Estamos muy agradecidos de que nos hayas bendecido con los recursos necesarios para construir esta Casa del Señor. Te damos gracias por los fieles santos que, en su prosperidad o en su pobreza, han hecho ofrendas sagradas para construir este santo edificio. Te agradecemos cada sacrificio de tiempo y esfuerzo realizado para construir este hermoso edificio.
Estamos agradecidos por el profeta José Smith y por la restauración del evangelio de Jesucristo en estos últimos días. Te agradecemos la ministración de los mensajeros celestiales que han restaurado las llaves del sacerdocio que hacen posible la salvación y la exaltación de Tus hijos.
Reconocemos a aquellos pioneros chilenos de fe y devoción que establecieron el fundamento de Tu obra en este hermoso país. Que sus nombres sean recordados y su legado reverenciado por todas las generaciones futuras.
Oramos por las familias y por los miembros individualmente de la Iglesia que residen en esta tierra elegida. A medida que sean fieles y leales a los convenios que han hecho y harán en este santo templo, te pedimos que los hagas prosperar y les concedas los deseos de sus corazones. Oramos por los jóvenes, para que acudan a este sagrado lugar. Oramos por los niños para que sus corazones se vuelvan a sus padres. Que se proporcionen las ordenanzas y los convenios de salvación y exaltación a todos los que los anhelan en ambos lados del velo.
Bendice a aquellos que salgan de este templo para el servicio misional que vayan con poder y determinación a fin de ayudar en el recogimiento de Israel en preparación para la segunda venida de tu Amado Hijo.
Oramos por los miembros de la Iglesia que dirigen Tu obra aquí en la tierra. Oramos por los oficiales generales, los líderes locales y los fieles miembros de Tu Iglesia. Oramos para que tu amor los sostenga según Tu santa voluntad para ellos.
Oramos por los líderes gubernamentales de esta gran nación de Chile. Querido Padre, ablanda sus corazones e inspira sus mentes para que este país prospere bajo su dirección. Oramos por los ciudadanos de Chile. Bendícelos según Tu voluntad para con ellos. Fortalece a aquellos que ayudarán a garantizar la libertad y la seguridad para todos. Bendice a los miembros de Tu Iglesia que residen aquí para que sean ciudadanos ejemplares, con integridad y caridad en todas sus labores.
Ahora, Amado Padre, en el sagrado nombre de Jesucristo y por la autoridad del sagrado Sacerdocio de Melquisedec, te dedicamos este, el Templo de Concepción, Chile. Dedicamos la estructura desde lo más profundo de sus cimientos hasta lo más alto de su aguja, para que pueda resistir las fuerzas de la naturaleza y los estragos del tiempo. Dedicamos cada habitación para su propósito sagrado. Dedicamos el mobiliario y los accesorios para que cumplan bien su función y brinden comodidad y utilidad a quienes los usen. Dedicamos los terrenos sobre los que se erige este templo, con sus flores, árboles, arbustos y césped. Frustra la mano de cualquiera que se acerque a este lugar con malas intenciones.
Querido Padre, bendice a los presidentes y las directoras de obreras del templo que sirvan aquí, para que lo hagan con Tu aprobación. Bendice a todos los que sirvan aquí para que la exactitud y el amor prevalezcan en sus esfuerzos. Bendice a aquellos que vengan a adorar y realizar la obra por sus antepasados y por otros. Que Tu Santo Espíritu brinde inspiración, consuelo y gozo a todos los que obren en este sagrado edificio.
Santo Padre, te alabamos y honramos a Ti y a tu Amado Hijo. Que Tus Santos aquí y en todo el mundo cumplan con sus responsabilidades en el recogimiento de Israel, preparando a un pueblo de Sion, y que hagan una obra digna de toda aceptación.
Te expresamos nuestro amor perdurable y sincera gratitud al dedicarte a Ti, este, el Templo de Concepción, Chile, en el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.