Capítulo 13
La destrucción de Babilonia es un símbolo de la destrucción que habrá a la Segunda Venida — Será un día de ira y de venganza — Babilonia (el mundo) caerá para siempre — Compárese con 2 Nefi 23.
1 Profecía sobre Babilonia, que vio Isaías hijo de Amoz:
2 Levantad bandera en lo alto de un monte. Alzad la voz a ellos; señalad con la mano para que entren por las puertas de los nobles.
3 Yo mandé a mis santificados; asimismo llamé a mis valientes, a los que se alegran con mi gloria, para ejecutar mi ira.
4 Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendoso ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos dispone las tropas para la batalla.
5 Vienen de lejana tierra, del extremo de los cielos, Jehová y las armas de su indignación, para destruir toda la tierra.
6 Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como destrucción del Todopoderoso.
7 Por tanto, se debilitarán todas las manos, y desfallecerá todo corazón de hombre;
8 y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos. Tendrán dolores como de mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas.
9 He aquí, el día de Jehová viene, cruel, con indignación e ira ardiente para dejar la tierra desolada y destruir en ella a sus pecadores.
10 Por lo cual las estrellas de los cielos y sus constelaciones no darán su luz; y el sol se oscurecerá al salir, y la luna no dará su resplandor.
11 Y castigaré al mundo por su maldad y a los malvados por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios y abatiré la altivez de los tiranos.
12 Haré al ser humano más precioso que el oro fino, y al hombre más que el oro de Ofir.
13 Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar en la indignación de Jehová de los ejércitos, en el día de su ira ardiente.
14 Y será que, como gacela perseguida y como oveja sin pastor, cada cual acudirá a su propio pueblo, y cada uno huirá a su propia tierra.
15 Cualquiera que sea hallado será traspasado, y cualquiera que por ellos sea tomado caerá a espada.
16 Y sus niños serán estrellados delante de sus ojos; sus casas serán saqueadas, y violadas sus mujeres.
17 He aquí que yo incitaré contra ellos a los medos, que no estimarán la plata ni codiciarán el oro.
18 Y con arcos destrozarán a los jóvenes; y no tendrán misericordia del fruto del vientre, ni su ojo tendrá piedad de los niños.
19 Y Babilonia, la gloria de los reinos, ornamento de la grandeza de los caldeos, será como cuando Dios destruyó a Sodoma y a Gomorra.
20 Nunca más será habitada, ni se morará en ella de generación en generación; no levantará allí tienda el árabe, ni los pastores harán descansar allí su rebaño,
21 sino que las fieras del desierto se echarán allí, y sus casas se llenarán de animales que aúllan; allí habitarán avestruces y allí danzarán cabras salvajes.
22 Y en sus desoladas fortalezas aullarán las hienas, y chacales en sus palacios deleitosos. Y su tiempo está a punto de llegar, y sus días no se prolongarán.