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Aprender a la manera del Salvador

Toma apuntes y responde a las preguntas aquí.

Repasar

En “Comprender la importancia de la formación académica”, aprendiste sobre las maneras en que la formación académica abre la puerta a las oportunidades. Comparte algunas formas en las que tú y tu familia han hecho de la formación académica una prioridad.

Aprender

Las Escrituras nos enseñan que Jesús, cuando vivió en la tierra, “no recibió de la plenitud al principio” (Doctrina y Convenios 93:12; véanse también los versículos 11–14). Esto significa que Jesús no lo sabía todo cuando nació ni lo aprendió todo de golpe. Por el contrario, “crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:52). Aprendió “línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá” (Isaías 28:10). En otras palabras, Él aprendió una cosa o un paso a la vez, al igual que nosotros.

Aprender requiere tiempo; puede resultar difícil seguir intentándolo y aprendiendo cuando una materia escolar o un tema que estamos aprendiendo nos resulta difícil de entender. ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Jesús? ¿Cómo podemos aprender un paso a la vez?

Lee la siguiente historia sobre una joven que se llamaba Priscilla, quien siguió intentando escribir aunque le resultaba difícil.

Escribir siempre fue difícil para mí, no se me ocurría ni qué escribir. Siempre sentí que mi forma de escribir no era muy buena, pero sabía que necesitaba saber redactar para ir bien en la escuela y en los exámenes.

Le pregunté a mi maestra cómo podía escribir mejor. Ella me dijo que no me rindiera y que escribiera todo lo que pudiera, aunque fueran pocas palabras. Me seguía resultando difícil, pero seguía intentándolo y oraba para que el Señor me ayudara a escribir mejor.

Mi maestra también me dijo que leyera libros y que me fijara en cómo sonaba el texto al leerlo en voz alta. Al seguir los consejos de mi maestra, empecé a ver en qué casos mi forma de escribir resultaba confusa y en qué casos mejoraba. Sé que, si sigo intentándolo, escribir me resultará más fácil.

Ilustración de una joven escribiendo en un papel

Actividad

Piensa en algo que hayas aprendido. Por ejemplo, podrías pensar en una habilidad como coser, montar en bicicleta o preparar comida. También podrías pensar en cómo aprendiste álgebra o a leer. Responde a las siguientes preguntas sobre tu experiencia al aprender esa habilidad:

• ¿Cuál es la habilidad que aprendiste?

• ¿Qué hizo que resultara difícil de aprender?

• ¿Qué te ayudó a seguir aprendiendo cuando te resultaba difícil?

• Piensa en algo difícil que estés aprendiendo en la escuela ahora mismo. ¿Qué paso puedes dar ahora para seguir aprendiendo o para que te resulte más fácil aprender? ¿Quién puede ayudarte?

Hablar con tu familia

Habla con tu familia sobre cómo podemos seguir el ejemplo del Salvador mientras aprendemos. Pregunta a tus padres sobre algún momento en el que les resultó complicado aprender y qué hicieron para seguir aprendiendo aunque fuera difícil.