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Aprender sobre las tradiciones cristianas hizo que la Pascua de Resurrección fuera más significativa para mí
Después de asistir a una clase sobre las religiones del mundo en la universidad, me di cuenta de que podía hacer que la Pascua de Resurrección fuera aún más significativa para mí como Santo de los Últimos Días.
A lo largo de un semestre en la universidad, mientras estaba sentada en una pequeña sala de conferencias para aprender sobre las religiones de todo el mundo, siempre encontraba algo relacionado con mi trayectoria personal como discípula de Jesucristo, ya fuera un ritual, un principio rector o un versículo de un texto sagrado.
Lo que más aprendí de la clase fue el conocimiento de que Dios inspira a Sus hijos en todas partes. Me encanta lo que dijo el élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
“Honramos y respetamos a las almas sinceras de todas las religiones que hayan amado a Dios, sea donde sea o en la época que hayan vivido o vivan, aun cuando no tuvieran la plenitud del Evangelio […]. [L]os abrazamos como hermanos y hermanas, hijos de nuestro Padre Celestial […].
“Él […] escucha las oraciones de los humildes y sinceros de toda nación, lengua y pueblo. Él concede luz a quienes lo buscan y honran, y están dispuestos a obedecer Sus mandamientos”1.
Ahora que se está acercando la época de Pascua de Resurrección, a continuación figuran algunas prácticas que se encuentran en todo el mundo que me parecen inspiradoras. Aunque nosotros, como miembros de la Iglesia, no practicamos todas estas tradiciones, observar cómo otros cristianos recuerdan al Salvador puede ayudarnos a que nuestras propias celebraciones de la Pascua de Resurrección sean también más significativas.
La Cuaresma
La Cuaresma es una tradición que celebran algunos cristianos de todo el mundo. Es un período de humildad y crecimiento espiritual que comienza seis semanas antes de la Pascua de Resurrección, y en el que los creyentes se preparan para la festividad a través del sacrificio personal. Esto abarca los días especiales de ayuno y dar limosna. Durante la Cuaresma, también se anima a los creyentes a abstenerse de algo físico —como una comida favorita, un juego, un programa de televisión o un pasatiempo— y a dedicar el tiempo adicional que se habría dedicado a esa actividad al estudio espiritual y a la oración.
Me encanta la idea de que la Pascua de Resurrección puede ser una experiencia transformadora entre el Salvador y yo. Como Santos de los Últimos Días no practicamos la Cuaresma, pero aprender sobre ella me ha hecho querer dedicar más de mi tiempo a recordar y a prepararme espiritualmente para la Pascua de Resurrección, ya sea a través del ayuno, estudiando más sobre la vida del Salvador en las Escrituras, o incluso haciendo la obra de historia familiar o la indexación para ayudarme a recordar cuánto significa el sacrificio del Salvador para mí y para todos mis antepasados.
Los huevos de Pascua
Crecí en un hogar donde teñir los huevos cocidos era una tradición muy apreciada. En algunos países europeos (como Ucrania y Lituania), el proceso es bastante complejo. En lugar de simplemente teñir los huevos cocidos, vacían los huevos, los decoran con bellos diseños de cera y luego los pintan. El producto final es un huevo vacío que simboliza tanto la tumba vacía como la hermosa esperanza que trae la Resurrección.
Es muy fácil olvidar el poderoso significado que hay detrás de las muchas tradiciones que tenemos, pero es importante tomarse un momento para reflexionar sobre lo que significan y cómo nos ayudan. La próxima vez que tiña unos huevos, quiero dedicar más tiempo a crear minuciosamente una hermosa representación de mis pensamientos.
La Cena del Señor
Muchos cristianos participan de la Cena del Señor, o la Santa Cena. Cuanto más aprendía sobre lo simbólica que es la Santa Cena y lo importante que es para muchas religiones, especialmente en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, más me daba cuenta de que a menudo daba por sentado ese regalo semanal.
Muchos cristianos se centran en prepararse mental y espiritualmente para la Santa Cena antes de participar en ella. Me sorprendió el poder que la Santa Cena tiene para esos creyentes gracias a su preparación. Su ejemplo me hizo pensar en mi propia preparación para la Santa Cena. Ahora he pensado en muchas maneras en que puedo prepararme espiritualmente para la Santa Cena cada semana, y hacer que la ordenanza sea significativa en mi vida mientras me centro en lo que realmente simboliza.
Aprender de los demás
En todo el mundo, las personas lo celebran de maneras diferentes, pero profundas. En España, las campanas de las iglesias dejan de sonar unos días antes de la Pascua de Resurrección para honrar el sufrimiento y la muerte de Cristo, y luego vuelven a sonar en la Pascua. En Rusia, la familia, los amigos y los desconocidos se saludan diciendo: “Ha resucitado”, y la otra persona responde: “En verdad, ha resucitado”.
La Pascua de Resurrección celebra el acontecimiento más alegre de la historia del mundo, un evento del que saco una esperanza continua. Los ejemplos de los creyentes y de las culturas de todo el mundo me han recordado que debo hacer que mi celebración sea significativa, con una preparación cuidadosa, y que debo dedicar más tiempo a acercarme más a Dios. Y lo más importante, me han recordado por qué celebramos esta festividad y cómo nos puede acercar más a Cristo.