Seminario
Juan 2


Juan 2

Jesús convierte el agua en vino

Imagen
Jesus talking to Mary at a wedding feast.

Jesús convirtió el agua en vino en una fiesta de bodas. Este fue el primer milagro registrado que efectuó durante Su ministerio terrenal. Esta lección tiene el propósito de ayudarte a aumentar tu fe en Jesucristo a medida que estudias este milagro y reconoces verdades acerca del poder y carácter del Salvador.

Hacer preguntas para ayudar a los alumnos a comprender las Escrituras. Las preguntas que ayudan a los alumnos a analizar las Escrituras pueden ayudarlos a entender más profundamente las verdades que se enseñan. Busque oportunidades para hacer preguntas que ayuden a los alumnos a pensar en profundidad acerca de palabras o frases importantes y a considerar la forma en que un determinado pasaje se relaciona con ellos.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a imaginar que se les pidió que dieran un discurso en una reunión sacramental acerca del poder de Jesucristo. Pídales que vengan a la clase preparados para compartir uno o dos relatos de las Escrituras que podrían utilizar para ilustrar Su poder.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

¿En quién confías?

Considere la posibilidad de traer un alimento delicioso a la clase y ofrecerlo a un alumno que esté dispuesto a comerlo sin saber cuál es el alimento. Escoja un voluntario. Antes de mostrar el alimento al alumno, pregunte por qué él o ella confía lo suficiente en usted como para aceptarlo sin saber qué es.

  • ¿Es posible confiar lo suficiente en alguien como para comprometerse a hacer cualquier cosa que te pida?

  • ¿Qué tendrías que saber acerca de esa persona para estar dispuesto a hacer un compromiso de este tipo?

Reflexiona por un momento sobre si sientes que conoces al Salvador lo suficientemente bien como para confiar en Él en lo que sea que te pida. Mientras estudias Juan 2 , busca evidencias de Su poder y carácter que puedan aumentar tu confianza en Él y tu disposición a obedecer cualquier cosa que Él te pida.

El primer milagro registrado del ministerio de Jesús

El primer milagro registrado durante el ministerio terrenal del Salvador se encuentra en Juan 2 . Antes de estudiar este relato, puede ser útil saber que el vino, por lo general, mejora su calidad al añejarse más tiempo y que quedarse sin vino hubiera sido vergonzoso para los anfitriones de una fiesta de bodas.

Considera ver el video “Jesús convierte el agua en vino” (2:26), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, antes de leer este relato en las Escrituras.

Lee lentamente y con detenimiento Juan 2:1–11 , y considera marcar todo lo que te llame la atención. Mientras estudias, podrías reflexionar sobre las respuestas a preguntas como estas: ¿Qué crees que María supiera sobre Su hijo? ¿Qué crees que aprendieron los siervos sobre Jesús?

Considere invitar a los alumnos a leer Juan 2:1–11 en grupos pequeños. Anímelos a detenerse a menudo para analizar con su grupo las verdades que aprendan sobre Jesucristo.

Después de suficiente tiempo, invite a los grupos a compartir sus reflexiones con la clase.

  • ¿Qué verdades aprendiste sobre el poder del Salvador y sobre Su carácter?

  • ¿Se te ocurren circunstancias en las que conocer estas verdades podría ayudar a alguien hoy?

  • ¿Cómo ha bendecido tu vida el conocer estas verdades sobre Jesucristo?

Determine qué verdades de las que se reconocieron sería más útil que los alumnos pasaran más tiempo estudiando. La siguiente actividad de aprendizaje se centra solo en una de las muchas verdades importantes que los alumnos podrían reconocer en este pasaje.

“Haced todo lo que él os diga”

Como en muchos casos del Nuevo Testamento, la Traducción de José Smith de Juan 2:4 nos ayuda a obtener perspectivas adicionales sobre el Salvador. En ella, dice: “… Mujer, ¿qué quieres que yo haga por ti? Yo lo haré; pues aún no ha llegado mi hora” (en Juan 2:4 nota a al pie de página).

  • ¿Qué te enseña eso sobre la relación del Salvador con Su madre?

Considera marcar lo que María dijo a los siervos, como se registra en el versículo 5 .

  • ¿Qué te enseñan las instrucciones que María dio a los siervos acerca de su fe en Jesús?

El élder L. Whitney Clayton, de los Setenta, explicó algunas cosas que María sabía sobre Jesús, las cuales fortalecían su fe en Él.Si lo deseas, puedes ver el video “Haced todo lo que Él os diga” (disponible en LaIglesiadeJesucristo.org) desde el minuto 1:40 hasta el 2:29, o bien leer la siguiente declaración.

Imagen
Official Portrait of Elder L. Whitney Clayton. Photographed March 2017.

[María] [s]abía más de [Jesús] que ninguna otra persona sobre la tierra y le constaba la veracidad de Su nacimiento milagroso. Sabía que era sin pecado y que “no hablaba como los demás hombres, ni se le podía enseñar, pues no necesitaba que hombre alguno le enseñara” [ Traducción de José Smith de Mateo 3:25 (en el Apéndice de la Traducción de José Smith)]. María sabía de Su extraordinaria capacidad para resolver problemas, incluso uno tan personal como el de aportar vino en una fiesta de bodas. Tenía una confianza inquebrantable en Él y en Su divino poder. La sencilla y directa instrucción que dio a los siervos no contenía advertencias, ni reservas, ni limitaciones: “Haced todo lo que él os diga”.

(L. Whitney Clayton, “Haced todo lo que Él os diga”, Liahona, mayo de 2017, pág. 97)

  • ¿Qué es lo que María sabía de Jesús que es importante que sepamos sobre Él?

Imagina ser uno de los siervos que escucharon las instrucciones de María. Lee Juan 2:6–8 de nuevo a fin de determinar lo que Jesús pidió a los siervos que hicieran. Antes de leer, podría ser útil saber que “[e]stas tinajas no se utilizaban para almacenar agua para beber, sino que estaban destinadas a lavamientos ceremoniales” (L. Whitney Clayton, “Haced todo lo que Él os diga”, pág. 97).

  • ¿Qué habrías pensado o sentido al llevar un vaso al maestro de la ceremonia?

  • ¿Cuáles son algunas de las instrucciones que Jesucristo ha dado en la actualidad y que requieren que confíes en Él a fin de obedecer?

Piense en maneras de ayudar a los alumnos a aumentar su capacidad de confiar en Jesucristo y de hacer lo que Él les pide. Por ejemplo, invite a los alumnos a relatar experiencias que hayan tenido al obedecer las palabras del Salvador, a compartir una historia de un discurso de una conferencia general o a realizar la siguiente actividad.

En la Traducción de José Smith de Juan 2:11, aprendemos no solo que este milagro reveló la gloria del Salvador, sino que la fe que Sus discípulos tenían en Él se fortaleció. Los milagros no convierten a las personas, pero sí fortalecen la fe de quienes tienen fe en Jesucristo.

Toma unos minutos para buscar y aprender de otras personas de las Escrituras que, al igual que María, tenían gran fe en Jesucristo. Busca los motivos por los que cada uno de ellos decidió confiar y obedecer todo lo que Jesús dijera. Algunos ejemplos incluyen a Nefi ( 2 Nefi 4:34–35), Jacob ( Jacob 4:10) y el hermano de Jared ( Éter 3:9–12).

Considere dar tiempo a los alumnos para anotar sus reflexiones en los diarios de estudio. Las siguientes preguntas pueden orientarlos mientras escriben. Cuando los alumnos hayan terminado, considere invitar a algunos voluntarios a que compartan parte de lo que escribieron.

  • ¿Qué sabes sobre Jesucristo que te inspira a obedecer “todo lo que él [te] diga”? ( Juan 2:5).

  • ¿Por qué razón podría una persona confiar en Jesucristo incluso si lo que Él dice no tiene mucho sentido para ella?

  • ¿Qué podrías hacer para llegar a conocer mejor a Jesucristo a fin de que tu fe en Él pueda aumentar?

