Estamos agradecidos por Tu Amado Hijo Jesucristo y por el Evangelio restaurado. Te damos gracias por el profeta José Smith, por medio del cual has revelado prácticas y principios eternos del Evangelio, incluidas las ordenanzas de Tu Santa Casa. Te damos gracias por nuestro querido profeta, el presidente Russell M. Nelson, bajo cuya dirección y con la autoridad del Sacerdocio de Melquisedec actuamos el día de hoy.
Reconocemos y damos gracias por las generaciones de santos fieles que nos han antecedido en esta obra sagrada y han hecho posible este día gozoso. Estamos profundamente agradecidos por sus sacrificios, valor y fe. Estamos agradecidos de igual manera por todos los que edifican Tu obra y Tu reino en la actualidad. Reconocemos y estamos agradecidos por los muchos que no son de nuestra fe y que han ayudado amablemente a lo largo del camino. Invocamos una bendición sobre ellos y sus familias.
Te pedimos que toques la vida de las personas que viven al alcance de este santo edificio para que sus corazones sean atraídos hacia Ti. Bendícelos con el deseo de buscar el mensaje del Evangelio restaurado y de la Iglesia de Jesucristo.
Oh Dios, Tú has enviado a tu profeta Elías para volver el corazón de los padres a los hijos y el corazón de los hijos a sus padres. Este espacio santo abre las puertas de la eternidad a fin de que esos propósitos se puedan cumplir.
Te pedimos que fortalezcas a las familias, a las personas y especialmente a nuestros jóvenes. Haz que tengan la fortaleza que les exigen los desafíos de esta generación. Bendícelos con valor, humildad y caridad. Bendícelos con el deseo de hacer de sus hogares y lugares de congregación refugios de paz, espiritualidad, verdad, amor y unidad.
Queridísimo Padre, perdónanos nuestras muchas faltas. Fortalece nuestra fe y haznos fuertes contra la debilidad. Danos el poder de resistir los engaños del adversario. Que el amor por Ti y por Tu Hijo crezca en nuestro corazón, y que se exprese en nuestra dedicación a Ti, en nuestro amor los unos por los otros y en nuestro esfuerzo por guardar Tus mandamientos.
Ahora, actuando bajo la autoridad del sacerdocio sempiterno, y en calidad de Tus humildes siervos, dedicamos a Ti y a Tu Amado Hijo el Templo de McAllen, Texas, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
En esta oración de dedicación incluimos el centro de reuniones adyacente recientemente construido. Dedicamos ambos edificios sagrados a Ti y a Tu obra, desde los cimientos que no se pueden ver hasta la parte superior de las agujas, incluso los terrenos sobre los que se encuentran todas las instalaciones auxiliares y los bellos jardines. Rogamos que cumplan con el propósito de su creación.
Jesucristo es la principal piedra angular de nuestra vida y la principal piedra angular y el centro de este sagrado templo.
Protege este templo de cualquier influencia, destrucción o daño devastador.
Acepta, por favor, este templo como el regalo de nuestros corazones y manos. Hónralo, por favor, con Tu presencia. Que Tu Santo Espíritu more aquí siempre y lo sientan todos aquellos que entren por sus puertas. Que un manto de santidad repose sobre este sagrado edificio. Que sea un faro de verdad y luz sempiternas y una invitación para venir a Ti.
Bendice a todos los que entren en este templo para hacer convenios contigo, para que lo hagan dignamente y con el deseo de servirte con todo su corazón. Sella sobre ellos una investidura de rectitud para que sea un guardián a lo largo de su vida. Bendícelos con el deseo de ser Tu pueblo del convenio y con la disposición de prestarte a Ti, a Tus hijos y a Tus propósitos un servicio semejante al de Cristo.
Bendice a los jóvenes de Tu Iglesia con la comprensión de que Jesucristo es su fortaleza y que pueden confiar en Él en todo lugar y en todo tiempo. Bendice a nuestra nueva generación con valor, sabiduría y hambre de aprender a tener éxito en esta vida y en la eternidad. Arraiga en su corazón el deseo de seguir a Jesucristo y venir a la Casa del Señor con frecuencia.
Bendice a los que sirven en el templo y velan por él con gozo divino y con la certeza en su corazón de que están en la obra del Señor.
Te damos gracias por los fieles pagadores de diezmo cuyas ofrendas hacen posible estos santos templos. Abre las ventanas del cielo y derrama bendiciones sobre ellos.
Bendice a Tus fieles hijos e hijas en esta parte de Tu viña con Tu amor y rodéalos con Tus brazos de misericordia. Magnifícalos, prospéralos, protégelos del egoísmo y del pecado y bendícelos con Tu poder para que puedan lograr su potencial divino.
Nuestro Padre Celestial, te amamos a Ti y a Tu Amado Hijo. Te damos gracias por Su sacrificio expiatorio. ¡Cuán glorioso y completo es Tu plan para la salvación y exaltación de Tus hijos!
Nuestro corazón rebosa de amor y gratitud al presentarte el Templo de McAllen, Texas. En el nombre de nuestro Redentor y Maestro, el Salvador del mundo, a saber, Jesucristo. Amén.