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Guía de recursos para misioneros: Cómo tratar el tema de la pornografía


Guía de recursos para misioneros

Cómo tratar el tema de la pornografía

Índice

Si siente impulsos de consumir pornografía y está tratando de eliminarla de su vida, esta guía puede ayudarle. La guía tiene como propósito ser un complemento para ayudarle a poner en práctica los principios que se encuentran en la sección “Siga las medidas de protección en el uso de la tecnología”, en el capítulo 2 de Predicad Mi Evangelio: Una guía para compartir el Evangelio de Jesucristo, 2023, págs. 20–22. A fin de sacar el máximo provecho a este recurso, asegúrese de repasar esa sección y las lecciones de Edify sobre las medidas de protección.

Amar

El amor de Dios hacia usted

Usted es hijo de un amoroso Padre Celestial. Debido a Su amor hacia usted, Él designó a un Salvador, Jesucristo, para guiarle, enseñarle y ayudarle cuando enfrente dificultades. El presidente Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente: “Por más tarde que piensen que hayan llegado, por más oportunidades que piensen que hayan perdido, por más errores que piensen que hayan cometido, sean cuales sean los talentos que piensen que no tengan, o por más distancia que piensen que hayan recorrido lejos del hogar, de la familia y de Dios, testifico que no han viajado más allá del alcance del amor divino. No es posible que se hundan tan profundamente que no los alcance el brillo de la infinita luz de la Expiación de Cristo” (véase “Los obreros de la viña”, Liahona, mayo de 2012, págs. 31–33).

Hay esperanza en Cristo

Independientemente de dónde se encuentre en su trayecto, el Señor siempre le ofrecerá esperanza, sanación y una senda hacia la seguridad y la paz. Puede acudir a Él en cualquier momento, y Él le ayudará a regresar o a permanecer en la senda. “No tiene por qué vencer los desafíos usted solo. Confíe en la fortaleza que se obtiene por medio de la Expiación del Salvador y los convenios que usted ha hecho con Él. El Señor conoce los desafíos que usted afronta y le ayudará en esta extraordinaria obra” (Predicad Mi Evangelio, pág. 22).

Recuerde que ninguna persona es perfecta y eso incluye a los misioneros. No se espera que alcancemos la perfección en esta vida. Si bien se requiere esfuerzo de nuestra parte, solo somos salvos y perfeccionados por medio de Jesucristo (véanse 2 Nefi 2:8; 2 Nefi 10:24; Mosíah 3:17; Moroni 10:32–33). La senda hacia la perfección es un proceso que dura toda la vida. Sea paciente consigo mismo y con los demás mientras se esfuerza por mejorar con la ayuda del Salvador.

El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “No hay un umbral de perfección que deban alcanzar para ser merecedores de la gracia de Dios. […] “Dios no esperó hasta encontrar a una persona perfecta para restaurar Su Evangelio. “De ser así, todavía estaría esperando” (“Vengan y pertenezcan”, Liahona, mayo de 2020, págs. 105–106). Si usted se está esforzando sinceramente por arrepentirse, aun si tropieza en el camino, es llamado a efectuar la obra del Señor.

Dado que ninguno de nosotros es perfecto, todos pecamos. En ocasiones, esto hace que nos sintamos avergonzados, y la vergüenza puede llevarnos a ocultar nuestros pecados y desalentarnos en nuestros intentos por progresar y superarlos. La vergüenza es sentir que esas acciones nos convierten en malas personas. Es una de las herramientas más eficaces del adversario. Si alguna vez siente que no vale nada o que nunca podrá cambiar, sepa que esos sentimientos no provienen de Dios.

En la senda hacia la perfección

Muchas personas se han visto afectadas por la pornografía. En un seminario para nuevos presidentes de misión, el presidente Russell M. Nelson, dijo: “Nuestros jóvenes están expuestos a la pornografía, tanto si lo desean como si no. En algún momento, Helamán escribió que todos sus jóvenes guerreros fueron heridos en batalla, muchos de ellos de gravedad. Es muy probable que muchos, si no la mayoría de sus misioneros, al igual que los jóvenes guerreros, hayan sido o lleguen a ser heridos en alguna medida por la exposición a esta plaga adictiva y destructiva” (“To Change Minds and Hearts”, mensaje dirigido a determinados líderes de misión el 17 de febrero de 2015, pág. 6, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City).

Si usted se ha visto afectado por la pornografía, sepa que, como ocurre con cualquier otro obstáculo, podrá superarlo si pone su carga a los pies de su Salvador y hace lo necesario para reemplazar los malos hábitos por hábitos buenos. “Si usted comete un error, incluyendo el uso indebido de la tecnología, arrepiéntase en ese momento y siga tratando de vivir Su ley. Eso forma parte de ser discípulo de Cristo” (Predicad Mi Evangelio, pág. 21).

Aprender

Autoevaluación

La pornografía es cualquier material que represente o describa el cuerpo humano o la conducta sexual de tal manera que intente despertar deseos sexuales. Identificar su grado de consumo de pornografía puede ayudarle a decidir qué pasos debe dar para superarlo. También puede ayudarle a descubrir que la seriedad de su problema no es tan profunda ni tan severa como se temía, lo cual puede reforzar su esperanza en que el cambio y el arrepentimiento son posibles y están a su alcance (véase Dallin H. Oaks, “Recuperarse de caer en la trampa de la pornografía”, Liahona, octubre de 2015, págs. 32–38).

El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, ha definido cuatro grados de participación en la pornografía, que se describen a continuación. Puede utilizar estas descripciones para evaluar su grado de consumo de pornografía:

  • La exposición involuntaria. Usted ha estado expuesto a la pornografía de manera involuntaria. Aun cuando no ha pecado al verla de manera involuntaria, la pornografía puede afectarle negativamente. Es útil tener una estrategia personal para responder y lidiar con la exposición involuntaria.

  • El uso ocasional. Usted ve pornografía de manera intencional pero esporádica. Puede que esté en proceso de arrepentirse del consumo de pornografía, pero tiene recaídas. Por ejemplo, pueden transcurrir días, semanas o incluso meses entre un episodio de consumo de pornografía y otro. Puede que tenga el deseo de dejar de consumir pornografía, pero a veces se siente fuertemente atraído por ella.

  • El uso intensivo. Usted ve pornografía de manera intencional y habitual. Siente estrés si se ve obligado a no consumirla, pero no es adicto. Sin embargo, es probable que sienta la necesidad de buscar más y mayores estímulos.

  • El uso compulsivo (adicción). Usted ve pornografía compulsivamente, a menudo varias veces al día y quizás por largos períodos de tiempo. Ha desarrollado una dependencia que puede dominar sus pensamientos y sentimientos, puede interferir seriamente en sus actividades diarias y tiene un efecto muy negativo en usted y en su capacidad para servir y relacionarse con otras personas. Siente que no puede evitarlo.

A pesar de que el consumo de pornografía puede llegar a ser adictivo, la mayoría de los misioneros que tienen problemas con la pornografía no son adictos ni deben ser catalogados como tales. Hacer esto de manera incorrecta puede generar sentimientos de vergüenza y hacer que a los misioneros les cueste más abandonar el consumo de pornografía. Céntrese en su identidad divina como hijo de Dios y en el amor que Él siente por usted, y no se catalogue a sí mismo ni defina su valor basándose en los desafíos que está experimentando.

Asegúrese de realizar la autoevaluación que se encuentra en las lecciones de Edify sobre las medidas de protección a fin de comprender mejor el uso que hace de la pornografía. Un terapeuta profesional también puede ayudarle a determinar si su consumo de pornografía ha llegado al grado de adicción.

¿Por qué siento la necesidad de ver pornografía?

Hay muchos motivos por los que puede estar recurriendo a la pornografía. A menudo, las personas recurren a la pornografía para lidiar con emociones o situaciones difíciles. Consumir pornografía puede enmascarar o adormecer estos problemas temporalmente y proporcionar un alivio instantáneo; sin embargo, suele venir seguido de sentimientos de tristeza, vergüenza y otros síntomas de desánimo. El consumo repetitivo puede condicionar la mente y el cuerpo para consumir pornografía cada vez que experimentemos emociones difíciles.

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó que “hasta cierto punto, el hombre natural descrito por el rey Benjamín vive en cada uno de nosotros (véase Mosíah 3:19). El hombre o la mujer natural es impenitente, carnal y sensual (véanse Mosíah 16:5; Alma 42:10; Moisés 5:13), es permisivo y dado a los excesos, es orgulloso y egoísta. […]

“De modo que, la naturaleza precisa de la prueba de la vida terrenal puede resumirse con esta pregunta: ¿Responderé a las inclinaciones del hombre natural o me someteré al influjo del Santo Espíritu, me despojaré del hombre natural y me haré santo mediante la Expiación de Cristo el Señor (véase Mosíah 3:19)? Esa es la prueba. Todo apetito, deseo, tendencia e impulso del hombre natural puede vencerse por medio de la Expiación de Jesucristo y a través de ella. Estamos aquí en la tierra para desarrollar cualidades divinas y para refrenar todas las pasiones de la carne” (véase “Creemos en ser castos”, Liahona, mayo de 2013, págs. 42–43).

