4 Poderosas verdades sobre el duelo
Muchos experimentaremos duelo en la vida. Debido a que el duelo puede afectar a cada persona de forma diferente, puede ser difícil comprender cómo uno se debe sentir y seguir adelante. Steven Eastmond, un trabajador social de cuidados paliativos y miembro de la Iglesia, se ha reunido con muchas personas cuyos seres queridos han fallecido. En un artículo titulado “El poder sanador del duelo,” él menciona las siguientes cuatro verdades sobre el duelo para ayudarnos a comprenderlo mejor:
1. El duelo es doloroso, pero te ayuda a sanar. “El duelo duele, pero puede ser el bálsamo que nos ayuda a sanar cuando se le permite hacer su trabajo adecuadamente. El primer paso para tratar el duelo es reconocer que el dolor es una parte normal del proceso. Necesita ser reconocido, no evitado”.
2. El sentir pena no significa que carezcas de fe. “He trabajado con muchas buenas personas que se preguntaban si habían perdido la fe porque sentían una profunda pena por la pérdida de un ser querido. Erróneamente pensaban que una persona con un fuerte testimonio no debería sentirse profundamente triste por el fallecimiento de un ser querido—como si el hacer duelo por la muerte del ser querido fuese sinónimo de una descreencia en el más allá o en las promesas del Salvador”.
3. El duelo es una señal de amor. “El duelo es el precio que pagamos por amar a alguien—y ese precio vale la pena. Ninguna de las persona con las que he trabajado dijeron que dejarían el amor que tenían por un miembro de la familia a fin de evitar el duelo que viene como consecuencia de perder a dicho miembro de la familia”.
4. A pesar del dolor, puedes volver a sentir paz. “Por medio del poder de la Expiación, ‘el aguijón de la muerte’ puede ser reemplazado por la paz que trae el Espíritu (véase Alma 22:14)”.
El duelo es una parte natural de la vida mortal, pero gracias al plan del Señor para nosotros, podemos tomar consuelo al saber que un día nos volveremos a juntar con nuestros seres queridos.