Juan 4: Parte 1
La mujer junto al pozo
En su camino hacia Galilea, Jesús le enseñó a una mujer samaritana junto a un pozo acerca del “agua viva” que Él ofrece. Ella llegó a saber por sí misma que Jesús era el Cristo. Esta lección tiene el objetivo de ayudarte a reconocer tu necesidad del Salvador y a sentir Su amor por ti.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Aprender más sobre Jesucristo
En tu estudio de las Escrituras, quizás hayas reconocido que el Salvador a menudo enseñaba verdades espirituales por medio de experiencias y objetos que eran conocidos para las personas. Examina las siguientes imágenes y contempla las verdades espirituales que podemos aprender sobre el Salvador al compararlo con el agua.
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¿De qué manera crees que el agua puede relacionarse con Jesucristo y enseñarte sobre Él?
Medita sobre las siguientes preguntas para reflexionar sobre tu necesidad de Jesucristo.
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¿Sientes igual o mayor necesidad de Jesucristo que de agua en tu vida? ¿Por qué sí o por qué no?
En esta lección, estudiarás un relato en el cual el Salvador ayudó a una mujer a entender que la necesidad espiritual que ella tenía del Salvador era mayor que su necesidad física del agua que fue a extraer. Mientras estudias, presta atención a las impresiones del Espíritu que te ayudarán a reconocer tu necesidad del Salvador y Su deseo de que recibas las bendiciones que solo Él puede ofrecer.
La mujer junto al pozo
Mientras viajaba desde Judea hasta Galilea, Jesús pasó por Samaria (véase Juan 4:3–4). Puede ser útil identificar estas ubicaciones utilizando el mapa 1 de la Biblia, “ Mapa físico de la Tierra Santa ”, que se encuentra en Ayudas para el estudio de las Escrituras en la Biblioteca del Evangelio.
Durante la época del Salvador, los judíos que viajaban entre Judea y Galilea a menudo tomaban una ruta más larga para evitar pasar a través de Samaria debido al odio que existía entre los judíos y los samaritanos. Es probable que, cuando se sentó junto a un pozo en el calor del día, Jesús estuviera cansado y sediento debido a Su viaje (véase Juan 4:6). Mientras estaba allí, una mujer samaritana también vino a sacar agua.
Estudia las enseñanzas de Jesús a la mujer samaritana en Juan 4:5–14 y busca algo que puedas aprender sobre el Salvador. Si lo deseas, también puedes ver el video “Jesús enseña a una mujer samaritana”, que se encuentra en LaIglesiadeJesucristo.org, desde el minuto 0:00 hasta el 2:01, mientras sigues el relato en tu ejemplar de las Escrituras.
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¿Cómo describirían la forma en que la mujer actuó con el Salvador en estos versículos? ¿Por qué piensan que actuó de esa manera?
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¿Qué creen que estaba enseñando Jesús cuando dijo que Él podía darle agua viva a esa mujer?
Lee Juan 4:15–26 y presta atención al amor y la compasión que Jesús demostró hacia esta mujer a medida que su interacción continuaba. Piensa en la forma en que las enseñanzas del Salvador se relacionan contigo. Si lo deseas, también puedes ver el video “Jesús enseña a una mujer samaritana”, desde el minuto 2:02 hasta el 4:11, mientras sigues el relato en tu ejemplar de las Escrituras.
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¿Cómo piensas que el Salvador ayudó a que la mujer se diera cuenta de la necesidad que tenía del agua viva que Él ofrecía?
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¿Qué puedes aprender del deseo del Salvador de ayudar a esa mujer a pesar de las imperfecciones que ella tenía?
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¿De qué manera nos ayuda este relato a entender cómo se siente el Salvador hacia cada uno de nosotros, incluso con nuestras propias imperfecciones?
Lee Juan 4:28–30 y busca la forma en que reaccionó la mujer samaritana cuando Jesús le dijo que Él era el Mesías.Compara lo que acabas de leer con la forma en que la mujer reaccionó por primera vez al comienzo de su conversación.
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¿Qué aspecto de su interacción con Jesús crees que hizo que ella cambiara?
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¿De qué manera ha cambiado o ha influido Jesucristo en tu forma de pensar?
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¿Qué decisiones puedes tomar hoy que te ayuden a acercarte más a Jesucristo?
