Ocho verdades provenientes de la Primera Visión
Una clara mañana de primavera, hace doscientos años, en una zona rural del norte del estado de Nueva York, en una apacible arboleda, Dios el Padre y Su Hijo, Jesucristo, se aparecieron al joven José Smith. Ese milagroso acontecimiento puso fin a siglos de incertidumbre y especulación sobre la naturaleza de Dios, la necesidad de revelación continua y otras verdades eternas olvidadas o empañadas por la oscuridad espiritual.
El presidente James E. Faust (1920–2007), Segundo Consejero de la Primera Presidencia, quien dijo que era posible que la Primera Visión fuese “el suceso más extraordinario que haya ocurrido en la tierra desde la Resurrección”, destacó ocho verdades que se restauraron en la tierra a raíz de ese notable acontecimiento1. Al conmemorar el 200.º aniversario de la Primera Visión, consideren estas verdades y los numerosos testimonios de profetas modernos que dan testimonio no solo de la realidad de la Primera Visión, sino también de las verdades que revela.
1. Dios nuestro Padre es un Ser personal, y los hombres y las mujeres fueron creados a Su imagen.
“José Smith aprendió más en esos minutos [de la Primera Visión], hayan sido largos o breves, en cuanto a la naturaleza de Dios, que lo que jamás habían aprendido los teólogos eruditos de todas las épocas”. —Presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008)2.
“Nuestro Padre Celestial tiene oídos para escuchar nuestras oraciones, ojos para ver nuestras acciones, boca para hablarnos, y corazón para sentir compasión y amor por todos nosotros. Es un Ser real y viviente. Somos Sus hijos, creados a Su imagen”. —Presidente Thomas S. Monson (1927–2018)3.
2. Jesús es un personaje separado y distinto del Padre.
“En su Primera Visión, José Smith vio a dos personajes distintos, dos seres, aclarando de esa manera que las creencias que prevalecían en aquella época concernientes a Dios y la Trinidad no eran verdad.
“A diferencia de la creencia de que Dios es un misterio incomprensible e incognoscible, existe la verdad de que la naturaleza de Dios y nuestra relación con Él es conocible, y que es la clave de todo el resto de nuestra doctrina”. —Presidente Dallin H. Oaks, Primer Consejero de la Primera Presidencia4.
3. El Padre declara que Jesucristo es Su Hijo.
“Damos testimonio, en calidad de Sus apóstoles debidamente ordenados, de que Jesús es el Cristo Viviente, el inmortal Hijo de Dios. Él es el gran Rey Emanuel, que hoy está a la diestra de Su Padre. Él es la luz, la vida y la esperanza del mundo. Su camino es el sendero que lleva a la felicidad en esta vida y a la vida eterna en el mundo venidero”. —“El Cristo Viviente: El Testimonio de los Apóstoles”5.
4. Jesús fue el conducto de la revelación, tal como se enseña en la Biblia.
“Toda revelación desde la Caída ha venido por medio de Jesucristo, quien es el Jehová del Antiguo Testamento… El Padre [Elohim] nunca trató directa o personalmente con el hombre después de la Caída, y nunca se ha mostrado a no ser para presentar y dar testimonio del Hijo”. —Presidente Joseph Fielding Smith (1876–1972)6.
5. Se cumplió la promesa de Santiago al pedir sabiduría a Dios.
“El profeta José Smith estableció un patrón que hemos de seguir al resolver nuestras preguntas. Inspirado en la promesa de Santiago de que si carecíamos de sabiduría podíamos pedirla a Dios, el joven José llevó su pregunta directamente al Padre Celestial…
“Del mismo modo, ¿a qué dará comienzo la búsqueda de ustedes? ¿De qué sabiduría carecen? ¿Qué sienten que necesitan saber o comprender con urgencia? Sigan el ejemplo del profeta José; encuentren un lugar tranquilo a donde puedan ir con regularidad; humíllense ante Dios; derramen su corazón a su Padre Celestial; acudan a Él para recibir respuestas y consuelo”. —Presidente Russell M. Nelson7.
6. José supo de la realidad de un ser existente de un mundo invisible que intentó destruirlo.
“Satanás, o Lucifer o el padre de las mentiras —llámenlo como lo llamen— es real y es la personificación misma del mal. Sus motivos, en todos los casos, son maliciosos, y se estremece ante la aparición de la luz redentora, ante el pensamiento mismo de la verdad… Se opone eternamente al amor de Dios, a la expiación de Jesucristo y a la obra de paz y de salvación. Luchará en contra de ellos en toda ocasión y lugar que le sea posible”. —Élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles8.
7. Se produjo un alejamiento de la Iglesia establecida por Jesucristo: a José se le dijo que no se uniera a ninguna de las sectas, porque enseñaban las doctrinas de los hombres.
“La Apostasía o caída de la Iglesia original que el Señor había organizado… [la] profetizaron aquellos que ayudaron a establecer la Iglesia en primer lugar. Pablo escribió a los cristianos de Tesalónica que esperaban con ansiedad la segunda venida del Salvador, diciéndoles que ese día ‘no vendrá sin que antes venga la apostasía’ (2 Tesalonicenses 2:3)”. —Presidente M. Russell Ballard, Presidente en Funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles9.
8. José Smith se convirtió en un testigo de Dios y de Su Hijo Jesucristo.
“El testimonio de José Smith acerca de Jesucristo es que Él vive, ‘porque lo [vio], sí, a la diestra de Dios; y [oyó] la voz testificar que él es el Unigénito del Padre’ (D. y C. 76:23; véase también el versículo 22). Suplico a todos los que oigan o lean este mensaje que procuren, por medio de la oración y del estudio de las Escrituras, ese mismo testimonio del divino carácter, de la expiación y de la resurrección de Jesucristo”. —Élder D. Todd Christofferson10.