Comentarios e información de contexto

¿Iba en contra de los mandamientos beber vino en la época de la Biblia?

Hay muchas referencias en la Biblia en cuanto a los males de la embriaguez y las bebidas fuertes (por ejemplo, véanse Proverbios 23:20–21 ; Isaías 5:11–12 ; Efesios 5:18). Esos versículos no prohíben específicamente el uso del alcohol, pero sí condenan su uso excesivo y la embriaguez. En nuestros días, el Señor ha revelado la Palabra de Sabiduría, que sí prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas (véase Doctrina y Convenios 89:4–7). Debemos evitar juzgar a las personas de dispensaciones anteriores por los mandamientos que el Señor nos ha dado en la actualidad.

(Nuevo Testamento: Manual del alumno, 2018, LaIglesiadeJesucristo.org)

¿Por qué Jesús se refirió a su madre como “mujer”?

El élder James E. Talmage (1862–1933), del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó:

Imagen
Portrait of James E. Talmage.

El apelativo “mujer”, dirigido por un hijo a su madre, tal vez suene un poco áspero a nuestros oídos, y aun lo entendamos como señal de falta de respeto; pero el modo en que se usaba era en realidad una expresión de significado opuesto […]. En las últimas y tenebrosas escenas de su vida terrenal, mientras colgaba moribundo sobre la cruz, Cristo vio a María, su madre, llorando, y con toda solicitud la encomendó al cuidado del apóstol amado, Juan, con estas palabras: “Mujer, he ahí tu hijo” [ Juan 19:26 ]. ¿Puede caber en el pensamiento que, en este momento supremo, la preocupación de nuestro Señor por su madre, de la cual la muerte estaba a punto de separarlo, iba acompañada de alguna otra emoción sino las de honor, ternura y amor?

(Véase James E. Talmage, Jesús el Cristo, 1964, págs. 152–153)

Juan 2:6

¿Qué es un cántaro?

Un cántaro contenía cerca de 34 litros (9 galones), por lo que las seis tinajas podrían haber contenido entre 380 y 600 litros (entre 100 y 160 galones).

Juan 2:5

¿Por qué es importante hacer “todo lo que [Dios te] diga”?

El élder L. Whitney Clayton, de los Setenta, enseñó:

Imagen
Official Portrait of Elder L. Whitney Clayton. Photographed March 2017.

Cuando decidimos hacer “todo lo que [Dios] nos diga”, nos comprometemos seriamente a alinear nuestro comportamiento cotidiano con la voluntad de Dios. Actos de fe tan sencillos como estudiar las Escrituras diariamente, ayunar con frecuencia y orar con una intención sincera profundizan cada vez más nuestro pozo de capacidad espiritual para superar las exigencias de la vida mortal. Con el paso del tiempo, los sencillos hábitos de creencia conducen a resultados milagrosos. Transforman nuestra fe de una semillita en un poder dinámico para el bien en nuestra vida […].

Cuando confiamos en Él y lo seguimos, nuestra vida, al igual que del agua al vino, se transforma. Llegamos a ser algo más y mejor de lo que habríamos sido de otro modo. Confíen en el Señor y hagan “todo lo que [Él les] diga”.

(L. Whitney Clayton, “Haced todo lo que Él os diga”, Liahona, mayo de 2017, págs. 97–98, 99)

Actividad de aprendizaje complementaria

Jesucristo puede cambiarme

Cuando convirtió el agua en vino, Jesús llevó a cabo un milagro. Él puede efectuar milagros similares en nuestra propia vida y convertirnos de quienes somos en quienes podemos llegar a ser. Considere invitar a los alumnos a ver la forma en que sus propias vidas pueden compararse con el agua de este milagro. Puede ser útil que los alumnos piensen en el tipo de tinajas que se usaron para el milagro, así como en lo que los siervos hicieron para ayudar a que se efectuara el milagro. Ayude a los alumnos a mantener su enfoque en el Salvador y a comprender que, debido a que Él tiene poder sobre todas las cosas, realmente puede efectuar un cambio milagroso en nuestra vida.

Imprimir