Capítulo 30
Los israelitas esparcidos serán recogidos de todas las naciones cuando recuerden el convenio — Moisés pone delante del pueblo la vida o la muerte, la bendición o la maldición.
1 Y acontecerá que cuando hayan venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y las recuerdes en tu corazón en medio de todas las naciones en las cuales Jehová tu Dios te haya dispersado,
2 y te conviertas a Jehová tu Dios, y obedezcas su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,
3 entonces Jehová tu Dios te hará volver de tu cautiverio, y tendrá misericordia de ti y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te haya esparcido Jehová tu Dios.
4 Si has sido arrojado hasta los confines de los cielos, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará.
5 Y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y la poseerás; y te hará bien y te multiplicará más que a tus padres.
6 Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
7 Y pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.
8 Y tú volverás y escucharás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te mando hoy.
9 Y te hará Jehová tu Dios prosperar en toda la obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse en ti para bien, de la manera que se gozó en tus padres,
10 si escuchas la voz de Jehová tu Dios para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley, y si te conviertes a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
11 Porque este mandamiento que yo te mando hoy no te es demasiado difícil, ni está lejos de ti.
12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?
13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién cruzará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?
14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal,
16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos y sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual vas a entrar para poseerla.
17 Mas si tu corazón se aparta y no escuchas, y te desvías, y te inclinas a dioses ajenos y los sirves,
18 yo os declaro hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán para ir a poseerla.
19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, de que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia,
20 amando a Jehová tu Dios, escuchando su voz y aferrándote a él, porque él es tu vida y la prolongación de tus días, a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.