Hebreos 3–4
Entrar en el reposo del Señor
Nuestro Padre Celestial y Jesucristo desean bendecirnos con Sus más ricas bendiciones. La incredulidad y la dureza de corazón impiden que muchos reciban esas bendiciones. Al alentar a los santos a dejar de tener actitudes incrédulas, Pablo procuró ayudarles a regresar a los convenios que habían hecho. El objetivo de esta lección es ayudarte a vencer la incredulidad para que puedas recibir las bendiciones prometidas del Salvador.
Nuestra fe en Jesucristo
El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, describió un problema que enfrenta el mundo en la actualidad:
En algunas partes del mundo donde Su nombre ha sido proclamado por siglos, la fe en Jesucristo está disminuyendo. Los valientes santos de Europa han visto un declive en la creencia en sus países a lo largo de las décadas. Tristemente, aquí en Estados Unidos la fe también está menguando. Un estudio reciente reveló que, en los últimos diez años, treinta millones de personas en Estados Unidos han dejado de creer en la divinidad de Jesucristo. A nivel mundial, otro estudio predice que en las próximas décadas abandonarán el cristianismo más del doble de personas de las que lo aceptarán.
(Neil L. Andersen, “Hablamos de Cristo”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 88)
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¿Cuáles son algunas de las posibles consecuencias, actuales y futuras, de que las personas no crean en Jesucristo?
Piensa en tu propia creencia en Jesucristo.
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¿Cuán fuerte piensas que es tu creencia en Jesucristo?
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¿Cómo puede bendecir tu vida el escoger creer en Él?
Las enseñanzas de Pablo acerca de los hijos de Israel
En su carta a los hebreos, Pablo reconoció que, debido a la persecución, algunos conversos habían considerado apartarse de su creencia en Jesucristo.
Lee Hebreos 3:7–19 y busca el relato histórico al que se refirió Pablo para ayudar a los hebreos a entender el peligro de la incredulidad.
La “provocación […] en el desierto” (Hebreos 3:8) se refiere al tiempo en que, después de ser liberados de Egipto, los israelitas provocaron al Señor a la ira y se les negaron las bendiciones que Él deseaba darles (véanse Números 14; Jacob 1:7–8; Alma 12:33–37).
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¿Qué bendiciones se perdieron los hijos de Israel? ¿Por qué?
El reposo del Señor
El Padre Celestial y Jesucristo quieren que experimentemos Su reposo. Estudia el siguiente pasaje de las Escrituras y la declaración profética para aprender qué es el reposo del Señor. Podría resultar útil buscar la entrada “Descansar, descanso (reposo)” en la Guía para el Estudio de las Escrituras, si está disponible.
Lee Doctrina y Convenios 84:24 para aprender más acerca del reposo del Señor (véase también Alma 13:6, 12–13, 28–29).
El presidente José F. Smith (1838–1918) enseñó cómo podemos entrar en el reposo del Señor durante la vida terrenal:
Los profetas antiguos hablan de “entrar en el reposo de Dios” [véanse Alma 12:34; Doctrina y Convenios 84:23–24]. ¿Qué significa eso? A mi entender, significa entrar en el conocimiento y en el amor de Dios, tener fe en Su propósito y en Su plan hasta el punto de saber que estamos en lo correcto y que no andamos buscando otra cosa, que no nos perturba ningún viento de doctrina ni la astucia ni las artimañas de los hombres que acechan para engañar […]. El hombre que ha alcanzado la fe en Dios hasta el punto de que toda duda y todo temor se han apartado de él ha entrado en el “reposo de Dios”.
(Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José F. Smith, 1998, pág. 58)
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¿Cómo describirías el reposo del Señor?
Alma compartió un mensaje similar al de Pablo con la gente de su época, algunos de los cuales también tenían dificultades para creer. Lee Alma 12:34–37 en busca de ideas adicionales.
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¿Qué principio puedes reconocer en Hebreos 3 y Alma 12:34–37?
Un principio que quizás hayas aprendido es que, si nos mantenemos fieles al Salvador y no endurecemos nuestro corazón, entraremos en el reposo del Señor.
Elegir creer
Lee Hebreos 3:7–8, 12–15; 4:2–3, 6–7, 11. A medida que leas, busca lo que podemos hacer para entrar en el reposo del Señor. Si lo deseas, también puedes leer la Traducción de José Smith de Hebreos 4:3 (en el apéndice de la Traducción de José Smith).
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¿Qué te llama la atención de estos versículos?
El presidente Russell M. Nelson enseñó cómo podemos vencer la incredulidad:
Elijan creer en Jesucristo. Si tienen dudas sobre Dios el Padre y Su Hijo Amado, o de la validez de la Restauración o de la veracidad del llamamiento divino de José Smith como profeta, elijan creer y permanezcan fieles. Lleven sus preguntas al Señor y a otras fuentes fidedignas. Estudien con el deseo de creer más que con la esperanza de encontrar una falla en la trama de la vida de un profeta o una discrepancia en las Escrituras. Dejen de aumentar sus dudas repitiéndolas con otros incrédulos. Permitan que el Señor los guíe en su trayecto de descubrimiento espiritual.
(Russell M. Nelson, “Cristo ha resucitado; la fe en Él moverá montes”, Liahona, mayo de 2021, pág. 103)
Opcional: ¿Quieres aprender más?
¿Cómo puedo tener un corazón más creyente?
El presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia, declaró:
No hay nada mágico con respecto a creer, ¡pero desear creer es necesariamente el primer paso! Dios no hace acepción de personas. Él es su Padre; Él desea hablarles. Sin embargo, eso requiere una pequeña curiosidad científica —eso requiere un experimento con la palabra de Dios— y ejercitar un “poco de fe” [Alma 32:27]. También necesita un poco de humildad; y requiere una mente y un corazón abiertos; requiere buscar, en el pleno sentido de la palabra. Y, quizás lo que es más difícil, requiere ser paciente y esperar al Señor.
Si no ponemos ningún esfuerzo para creer, somos semejantes al hombre que desconecta la lámpara y después culpa a dicha lámpara por no dar luz.
(Dieter F. Uchtdorf, “No temas, cree solamente”, Liahona, noviembre de 2015, pág. 78)
¿Quién puede ayudarnos a encontrar el reposo del Salvador?
Élder W. Craig Zwick, de los Setenta, declaró:
Nuestro Padre Celestial ama a cada uno de Sus hijos y desea que todos nosotros regresemos con Él. Él ha proporcionado profetas y líderes del sacerdocio con la verdadera autoridad del sacerdocio para ayudarnos a permanecer en el sendero estrecho y angosto. Entonces, tenemos la guía de estos líderes para ayudarnos a entrar en Su reposo.
(W. Craig Zwick, “Enter into the Rest of the Lord”, Ensign, febrero de 2012, pág. 24)