¿Por qué es importante para mí evitar el uso de la pornografía?

El Señor enseñó acerca del peligro espiritual asociado con el consumo de pornografía cuando declaró: “Y el que mirare a una mujer para codiciarla negará la fe, y no tendrá el Espíritu” (Doctrina y Convenios 42:23). Además de que la pornografía ofende al Espíritu, el presidente Nelson también nos recordó que la pornografía es adictiva, y nos instó a evitar “todo aquello que los prive de su albedrío. […] La pornografía […] ofend[e] a Dios. ¿Por qué? Porque la obsesión de ustedes se convierte en su dios y, para encontrar consuelo, recurren a esa obsesión, en lugar de recurrir a Él. Si están lidiando con una adicción, busquen la ayuda espiritual y profesional que necesiten. Por favor, no dejen que una obsesión los prive de su libertad para seguir el fabuloso plan de Dios” (véase “¡Piensen de manera celestial!”, Liahona, noviembre de 2023, pág. 118).

El consumo de pornografía puede ser dañino para usted y para sus relaciones actuales y futuras, incluso para su relación con el Señor. Al arrepentirse, disfrutará de la compañía del Espíritu más plenamente y llegará a ser un siervo más eficaz del Salvador. El Señor necesita de sus mejores esfuerzos en Su obra y le ayudará a tener éxito.

¿Seré enviado a casa por ver pornografía?

Los misioneros no son enviados a casa automáticamente por ver pornografía. De hecho, la mayoría de los misioneros pueden continuar su servicio a medida que se esfuerzan por superar su dificultad y buscan inspiración en cada situación. Al servir como misionero, usted puede desarrollar buenos hábitos, incluso aquellos relacionados con el uso de la tecnología, que bendecirán su vida por mucho tiempo después de dejar el campo misional.

La dignidad no significa estar libre de mancha

“La belleza del Evangelio es que podemos ser perdonados conforme nos arrepentimos” (Predicad Mi Evangelio, pág. 21). El arrepentimiento es el bello proceso mediante el cual descubrimos hasta qué punto nuestros pensamientos y acciones están en armonía con el plan que el Padre tiene para nosotros y, entonces, nosotros ajustamos nuestros pensamientos y acciones para ponerlos más en armonía con Su voluntad. Estudie el discurso del hermano Bradley R. Wilcox, “La dignidad no significa estar libre de mancha”, (Liahona, noviembre de 2021, págs. 61–62, 67), y reflexione acerca de lo siguiente:

  • Ser digno es ser sincero y tratar de mejorar, y no está determinado por una fecha arbitraria o un período de abstinencia.

  • Si tiene tropiezos, no se dé por vencido. Úselos como peldaños para entender mejor sus dificultades y continuar mejorando. Las recaídas no lo llevan de vuelta al punto de partida.

  • El cambio es un proceso de crecimiento de gracia en gracia (véase Doctrina y Convenios 93:11–14). Si bien su meta definitiva es estar limpio del consumo de pornografía, entienda que no llegará ahí en un solo intento, sino que requerirá de un esfuerzo sostenido y constante.

  • Establezca metas pequeñas que pueda alcanzar y céntrese en sus éxitos en vez de enfocarse en sus fracasos.

Después de meditar, pregúntese lo siguiente: ¿Estoy siendo sincero conmigo mismo, con el Señor y con los demás? ¿Estoy tratando de mejorar? ¿Cómo puedo utilizar las posibles recaídas para ayudarme a seguir avanzando? ¿Cuál es mi comprensión de la naturaleza del arrepentimiento? ¿Tengo esperanza en el arrepentimiento?

Actuar

Sea compasivo y sincero consigo mismo

Si consume pornografía para hacer frente a las emociones negativas, su meta debería ser remplazar este hábito por otros hábitos más saludables. Puede comenzar por reconocer sus emociones y tener compasión hacia sí mismo por querer sentir alivio, lo cual es normal. Seguidamente sea honesto consigo mismo y considere cómo esos intentos de obtener alivio instantáneo pueden empeorar las cosas para usted a largo plazo.

