Compartir recursos de la Iglesia
Cuando Jesucristo estuvo sobre la tierra, Él ayudó a las personas a aliviar sus necesidades físicas, así como espirituales. Él alimentó al hambriento y sanó a los enfermos; los elevó y ayudó a los que tenía a Su alrededor. A menudo es difícil que las personas se fortalezcan espiritualmente cuando no logran satisfacer sus necesidades básicas.
Hoy en día la Iglesia ha desarrollado recursos para aliviar las necesidades físicas y espirituales de las personas. Esos recursos incluyen cursos de autosuficiencia, clases de EnglishConnect, grupos para recuperarse de las adicciones, clases y programas educativos, entre otros. Invitar a amigos no miembros a beneficiarse de esos recursos de la Iglesia es una excelente manera de compartir el Evangelio. Esos recursos pueden ayudarlos a mejorar su bienestar y desarrollar lazos de amistad con miembros de la Iglesia.
Como líderes, piensen en las necesidades de las personas de su comunidad. ¿Cómo podrían los recursos de la Iglesia beneficiar la vida de ellos?