profeta Alma, en el Libro de Mormón, también enseñó esta verdad. Considera correlacionar el pasaje de Dominio de la doctrina de Alma 7:11–13 con Hebreos 2:18.

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó cómo obtener una mejor comprensión de la capacidad del Salvador para entenderte y ayudarte. Si lo deseas, mira el video “Soportar sus cargas con facilidad” (16:23), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, desde el minuto 12:15 hasta el 13:21, o lee la siguiente declaración.

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Retrato oficial del élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, 2020.

No hay dolor físico, no hay herida espiritual, no hay angustia de alma, pena, enfermedad ni debilidad que ustedes y yo afrontemos en la vida terrenal que el Salvador no haya experimentado primero. En un momento de debilidad quizá clamemos: “Nadie sabe lo que se siente; nadie entiende”. Pero el Hijo de Dios sabe y entiende perfectamente, ya que Él ha sentido y llevado las cargas de cada uno; y gracias a Su infinito y eterno sacrificio (véase Alma 34:14), tiene perfecta empatía y nos puede extender Su brazo de misericordia. Él puede tendernos la mano, conmovernos, socorrernos, sanarnos y fortalecernos para ser más de lo que podríamos ser y hacer lo que no podríamos si nos valiésemos únicamente de nuestro propio poder.

(David A. Bednar, “Soportar sus cargas con facilidad”, Liahona, mayo de 2014, pág. 90)

  • ¿Cómo te ayudan Alma 7:11–13 o la declaración del élder Bednar a entender mejor la capacidad del Salvador para ayudarte?

Piensa en un ejemplo (de tu vida, de la vida de otras personas o de las Escrituras) que ilustre la comprensión perfecta que el Salvador tiene de nuestras experiencias y necesidades. Si necesitas ayuda para pensar en un ejemplo, considera estudiar Juan 11:21–27, 32–36; Mosíah 24:11–15 o Doctrina y Convenios 122:5–9.

  • ¿Cómo puede ayudarte este ejemplo a confiar en Jesucristo?

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia

Lee Hebreos 4:16 en busca de lo que Pablo nos invita a hacer para recibir la ayuda que necesitamos. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

Para ver algunos ejemplos de cómo podemos acercarnos al trono de la gracia, mira el video “Acudir a Él con fe” (3:52), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.

2. Responde las preguntas siguientes en tu diario de estudio:

  • ¿Qué piensas que significa acercarse “confiadamente al trono de la gracia”?

  • ¿En qué debemos tener confianza al acercarnos a Dios?

  • ¿De qué manera podríamos acercarnos “confiadamente al trono de la gracia” y cómo se sentiría?

Opcional: ¿Quieres aprender más?

¿Qué es la condescendencia de Jesucristo?

El élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

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Retrato oficial del élder Quentin L. Cook. Fue llamado al Cuórum de los Doce Apóstoles el 6 de octubre de 2007.

El ejemplo del Salvador de humildad y de sacrificio por toda la humanidad es el acontecimiento más profundo de la historia. El Salvador, aun siendo miembro de la Trinidad, estuvo dispuesto a venir a la tierra como un humilde bebé y comenzar una existencia que incluía enseñar y sanar a Sus hermanos y hermanas, y finalmente sufrir un dolor indescriptible en Getsemaní y en la cruz a fin de perfeccionar Su Expiación. Ese acto de amor y humildad de parte de Cristo se conoce como Su condescendencia. Él lo hizo por cada hombre y mujer que Dios ha creado o creará.

(Véase Quentin L. Cook, “Lo eterno de cada día”, Liahona, noviembre de 2017, pág. 52)

Hebreos 4:15. ¿Fue Jesús realmente “tentado en todo según nuestra semejanza”?

El presidente Howard W. Hunter (1907–1995) enseñó lo siguiente:

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Howard W. Hunter

Es importante que recordemos que Jesús tenía la capacidad de pecar, que podría haber sucumbido, que el plan de vida y salvación podría haber fracasado, pero que Él permaneció firme. Si no hubiera existido la posibilidad de que cediera a las tentaciones de Satanás, tampoco habría habido una verdadera prueba ni una genuina victoria como resultado. Si no hubiera tenido la facultad de pecar, se le habría estado negando su libre albedrío. Fue Él quien vino a salvaguardar y asegurar el libre albedrío humano, por lo tanto, debía retener la capacidad y la habilidad de pecar si así lo deseaba. Como escribió Pablo: “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia” (Hebreos 5:8); y Él “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hebreos 4:15). Él era perfecto y sin mancha, no porque debía serlo, sino porque clara y decididamente quiso ser así.

(Véase Howard W. Hunter, “Las tentaciones de Cristo”, Liahona, febrero de 1977, pág. 8)

Hebreos 4:16. ¿Cuál es el significado de “el trono de la gracia”?

“En muchas culturas antiguas, acercarse al trono de un rey sin haber sido invitado suponía un riesgo para la vida; sin embargo, con la invitación del rey, una persona se podía acercar y hablar con tranquilidad. Acercarse a Dios ‘confiadamente’ significa tener confianza en que Dios quiere que nos acerquemos a Su trono y que recibiremos Su ayuda” (New Testament Student Manual, 2018, pág. 477).

En referencia a la misericordia que Dios nos ofrece, el élder Jeffrey R. Holland del Cuórum de los Doce Apóstoles enseñó:

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Retrato oficial del élder Jeffrey R. Holland, fotografiado en enero de 2018.

Ciertamente lo que Dios más disfruta de ser Dios es el gozo de ser misericordioso, especialmente con los que no se lo esperan y que a menudo piensan que no se lo merecen.

(Jeffrey R. Holland, “Los obreros de la viña”, Liahona, mayo de 2012, pág. 33)

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