El élder Robert C. Gay, de la Presidencia de los Setenta, compartió algunas de las verdades que podemos aprender de este relato. Si lo deseas, puedes ver el video “Tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo” desde el minuto 7:41 hasta el 9:23. Este video se puede encontrar en LaIglesiadeJesucristo.org.
Uno de mis pasajes favoritos de las Escrituras es Juan 4:4 , que dice: “Y era menester que pasase por Samaria”.
¿Por qué me encanta ese pasaje? Porque Jesús no necesitaba ir a Samaria. Los judíos de Su época despreciaban a los samaritanos y viajaban por un camino que rodeaba Samaria; pero Jesús eligió ir allí a declarar ante todo el mundo por primera vez que Él era el Mesías prometido. Para este mensaje, Él no solo eligió a un grupo marginado, sino también a una mujer; y no a cualquier mujer, sino a una mujer que vivía en pecado, alguien considerado en ese tiempo como lo peor de lo peor. Creo que Jesús hizo esto para que cada uno de nosotros siempre pueda comprender que Su amor es más grande que nuestro temor, nuestras heridas, nuestras adicciones, nuestras dudas, nuestras tentaciones, nuestros pecados, nuestras familias divididas, nuestra depresión y ansiedades, nuestras enfermedades crónicas, nuestra pobreza, nuestro maltrato, nuestra desesperanza y nuestra soledad. Él quiere que todos sepan que no hay nada ni nadie a quien Él no pueda sanar y brindarle gozo duradero.
Su gracia es suficiente. Él descendió solo debajo de todas las cosas. El poder de Su expiación es el poder de superar cualquier carga en nuestra vida. El mensaje de la mujer en el pozo es que Él conoce las situaciones de nuestra vida y que siempre podemos caminar con Él, sin importar dónde nos encontremos. A ella y a cada uno de nosotros, Él nos dice: “… el que bebiere del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, sino [tendrá] una fuente de agua que brote para vida eterna” [ Juan 4:14 ].
(Robert C. Gay, “Tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo”, Liahona, noviembre de 2018, pág. 99)
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¿Qué aprendiste de Jesucristo o sentiste por Él durante esta lección?
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¿Qué acciones te sentiste inspirado a llevar a cabo al estudiar hoy?
Comentarios e información de contexto
Juan 4:4.
¿Por qué es importante el hecho de que Jesús viajó por Samaria?
Generalmente, los judíos viajaban alrededor de Samaria en vez de atravesarla debido a la hostilidad que existía entre los judíos y los samaritanos. La gran hostilidad se había desarrollado entre los judíos y los samaritanos “porque estos habían apostatado de la religión israelita” (Guía para el Estudio de las Escrituras “ Samaritanos ”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org). Sin embargo, Juan señaló que “era menester que [Jesucristo] pasase por Samaria” ( Juan 4:4), lo cual destaca claramente la intención del Salvador en relación con la obra que realizaría allí.
Juan 4:24.
¿Es Dios un espíritu?
Puede que algunas personas se confundan por la declaración de Jesús en Juan 4:24 de que Dios es Espíritu. La Traducción de José Smith de este versículo proporciona una aclaración importante: “Porque a los tales Dios ha prometido su Espíritu” (Traducción de José Smith de Juan 4:26 [en Juan 4:24 , nota a al pie de página]). La revelación moderna también enseña que Dios tiene un cuerpo de carne y huesos (véase Doctrina y Convenios 130:22–23 ; véanse también Génesis 5:1–3 ; Hebreos 1:1–3).
¿De qué manera su interacción con Jesucristo repercutió en la mujer junto al pozo?
La presidenta Bonnie H. Cordon, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes, enseñó:
Cristo era compasivamente consciente de [la mujer junto al pozo] y de sus necesidades. Partió del nivel donde ella se encontraba y comenzó a hablar de algo familiar y común. Si Él se hubiera detenido ahí, aquel habría sido un encuentro positivo pero no habría ocasionado que ella fuera a la ciudad a proclamar: “Venid, ved […] ¿No será este el Cristo?” [Juan 4:29]. Gradualmente, a lo largo de la conversación, ella descubrió a Jesucristo y, a pesar de su pasado, se convirtió en un instrumento de luz, iluminando el camino para que otros vieran.
(Bonnie H. Cordon, “De modo que vean”, Liahona, mayo de 2020, pág. 79)