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¿Cómo quiere el Padre Celestial que use mis dones espirituales?


¿Cómo quiere el Padre Celestial que use mis dones espirituales?

Los dones espirituales son bendiciones o habilidades que nos da el Espíritu Santo. Como hijos del Padre Celestial, todos tenemos dones espirituales. Dios nos da esos dones para que sirvamos a otros y contribuyamos a edificar Su reino. Él nos ha mandado que busquemos y desarrollemos nuestros dones espirituales diligentemente.

Prepararse espiritualmente

¿Qué dones espirituales tiene usted? ¿Cómo le han bendecido a usted y a otras personas, especialmente con el servicio del sacerdocio? ¿Cómo le han bendecido a usted los dones espirituales de otras personas? ¿Cómo ha identificado usted sus propios talentos?

¿Por qué es importante que los jóvenes conozcan sus dones espirituales? ¿Cómo los pueden usar para cumplir con su deber del sacerdocio? ¿Cómo les ayudará esto a prepararse para sus funciones, hogares y familias en el futuro?

Al estudiar estas Escrituras y otros recursos en cuanto a los dones espirituales, busque formas de ayudar a los jóvenes a identificar algunos de sus dones y usarlos para bendecir a otras personas.

1 Corintios 12:3–27; Moroni 10:8–18; D. y C. 46:8–29 (Los dones del Espíritu)

David A. Bednar, “Prestos para observar”, Liahona, diciembre de 2006, págs. 31–36.

Dones espirituales”, Leales a la Fe, 2004, págs. 65–66.

Los dones del Espíritu”, Principios del Evangelio, 2009, págs. 137–145.

Video: “Un don extraordinario”, “Con todo tu corazón”

Enseñar a la manera del Salvador

El Salvador conocía a Sus discípulos. Encontró una forma única de ayudarlos a aprender y a crecer. Cuando tropezaban, no los abandonaba; antes bien, seguía amándolos y ministrando por ellos (véase Marcos 9:24). Ayude a los jóvenes a comprender quiénes son y qué dones poseen. Ínstelos a buscar maneras de usar esos dones para servir a otras personas.

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Video: “Invítenos a testificar”

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Permita que los jóvenes dirijan

Un miembro de la presidencia del cuórum (o un ayudante del obispo en el cuórum de presbíteros) dirige la reunión. Él dirige a los demás jóvenes para que deliberen en consejo en cuanto a los asuntos del cuórum, les enseña sus deberes del sacerdocio (usando las Escrituras y el librito Mi Deber a Dios ), los alienta a compartir las experiencias que han tenido al cumplir con su deber a Dios e invita al asesor o a otro miembro del cuórum a enseñar una lección del Evangelio. Puede prepararse llenando una Agenda de la reunión de cuórum durante una reunión de presidencia.

Comience la experiencia de aprendizaje

Elija alguna de las ideas siguientes, o utilice las suyas, para repasar la lección de la semana anterior y presentar la de esta semana:

  • Pida a cada joven que escriba una frase que resuma mejor la lección de la semana pasada, y que la comparta con el cuórum.

  • Lleve a la clase una caja envuelta en papel de regalo con un papel dentro que tenga escrito “Doctrina y Convenios 46:8–9”. Pida a los jóvenes que se imaginen lo que podría haber dentro de la caja. Pida a uno de ellos que abra la caja y lea el pasaje de las Escrituras. ¿Cuáles son “los mejores dones”? ¿Qué tenemos que hacer para recibirlos? Anime a los jóvenes a pensar en cuanto a estas preguntas durante la lección.

Aprender juntos

Cada una de las actividades siguientes ayudará a los miembros del cuórum a aprender sobre los dones del Espíritu. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más que resulten mejor para el cuórum:

  • Divida el cuórum en grupos y asigne a cada grupo un pasaje de las Escrituras de los que se recomiendan en esta reseña. Pida a cada grupo que haga una lista de los dones espirituales que se mencionen en su pasaje y que identifique por qué Dios nos otorga dones espirituales. Pida a un joven de cada grupo que comparta lo que descubrió su grupo. ¿Cuáles de estos dones poseen los jóvenes? (Si alguno de los jóvenes ha recibido su bendición patriarcal, sugiera que la lean luego para hallar qué dones espirituales se les han dado.) ¿Qué dones les gustaría tener? ¿Cómo les ayudarían estos dones a ser más eficientes a la hora de cumplir sus deberes del sacerdocio?

  • Invite a los jóvenes a leer las listas de dones espirituales en 1 Corintios 12:8–10; Moroni 10:9–16; o Doctrina y Convenios 46:13–25, y a encontrar un don sobre el que estarían interesados en aprender más. Ofrézcales tiempo para estudiar el don que escojan usando recursos como “Los dones del Espíritu” (Principios del Evangelio, págs. 137–145). “Dones espirituales” (Leales a la Fe, págs. 65–66) o en la Guía para el Estudio de las Escrituras. Pídales que compartan lo que hayan encontrado. ¿Cómo se pueden usar esos dones para ayudar a edificar el reino de Dios?

  • Pida a los jóvenes que mencionen las diferentes posiciones de un equipo deportivo (como en un equipo de fútbol o baloncesto). ¿Cómo contribuye cada jugador a que gane el equipo? Pídales que lean 1 Corintios 12:12–21, donde Pablo compara la Iglesia a un cuerpo. ¿Qué enseñan estas analogías a los jóvenes en cuanto a cómo usamos nuestros dones espirituales para ayudar a edificar el reino de Dios? Comparta ejemplos de dones espirituales que haya notado en los miembros del cuórum (para ver algunos ejemplos, vea los versículos 8–10 o la lista al comienzo del discurso del élder David A. Bednar: “Prestos para observar”). Invite al presidente del cuórum a dirigir un análisis en cuanto a cómo el cuórum puede trabajar en unión usando sus dones espirituales para servir a otras personas y para ayudar a edificar el reino de Dios.

  • Invite a cada joven a revisar la lista de dones espirituales en las páginas 65–66 de Leales a la Fe y a seleccionar uno o más que les gustaría desarrollar. Pida a cada joven que explique por qué escogió esos dones. ¿Cómo desarrollamos dones espirituales? Invite a los jóvenes a buscar en Doctrina y Convenios 46:7–12 y en “Podemos desarrollar nuestros dones”, en Principios del Evangelio, pág. 143. Pídales que compartan lo que hayan encontrado. ¿Qué enseña Doctrina y Convenios 46:9 a los jóvenes acerca de quién cumple con los requisitos para tener dones espirituales?

  • Muestre uno de los videos de esta reseña e invite a los jóvenes a que piensen en un talento o un don que vean en cada uno de los miembros del cuórum (asegúrese de que se señalen las cualidades de cada joven). Invítelos a leer Mateo 25:14–30 o invite a un miembro del cuórum a que vuelva a contar la parábola de los talentos. ¿Cómo se relaciona esa parábola con los dones que Dios nos ha dado? ¿Cómo podemos usar nuestros talentos para servir a los demás y cumplir con nuestros deberes como poseedores del sacerdocio? Invite a los jóvenes a que escriban sus pensamientos y pida a algunos que compartan con el cuórum lo que hayan escrito.

Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan aprendido. ¿Comprenden mejor los dones espirituales? ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a esta doctrina?

Sugerencia para la enseñanza

“Nunca ridiculice ni critique ninguna pregunta o comentario, sino más bien demuestre cortesía y amor al tratar de responder de la mejor manera que le sea posible. Si una persona siente que sus comentarios son apreciados, compartirá con mayor voluntad sus experiencias, sus sentimientos y su testimonio” (La enseñanza: El llamamiento más importante, 2000, pág. 70).

Invítelos a actuar

El joven que dirige concluye la reunión. Él podría:

  • Invitar a los jóvenes a usar uno de sus dones espirituales para bendecir a alguien que conozcan esta semana.

  • Compartir lo que piensa hacer para desarrollar dones espirituales, e invitar a los miembros del cuórum a hacer sus propios planes.

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