¿DE DÓNDE VINE?
Su vida no comenzó al momento de nacer, ni terminará al morir. Ha sido creado con un cuerpo espiritual (al que a veces se le llama alma) y con un cuerpo físico. Nuestro Padre Celestial creó su espíritu, y usted vivió con Él en calidad de espíritu antes de nacer en la tierra. Lo conoció y lo amó a Él, y Él lo conoció y lo amó a usted. A este periodo se le llama vida preterrenal.
A lo largo de su vida preterrenal, se le enseñaron principios y mandamientos que conducirían a la felicidad. Usted aumentó en inteligencia y aprendió a amar la verdad, y se le enseñó el Plan de Salvación. Durante esa vida preterrenal, Jesucristo fue escogido como el Salvador; usted aprendió que por medio de Él podría vencer las consecuencias ocasionadas por las malas decisiones.
Una parte primordial del plan de Dios fue que usted viniera a la tierra a recibir un cuerpo físico y a aprender a tomar decisiones correctas. Usted no recordaría el haber vivido en la presencia de nuestro Padre Celestial, pero Él le proporcionaría la capacidad de distinguir entre el bien y el mal; podría reconocer Su amor y Su verdad. A través de sus experiencias y pruebas, aprendería a tomar decisiones correctas constantemente. Con la ayuda de Jesucristo, podría regresar a vivir con nuestro Padre Celestial una vez que su vida en la tierra llegase a su fin.
En su vida preterrenal, usted aprendió que sólo al tomar la decisión de seguir el plan de Dios recibiría paz y satisfacción duraderas en esta vida y por la eternidad. Debido a que Él le ama, nuestro Padre Celestial le proporcionó el albedrío, o sea, el poder de tomar decisiones. Él le permitió decidir si seguiría Su plan y al Señor Jesucristo.
Satanás, uno de los hijos espirituales de Dios, se rebeló en contra de nuestro Padre Celestial y no aceptó Su plan. Él quería obligarnos a todos a hacer su voluntad. Lamentablemente, muchos de los hijos de nuestro Padre Celestial optaron por seguir a Satanás, y tanto él como sus seguidores fueron echados de la presencia de Dios y no se les permitió nacer en la tierra. Ellos aún existen como espíritus; son muy desdichados, y quieren que usted también lo sea. Ellos lo tientan a usted y a todos los hijos de Dios a cometer actos que les traerán desdicha y que no son agradables ante Dios.
En la vida preterrenal, usted optó por tener fe en Jesucristo y seguir el plan de Dios. Debido a las decisiones que tomó, usted nació en la tierra. Únicamente si toma esas mismas decisiones encontrará paz en esta vida y podrá regresar a vivir con nuestro Padre Celestial después de que esta vida llegue a su fin.