Arrepentirse a diario

El arrepentimiento es algo bello y positivo, y es posible mediante la Expiación de Jesucristo. Arrepiéntase diariamente. El arrepentimiento requiere tiempo y perseverancia; no es algo que suceda una sola vez, sino una experiencia que tiene lugar a lo largo de toda la vida. Incluso después de superar el hábito de la pornografía, podría experimentar tentaciones y deseos. Sin embargo, esto no significa que todos sus ayunos, oraciones, bendiciones y esfuerzos espirituales no han dado resultado. Al arrepentirse diariamente, empezará a notar un progreso, y ese progreso traerá consigo un aumento de fe, confianza y amor por usted y por los demás.

Crear y seguir un plan de acción

Como parte de las lecciones de Edify sobre las medidas de protección, usted recibirá guía en cuanto al modo de crear y actualizar con regularidad un plan de acción personal para el uso de la tecnología. Al hacerlo, tenga en cuenta las siguientes sugerencias:

  • Ore para recibir guía.

  • “Sea consciente de sus pensamientos, sentimientos y comportamientos. Comprenda el modo en que estos pueden hacerle más vulnerable al mal uso de la tecnología” (Predicad Mi Evangelio, pág. 22). Identifique estados físicos o emocionales que puedan desencadenar el deseo de ver pornografía (tales como el hambre, el cansancio, la ira, la añoranza del hogar, el estrés, la ansiedad o el desaliento, entre otros) y esté especialmente atento cuando los experimente. Considere hacer una lista de maneras sanas de gestionar estos sentimientos.

  • “Casi todos los retos relacionados con el internet o con la pornografía ocurren cuando la persona se encuentra aislada. Utilice dispositivos solo cuando usted y su compañero puedan ver la pantalla el uno del otro. Tenga valor y ríndanse cuentas el uno al otro” (Predicad Mi Evangelio, pág. 21).

  • Cuando su compañero salga de la sala y hasta que regrese, deje su propio dispositivo con la pantalla boca abajo.

  • Apague su dispositivo a una hora concreta en la noche y no lo prenda hasta cierta hora de la mañana.

  • No saque ni mire su dispositivo durante ciertos momentos del día en los que sabe que será vulnerable.

  • No lleve su dispositivo al baño.

  • Analice con su presidente de misión qué nivel de acceso de su teléfono inteligente será mejor para usted, y haga planes por obtener un mayor acceso más adelante.

  • Levántese y póngase en marcha; por ejemplo, lleve a cabo una rutina de ejercicios, salga a caminar con su compañero o haga cosas similares.

  • Hable con alguien de confianza para rendirle cuentas (como su compañero, uno de sus padres, un líder de la misión o un terapeuta o consejero) y pídale ayuda. (Si consume pornografía intensiva o compulsivamente, podría hacer los arreglos necesarios para comunicarse con esa persona a diario a fin de informarle de cómo se encuentra). “Todos los misioneros deben sentirse en confianza de pedir ayuda cuando sea necesario. […] “[El señor] le[s] ha proporcionado compañeros y líderes para ayudarle[s] a protegerse y apoyarse” (Predicad Mi Evangelio, pág. 21).

Recibir apoyo: ¿Debería recurrir a mi presidente de misión?

El consumo de pornografía aumenta cuando se mantiene en secreto. El ser sincero con otras personas nos brinda fortaleza adicional para dejar de hacerlo. El procurar el apoyo de su presidente de misión puede ser una parte esencial de su proceso de arrepentimiento y es un acto de fe y humildad. Aunque puede que usted sienta temor o vergüenza, él le ama y ha sido llamado para ayudarle. Ore para tener el valor de acudir a su presidente de misión y de ser sincero con él. Él le brindará apoyo y le proporcionará estrategias y recursos para fortalecer su confianza y ayudarle a manejar su consumo de pornografía.

En algunos casos, el presidente de misión puede recomendarle que visite a un terapeuta o consejero profesional que le dé acceso a herramientas útiles. Visitar a un terapeuta no significa que usted no sea suficientemente bueno ni que su problema sea extremo. En ocasiones, todos necesitamos ayuda, y visitar a un consejero no es razón para sentirse avergonzado. El terapeuta o consejero le guiará a lo largo del proceso manteniendo el asunto tan confidencial como sea posible.

Al buscar la ayuda de su presidente de misión y de otras personas para abandonar el consumo de pornografía, asegúrese de recurrir también al Padre Celestial y a Jesucristo. Su presidente de misión puede darle las herramientas que necesita para su crecimiento espiritual, pero no puede remplazar la función que el Padre Celestial y el Salvador desempeñan a la hora de ayudarle a hacer cambios. Continúe confiando en Ellos y fortalezca su relación con Ellos.

