Capítulo 26
Los hijos de Israel ofrecerán a Jehová una canasta de las primicias de Canaán — Se les manda guardar la ley del diezmo — Israel hace convenio de guardar los mandamientos y Jehová promete hacer de ellos un pueblo santo y una gran nación.
1 Y acontecerá que cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y la tomes en posesión y habites en ella,
2 entonces tomarás de las primicias de todos los frutos de la tierra que saques de la tierra que Jehová tu Dios te da, y las pondrás en una canasta e irás al lugar que Jehová tu Dios escoja para hacer habitar allí su nombre.
3 E irás al sacerdote que haya en aquellos días y le dirás: Declaro hoy a Jehová tu Dios que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos daría.
4 Y el sacerdote tomará la canasta de tu mano y la pondrá delante del altar de Jehová tu Dios.
5 Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allá con pocos hombres, y allí llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa.
6 Y los egipcios nos maltrataron, y nos afligieron y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.
7 Y clamamos a Jehová, el Dios de nuestros padres, y oyó Jehová nuestra voz, y vio nuestra aflicción, y nuestro trabajo y nuestra opresión;
8 y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, y con brazo extendido, y con gran espanto, y con señales y con milagros;
9 y nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.
10 Y ahora, he aquí, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y las dejarás delante de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios.
11 Y te alegrarás en todo el bien que Jehová tu Dios te haya dado a ti y a tu casa, tú y el levita y el extranjero que está en medio de ti.
12 Cuando hayas acabado de separar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, para que coman en tus ciudades y se sacien.
13 Y dirás delante de Jehová tu Dios: Yo he sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, y al extranjero, y al huérfano y a la viuda, conforme a todos tus mandamientos que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos ni me he olvidado de ellos.
14 No he comido de ello en mi luto, ni he sacado de ello estando impuro, ni de ello he ofrecido a los muertos; he obedecido la voz de Jehová mi Dios, y he hecho conforme a todo lo que me has mandado.
15 Mira desde tu santa morada, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.
16 Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma.
17 Has declarado hoy que Jehová es tu Dios, y que andarás en sus caminos, y que guardarás sus estatutos y sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás su voz.
18 Y Jehová te ha declarado hoy que tú eres su pueblo singular, como él te lo ha dicho, y para que guardes todos sus mandamientos,
19 y para ponerte en alto sobre todas las naciones que hizo, para loor, y fama y gloria, y para que seas pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho.