Utilizar la tecnología sabiamente: Responsabilidad en cuanto a los dispositivos
Desarrolle y fortalezca sus hábitos de uso de la tecnología creando oportunidades para aumentar su responsabilidad hacia sí mismo, hacia su compañero, hacia sus líderes de misión y hacia el Señor. Estos hábitos bendecirán la forma en que utiliza la tecnología durante su servicio misional y a lo largo de su vida.
La responsabilidad o el ser “responsabl[e] de sus propias ideas y resoluciones, así como de sus actitudes, deseos y actos” (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Responsabilidad, responsable”, Biblioteca del Evangelio), es un paso importante para usar la tecnología sabiamente y desarrollar hábitos relacionados con la tecnología que sean correctos y para toda la vida. Si no se es responsable, es fácil caer inesperadamente en hábitos relacionados con la tecnología que sean una pérdida de tiempo o perjudiciales. Crear hábitos positivos requiere esfuerzo y ser consciente de lo que hace.
Puede aumentar su conciencia de lo que hace y su seguridad por diferentes medios: funciones de gestión del tiempo (como Bienestar digital), filtros en los dispositivos, usar la tecnología en presencia de los demás, y rendir cuentas del uso de los dispositivos ante sus compañeros y otras personas. (Véase Normas misionales para los discípulos de Jesucristo, 7.5.2).
Busque la guía de los líderes misionales y de su compañero para mejorar continuamente su eficacia y rectitud en el manejo de la tecnología. Repase con frecuencia la sección “Siga las medidas de protección en el uso de la tecnología” que se encuentra en el capítulo 2 de Predicad Mi Evangelio: Una guía para compartir el Evangelio de Jesucristo, 2023, págs. 20–22 y las lecciones de Edify relacionadas con las medidas de protección en el uso de la tecnología. Asegúrese de tener un plan de acción actualizado (véase la sección “Crear y seguir un plan de acción” en la Guía de recursos para misioneros: Cómo tratar el tema de la pornografía; véanse también las lecciones de Edify acerca de crear medidas de protección).
¿Cómo puedo ser más responsable ante mí mismo y el Señor?
La hermana Linda S. Reeves enseñó que “los filtros son herramientas útiles, pero el mejor filtro en este mundo, el único que en última instancia funciona, es el filtro personal interno que proviene de un testimonio profundo y duradero del amor de nuestro Padre Celestial y del sacrificio expiatorio de nuestro Salvador por cada uno de nosotros” (“Cómo protegerse de la pornografía: Un hogar centrado en Cristo”, Liahona, mayo de 2014, pág. 16).
Ayude a fortalecer su filtro personal de las siguientes maneras:
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Piense en lo que puede hacer ahora para reforzar su filtro personal.
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Aproveche las funciones integradas de Bienestar digital de su teléfono para controlar cuánto tiempo pasa en las distintas aplicaciones y ajuste la configuración según sea necesario.
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Compare el tiempo que pasa en las distintas aplicaciones con la forma en que estas aplicaciones le ayudan a encontrar gozo y cumplir con su propósito misional.
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Reflexione en sus oraciones sobre su uso de la tecnología. Esté atento a cualquier forma en la que se sienta inspirado a cambiar.
¿Cómo puedo ser más responsable ante mis compañeros y mis líderes de misión?
Para ayudarse mutuamente a utilizar la tecnología de manera segura y eficaz:
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Revisen como compañerismo las publicaciones en las redes sociales o los mensajes de texto antes de enviarlos o publicarlos.
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Asegúrese de que su compañero tenga a la vista el teléfono inteligente de usted, a menos que esté teniendo una conversación privada con su familia o con su líder de misión.
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Anímense mutuamente a cumplir las cuatro medidas de protección descritas en Predicad Mi Evangelio, págs. 20–21.
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Hagan una revisión mutua de sus dispositivos y analicen sus dudas o preocupaciones.
Estas prácticas pueden crear una cultura de sinceridad ya que “casi todos los retos relacionados con internet o con la pornografía ocurren cuando la persona se encuentra aislada” (Predicad Mi Evangelio, pág. 22).
¿Cuándo debo revisar mi responsabilidad en cuanto a los dispositivos?
Los compañerismos deberían hacer una revisión mutua de sus dispositivos. Estas revisiones podrían incluirse en su planificación semanal.
Predicad Mi Evangelio los invita a “ayud[ar] a su misión a desarrollar una cultura de unidad, confianza, responsabilidad y compasión, a fin de que todos se fortalezcan y apoyen unos a otros” (pág. 21).
¿Qué debería revisar en el dispositivo de otro misionero?
Al revisar el dispositivo de otro misionero, respete su información personal y no mire correos electrónicos, diarios ni notas privadas. Considere lo siguiente al realizar la revisión:
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¿Qué evidencia veo de un uso positivo y eficiente de la tecnología?
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¿Es este dispositivo un teléfono inteligente aprobado que está inscrito correctamente en los sistemas de protección de la Iglesia? Si el teléfono inteligente está inscrito correctamente, dirá: “Este dispositivo está administrado (o es propiedad) de su organización” en la pantalla de bloqueo.
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Repasen y analicen juntos sus estadísticas recientes de Bienestar digital. Analicen lo que va bien y los retos que puedan enfrentar. Pregunte cómo usted o los líderes de su misión pueden ayudar y ofrecer apoyo.
Si compartimos un dispositivo, ¿cómo podemos mi compañero y yo hacer una revisión del dispositivo?
Si usted sirve en una misión donde usted y su compañero comparten un teléfono inteligente, pueden revisar juntos las mismas cosas mencionadas anteriormente o pedirle a otro compañerismo que revise su teléfono.
¿Qué pasa si encuentro algo preocupante en el dispositivo o en las redes sociales de otro misionero?
Sea sensible y considerado cuando revise el dispositivo de otro misionero. Si ve algo preocupante, puede hacerle algunas preguntas básicas al misionero de una manera no intimidante y sin prejuicios. Dele la oportunidad de que sea responsable y asuma su compromiso pidiendo ayuda a su presidente de misión. Exprese afecto y apoyo. Si después de hablar con el misionero sigue preocupado o él no está dispuesto a tratar el asunto con su presidente de misión, pida ayuda a su presidente de misión.
No comente asuntos privados con otros misioneros (véase la sección “Sed uno” en Predicad Mi Evangelio, pág. 21). Si lo que encuentra en el dispositivo de su compañero está teniendo un impacto negativo o incómodo en usted, es importante ser transparente y buscar ayuda de otros. Póngase en contacto con su presidente de misión para obtener apoyo.