Determinar cuáles son los patrones que se repiten

Determine cuáles son los patrones que se repiten cuando se siente impulsado a buscar pornografía. ¿Cómo se sentía? ¿Qué emociones intensas, estrés o dolor estaba experimentando? A menudo, puede haber un desencadenante que lo incite a buscar pornografía. Algunos pueden buscarla en momentos de estrés, soledad u otros momentos difíciles. A medida que desarrolle la capacidad de ponerle nombre a sus sentimientos, estos tendrán menos poder sobre usted.

Escriba sobre sus experiencias y las ideas que le vengan a la mente, y guarde esas anotaciones en un lugar seguro. Puede analizar con su presidente de misión o su compañero lo que haya aprendido. Entender sus sentimientos le será útil cuando comience a hacer planes para hacer frente a esas emociones de maneras más saludables.

Responsabilizarse de sus emociones

Al acudir al Padre Celestial y a Jesucristo en busca de poder y fortaleza espiritual, el consumo de pornografía también se supera desarrollando nuevos hábitos que lo reemplacen. A medida que confíe en el Salvador, Él le ayudará a manejar emociones difíciles. Este es un proceso que le ayudará a cambiar sus pensamientos, sentimientos y conducta. También puede acudir al Padre Celestial por medio de la oración para sentir Su amor hacia usted y pedirle que le ayude en sus esfuerzos.

En su empeño por abandonar el consumo de pornografía, aprenda a sobrellevar las emociones fuertes sin buscar un alivio instantáneo. Con el tiempo, esto le ayudara a desligar el impulso de ver pornografía de la acción de efectivamente verla. Se dará cuenta de que usted no necesita consumir pornografía, porque superará el temor de responsabilizarse de sus emociones.

Restringir el acceso

Su dispositivo tiene diferentes niveles de acceso que pueden ayudarle a desarrollar buenos hábitos relacionados con la tecnología. Si el consumo de pornografía es algo que le preocupa, hable con su presidente de misión. Él le ayudará a decidir si le beneficiaría tener un nivel de acceso diferente en su dispositivo. A medida que vaya desarrollando mejores hábitos, puede ajustar los niveles de acceso según sus necesidades.

Repasar

Considere las siguientes ideas para superar el consumo de pornografía:

  • Permanezca atento; manténgase cerca del Espíritu por medio de buenos hábitos y ponga en práctica el arrepentimiento diario. Recuerde que el Padre Celestial le ama y escuchará sus ruegos. Él lo protegerá, guiará y apoyará, aun cuando usted se sienta indigno de Su amor y Su ayuda. Él siempre está dispuesto a ayudarle.

  • Repase con regularidad la sección “Siga las medidas de protección en el uso de la tecnología” que se encuentra en el capítulo 2 de Predicad Mi Evangelio. Estudie esta sección individualmente y con su compañero, distrito y zona. Seguir estas pautas le mantendrán a salvo y le ayudarán a desarrollar buenos hábitos relacionados con la tecnología que continuarán después de su servicio misional.

  • Repase con regularidad las lecciones de Edify sobre las medidas de protección, de forma que pueda seguir progresando.

  • Tenga siempre un plan de acción. Al igual que un equipo deportivo se prepara para las situaciones que pueda enfrentar en la competición, es importante que usted tenga un plan que pueda utilizar cada vez que se encuentre involuntariamente con pornografía o se sienta tentado a verla. Actualice con regularidad su plan de acción.

  • Consulte con su presidente de misión para decidir cuál de los cuatro niveles de acceso de su teléfono inteligente es más conveniente para usted. Por ejemplo, puede solicitar tener un nivel más estricto durante un tiempo. Al trabajar junto con su presidente de misión, puede crear un plan para ir avanzando hacia niveles de mayor acceso.

  • Enfoque el proceso como alguien que está aprendiendo y teniendo éxito al usar sus desafíos para acercarse más al Salvador y llegar a ser quien Él desea que usted llegue a ser. “Aprenda, arrepiéntase y mejore. Utilice sus experiencias para continuar aprendiendo y mejorando” (Predicad Mi Evangelio, pág. 22).

Recursos adicionales

La sección Ayuda para la vida y Autosuficiencia de la aplicación Biblioteca del Evangelio (o la versión en línea en ChurchofJesusChrist.org/study/life-help/pornography) contiene varios recursos relacionados con la pornografía. Podría encontrar ideas útiles en el manual Ayuda para mí, 2019, ChurchofJesusChrist.org. Los siguientes capítulos de ese manual podrían resultar particularmente útiles: