“Capacitación sobre las evaluaciones”, Capacitación sobre los cursos de estudio de Seminario, 2022
“Capacitación sobre las evaluaciones”, Capacitación sobre los cursos de estudio de Seminario
Capacitación sobre las evaluaciones
La evaluación es una parte importante del aprendizaje. El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, hizo hincapié en la importancia de las evaluaciones, por medio de pruebas, en el proceso de aprendizaje.
[L]as pruebas periódicas son absolutamente esenciales para el aprendizaje. Una prueba eficaz nos ayuda a comparar lo que necesitamos saber con lo que realmente sabemos sobre un tema específico; proporciona además un estándar con el cual evaluar nuestro aprendizaje y desarrollo.
Asimismo, las pruebas en la escuela de la vida terrenal son un elemento vital de nuestro progreso eterno. Sin embargo, es curioso que la palabra prueba no se encuentra ni una sola vez en el texto de los libros canónicos en inglés. Más bien se utilizan palabras como probar, examinar y escudriñar para describir varios modelos a fin de demostrar debidamente nuestro conocimiento espiritual, nuestra comprensión y devoción al eterno plan de felicidad de nuestro Padre Celestial y nuestra capacidad de procurar las bendiciones de la expiación del Salvador (David A. Bednar, “Con esto los probaremos”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 8).
Las evaluaciones regulares en Seminario pueden ayudar a los alumnos a demostrar su conocimiento espiritual, comprensión y devoción al Padre Celestial y a Jesucristo. Estos tipos de evaluaciones formativas pueden ayudar a los alumnos a ser más conscientes de lo que están aprendiendo y de cómo están creciendo.
Esta comprensión puede ser una experiencia gratificante y motivadora, y puede fomentar una mayor revelación personal en la vida de los alumnos. También puede ayudar a los alumnos a elaborar planes para el crecimiento y el aprendizaje futuros. Algunos ejemplos de actividades de evaluación en los cursos de estudio de Seminario son las lecciones “Evalúa tu aprendizaje”, las lecciones sobre el Dominio de la doctrina (incluidos los repasos del Dominio de la doctrina) y las evaluaciones del aprendizaje de cada mitad del curso.
Lecciones “Evalúa tu aprendizaje”
En los cursos de estudio de Seminario, encontrará periódicamente lecciones tituladas “Evalúa tu aprendizaje”. Estas lecciones se programan aproximadamente cada cuatro o seis semanas y brindan a los alumnos la oportunidad de reflexionar con detenimiento sobre su aprendizaje. En concreto, estas lecciones brindan a los alumnos oportunidades de explicar la doctrina que han aprendido en el curso; reflexionar sobre sus sentimientos, actitudes y deseos relacionados con el plan del Padre Celestial y el evangelio de Jesucristo, y repasar los planes o las metas en los que estén trabajando para profundizar su discipulado y su conversión a Jesucristo. El desempeño de los alumnos en estas evaluaciones no se registra formalmente como evaluaciones del Dominio de la doctrina. Estas evaluaciones formativas se han diseñado para el beneficio de los alumnos.
Aunque los alumnos son los principales responsables de evaluar su propio aprendizaje en estas lecciones, otras personas también pueden ayudar. El Espíritu Santo desempeña una función vital para ayudar a los alumnos a autoevaluarse. No hay mejor compañero que el Espíritu Santo para ayudarlos a ver claramente cómo están aprendiendo y creciendo y cómo pueden seguir mejorando.
Los alumnos pueden ayudar a sus compañeros de clase a evaluar su aprendizaje, y usted también puede hacerlo en calidad de maestro. Cuando los alumnos estén explicando la doctrina, tal vez sea un buen momento para que practiquen juntos cómo explicar o hacer una dramatización. Como maestro, usted podría ser un buen recurso para proporcionar comentarios y sugerencias a los alumnos sobre el progreso que estén logrando o que les esté costando alcanzar. Podría intercambiar ideas o compartir experiencias de su propia vida para ayudarlos; sin embargo, tenga en cuenta que no debe crearse la expectativa de que los alumnos le informen acerca de sus metas o planes. Algunas de esas metas y planes podrían ser muy personales. Si un alumno se siente cómodo hablando con usted acerca de sus planes o metas, delibere en consejo con él, pero reconozca también cuándo se debe indicar a un alumno que hable con sus padres o con su obispo o presidente de rama.
Crear una actividad de evaluación para una lección “Evalúa tu aprendizaje”
En ocasiones, deberá adaptar las lecciones “Evalúa tu aprendizaje” creando una nueva actividad de evaluación. Debido a los calendarios escolares, es posible que haya habido una lección que los alumnos no hayan estudiado, en la cual se base una lección “Evalúa tu aprendizaje” del curso de estudio de Seminario. También podría haber habido una lección que haya resultado especialmente significativa para los alumnos y que no se trate en ninguna lección “Evalúa tu aprendizaje”. En esos casos, deberá reemplazar una de las actividades de la lección “Evalúa tu aprendizaje” por una elaborada por usted con el fin de evaluar la comprensión o el progreso de los alumnos sobre ese tema.
Los pasos siguientes pueden ayudarlo a crear una actividad de evaluación eficaz.
Paso 1: Para comenzar, determine una lección a la que le gustaría dar seguimiento. ¿En qué tipo de resultado se centró la lección?
¿Se centró más en lo que los alumnos saben y entienden? ¿Puso más énfasis en los sentimientos, las actitudes o los deseos de los alumnos? ¿O quizás se centró principalmente en el comportamiento de los alumnos? Conocer el tipo de resultado que desea que los alumnos logren puede ayudarlo a crear una experiencia de evaluación apropiada.
Paso 2: Considere lo que los alumnos podrían hacer que los ayude a ver su crecimiento y aprendizaje. Recuerde que esto no es algo que los alumnos deban mostrarle a usted o a otros alumnos; simplemente tiene que ser algo que los ayude a ver su propio progreso en su aprendizaje. Algunos ejemplos son los siguientes:
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Resultados relativos al conocimiento y la comprensión: Los alumnos podrían enseñar o explicar un concepto doctrinal, ya sea verbalmente o por escrito. Esto podría hacerse para responder a una situación hipotética en la que los alumnos practiquen la explicación de la doctrina.
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Resultados relativos a sentimientos, actitudes o deseos: Los alumnos podrían repasar una autoevaluación de una lección anterior y comparar sus respuestas actuales con las que dieron cuando estudiaron la lección. Podrían revisar una entrada de su diario personal o responder o completar de nuevo una encuesta completada previamente para fijarse en las diferencias.
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Resultados relativos al comportamiento: Los alumnos podrían repasar lo que sintieron que debían hacer o el plan que elaboraron como parte de una lección. Luego podrían reflexionar sobre cómo han actuado de acuerdo con la impresión o cómo han implementado el plan. Algunos alumnos que estén dispuestos podrían compartir sus experiencias, si no fueran demasiado personales. Incluso podrían demostrar algunos comportamientos esperados en clase, tales como utilizar la aplicación Árbol Familiar de FamilySearch o mostrar una técnica de estudio de las Escrituras.
Paso 3: Cree una experiencia de aprendizaje que permita a los alumnos darse cuenta de cómo están creciendo y aprendiendo. Busque maneras de que resulte interesante y agradable y proporcione tiempo suficiente para que los alumnos reflexionen y evalúen su crecimiento. Es posible que algunos alumnos se desilusionen con su crecimiento actual. Cree oportunidades que no lleven a los alumnos a comparar su crecimiento con el de los demás. Los alumnos deben tener suficiente tiempo para buscar la ayuda de su Padre Celestial por medio del Espíritu Santo a fin de saber lo que están haciendo bien y cómo pueden mejorar. Deben entender que estas evaluaciones nunca deben considerarse definitivas; más bien, siempre se debe alentar a los alumnos a considerar cuál podría ser el siguiente paso en su aprendizaje.
Evaluaciones del Dominio de la doctrina
En Seminario hay dos evaluaciones exhaustivas del aprendizaje que brindan a los alumnos la oportunidad de demostrar su dominio de la doctrina. En esas dos evaluaciones se registra el desempeño de los alumnos. Aunque los alumnos deben superar ambas evaluaciones para recibir créditos de Seminario durante el curso escolar, pueden llevarlas a cabo tantas veces como quieran. Los maestros también deben hacer adaptaciones razonables, después de deliberar en consejo con los padres sobre las necesidades de los alumnos, en cuanto a la forma en que estos completan las evaluaciones. Adapte estas evaluaciones o las maneras en que los alumnos pueden completarlas, según sea necesario.
En el apéndice del manual del maestro hay dos repasos de las evaluaciones del Dominio de la doctrina. Estas son experiencias en el salón de clases diseñadas a fin de ayudar a los alumnos a repasar juntos para prepararse para las evaluaciones de aprendizaje. Esos repasos deben hacerse cuando los alumnos estén reunidos virtualmente o en persona.
Conclusión
Piense en los beneficios de ayudar a los alumnos a evaluar su aprendizaje periódicamente. Darles la oportunidad de explicar la doctrina, reflexionar sobre sus sentimientos, actitudes y deseos, y repasar los planes o las metas en los que estén trabajando los ayudará en sus esfuerzos por llegar a ser más semejantes a Jesucristo. Las lecciones de evaluación también brindan la oportunidad de que el Espíritu Santo inspire a los alumnos ayudándolos a sentir lo que están haciendo bien y motivándolos para que mejoren. Estas lecciones son importantes y se deben enseñar con regularidad.