Te damos gracias, Padre, por nuestro Salvador y Su ministerio, Sus revelaciones, ejemplo y enseñanzas, y Su amor. Estaremos eternamente agradecidos por Su Expiación infinita que abrió las puertas de la salvación para todos Tus hijos y por Su gloriosa resurrección. Sus palabras, “Ven, sígueme”, dan significado y propósito a nuestra vida.
Te damos gracias por el profeta José Smith, por su valor y dedicación, por el Evangelio y las ordenanzas del templo restauradas por medio de Él. Te damos gracias por El Libro de Mormón, otro testamento de Jesucristo traducido por el profeta José por el poder de Dios, y por las llaves del sacerdocio que le restauraron los profetas de la antigüedad.
Por designio divino, el presidente Russell M. Nelson, nuestro profeta viviente, posee y ejerce esas llaves del sacerdocio. Nos regocijamos en esta dedicación de la tan esperada Casa del Señor, la cuarta en esta nación y el templo número ciento noventa y siete en funcionamiento en el mundo.
Ahora, bajo la dirección del presidente Nelson y por el poder del Sacerdocio de Melquisedec, y mi oficio en el santo apostolado, dedicamos a Ti y a Tu Hijo Amado el Templo de Mendoza, Argentina, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Dedicamos el terreno donde se erige este templo, cerca de las faldas de la cordillera de los Andes. Rogamos que protejas la estructura y sus terrenos de daños causados por desastres naturales o por personas con malas intenciones. Dedicamos el interior, incluidos el bautisterio, las salas de iniciatorias e investiduras, el salón celestial, las salas sagradas de sellamiento y los santos altares. También dedicamos el centro de estaca y los edificios auxiliares.
Nos dedicamos a Ti. Que todos los que entren, recomendados al Señor, adoren en el templo con “santidad de corazón”2 y “Santidad al Señor”. Que este templo sea un santuario contra el mundo y sus caminos. Que Tu paz y esperanza de vida eterna eleven a los que tienen el corazón apesadumbrado, suavice las dificultades que lleven y que Tus jóvenes que entren aquí se sientan rodeados entre los brazos de Tu amor.
Oramos para que las personas de la provincia de Mendoza se sientan atraídas al Evangelio a medida que el Espíritu del Señor asista al templo y se asiente sobre esta comunidad. Que nosotros, al hacer y guardar convenios sagrados, nos hallemos recogiendo a Israel, a ambos lados del velo. Con mayor fortaleza espiritual recibida en el templo, ruego que tengamos una mentalidad misional y compartamos el Evangelio con vecinos y amigos. Oramos para que aquellos que asisten a la Casa del Señor de Mendoza Argentina sean elevados mediante sus promesas y convenios más alto que la hermosa Cordillera de los Andes.
Ofrecemos una bendición especial sobre los jóvenes del distrito del tempo, la nueva generación, desde la edad de la Primaria hasta los jóvenes adultos, para que sean protegidos de los designios malvados del adversario, y sean llevados a la luz y a la verdad de nuestro Salvador, Jesucristo.
Oramos para tener presente el bendito espíritu que hemos sentido este día. Nos regocijamos, Padre, en la dedicación de este templo, acunado en los brazos de Tus profetas, y ahora dedicado a Ti.
En el nombre de Jesucristo. Amén.