2020
10 cosas para preguntarle a tu futuro cónyuge
Junio de 2020


Solo para versión digital: Jóvenes adultos

10 cosas para preguntarle a tu futuro cónyuge

¿Estás pensando en casarte? Genial, ¡felicitaciones! Antes de que lo hagas, hay algunas cosas que definitivamente debes averiguar acerca de la persona con quien deseas casarte (y sobre ti mismo y lo que deseas).

El élder Robert D. Hales (1932–2017), del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “… [salir en citas] les da la oportunidad de tener largas conversaciones. Mientras sean novios, traten de saber todo lo que puedan el uno del otro y, cuando sea posible, de conocer a sus respectivas familias. ¿Tienen metas compatibles? ¿Piensan y sienten lo mismo sobre los mandamientos, el Salvador, el sacerdocio, el templo, la crianza de los hijos, los llamamientos de la Iglesia y el servicio a los demás? ¿Se han observado mutuamente en situaciones de tensión, al reaccionar frente al éxito o al fracaso, al resistir el enojo y al enfrentar contratiempos? La persona con quien estás saliendo, ¿menoscaba a los demás o los edifica? Su actitud, lenguaje y conducta, ¿es algo con lo que querrías convivir a diario?”1.

Básicamente, debes conocer bien a la persona con la que te cases. Con eso en mente, hemos recopilado una lista de preguntas para hacerle a tu futuro cónyuge. No es de ninguna manera una lista completa, pero al menos puede ayudarte a comenzar y abarcar algunas preocupaciones específicas del Evangelio. Si algunos de estos temas son difíciles de tratar, será una buena práctica para cuando estén casados, cuando deban tener muchas conversaciones difíciles sobre estos y otros temas delicados.

Al hablar de estos temas delicados, es posible que te sientas nervioso, o tal vez incluso temeroso, por la idea del matrimonio. Pero recuerda que hay una diferencia entre temor y preocupación. Sentir temor es válido: ¡la idea de casarse puede dar miedo! Pero el Señor nos dice que no temamos2, así que si te sientes bien con la persona, puedes seguir adelante sin tener en cuenta tus temores. Sin embargo, si hay una preocupación real en cuanto a la persona con la que estás pensando casarte, debido a una pregunta de esta lista o a otra pregunta que tengas, eso puede ser una señal de precaución al avanzar.

Solo recuerda, esto no es una prueba; es una oportunidad para aprender a comunicarse acerca de algunas de las cosas buenas, difíciles y extrañas que surgirán en el matrimonio.

  1. ¿Cómo se siente acerca de Jesucristo y el Evangelio? ¿En cuanto al templo? ¿Cómo pasa los días de reposo?

  2. ¿Qué atributos y dones siente que son necesarios para la felicidad en el matrimonio y la familia? ¿Cuáles de esos atributos o dones siente que son sus fortalezas, y cómo se ayudarán mutuamente a desarrollar los demás?

  3. ¿Desea tener hijos? ¿Cuántos? ¿Qué tan pronto? ¿Cómo sería su enfoque para la disciplina de los hijos?

  4. ¿Cómo sería un día en la vida de su matrimonio? ¿Cómo les gustaría hacer las oraciones, el estudio de las Escrituras, etc.? ¿Qué planearán hacer para mantener fuerte su relación?

  5. En relación con el dinero, ¿es más una persona ahorradora o gastadora? ¿Qué piensa de las deudas? ¿Tiene deudas? ¿Cuáles son sus creencias con respecto al diezmo?

  6. ¿Cómo se lleva con su familia? ¿Cuánto tiempo planea pasar con ellos después de que ustedes se casen? ¿Cuánto tiempo planea pasar con tu familia?

  7. ¿Cuáles son sus perspectivas, expectativas o experiencias en relación a la intimidad física?

  8. ¿Ha luchado alguna vez con algún tipo de adicción o uso habitual de cosas como medicamentos recetados u otras drogas, pornografía, alcohol o incluso juegos de video o realidad virtual? Si es así, ¿qué ha hecho para superarlo?

  9. ¿Cómo manejarán ambos los desacuerdos, cuando sucedan?

  10. ¿Hay algo en su pasado que deberías saber? Si lo hay, este es un buen momento para aprender cuánto crees tú en el arrepentimiento. Este también es un buen momento para la honestidad. No querrás averiguar cosas más tarde y dar lugar a que alguno de los dos se pregunte si se habrían casado si hubieran conocido esa información.

El élder Hales también nos recordó que “nadie se casa con la perfección, nos casamos con el potencial3. Ten esto en cuenta en todas tus conversaciones durante el noviazgo. Nadie es perfecto, y el matrimonio tiene que ver con aprender, crecer y acercarse más al Salvador juntos.