Oración dedicatoria

Templo de Mesa, Arizona, 12 de diciembre de 2021

Nuestro Padre Celestial, venimos a Ti en oración en esta gran ocasión en la que rededicaremos este Templo de Mesa, Arizona, a Ti y a Tu Hijo Amado para Tu obra y Tu gloria.

Te agradecemos el plan que has establecido para el progreso eterno de Tus hijos. Te damos gracias por Tu Hijo Unigénito, el Señor Jesucristo. Te agradecemos Su expiación infinita, mediante la cual tenemos la certeza de la inmortalidad y, mediante Su sufrimiento y sacrificio, la oportunidad de ser perdonados y avanzar en la senda de los convenios hacia la vida eterna. Te damos gracias por el Espíritu Santo, Quien testifica de Ti y de Tu Hijo, y nos guía a la verdad.

Te agradecemos la restauración del Evangelio, que inició con Tu aparición con Tu Hijo Unigénito al profeta José Smith, a quien llamaste para sacar a luz el Libro de Mormón como segundo testigo de Tu Hijo y como la enseñanza más clara de Tu gran plan para Tus hijos. Te damos gracias por restaurar la autoridad y las llaves del Santo Sacerdocio, mediante el cual proclamamos Tu palabra y efectuamos Tus ordenanzas de salvación.

Te damos gracias por los miembros fieles de Tu Iglesia, cuyos diezmos y servicio han hecho posible la rededicación de este bello templo para su sagrada obra.

Te damos gracias por la fe y devoción de los pioneros que iniciaron Tu obra en esta región, y por su posteridad y otras personas cuyos esfuerzos justos y cuya cantidad cada vez mayor han establecido Tu Iglesia como ejemplo para que todos lo vean.

Te agradecemos Tus bendiciones sobre esta nación, donde muchos de Tus templos han sido establecidos, y rogamos que inspires y fortalezcas a todos los que procuren preservar nuestra forma de gobierno constitucional, incluso la libertad de culto, que es tan vital para el avance de Tu obra. Rogamos que bendigas a todos Tus hijos de esta nación, para que te sirvan y guarden Tus mandamientos, y así se hagan merecedores de Tu promesa de que prosperarán en la tierra. Rogamos por todo aquel que venga a este templo a participar en Tu obra y a recibir fortaleza e inspiración aquí.

Rogamos por los jóvenes de Sion —la nueva generación— para que lleven las verdades de Tu evangelio a su corazón y las manifiesten en decisiones sabias. Rogamos por Tus misioneros: los jóvenes y los mayores. Rogamos que des a todos Tus siervos la sabiduría y el poder para prevalecer sobre todo obstáculo y para seguir adelante a fin de cumplir Tus propósitos para todos los que estén bajo su cuidado. Rogamos que abras el camino para que Tu obra se establezca en toda nación y entre todo pueblo, a fin de hacer avanzar el recogimiento de Israel y cumplir Tus profecías y promesas para Tus hijos.

También rogamos por los millones de Tus hijos que han sido desplazados de sus hogares para convertirse en refugiados en otras naciones y lugares; bendícelos a ellos y a todos los que procuren aliviar su sufrimiento y darles esperanza. Asimismo, rogamos por Tus hijos de toda nación que procuran vivir en paz; protégelos de la violencia en sus propias naciones y de agresores extranjeros.

En estos días de egoísmo e iniquidad en que desmaya el corazón de los hombres, te rogamos que debilites los poderes del mal en contra de Tu obra y de Tus hijos, y que bendigas a Tu pueblo del convenio con protección y fortaleza para que persistan en sus deberes.

Te damos gracias por Tu profeta, el presidente Russell M. Nelson, a quien hemos oído en esta reunión. Por favor, prolonga su vida y renueva su fortaleza, y continúa revelándole Tu voluntad para el progreso de Tu obra mediante Tu Iglesia y entre todos Tus hijos.

Rogamos que bendigas al presidente y a la directora de las obreras de este templo y a todos los que ejerzan la autoridad de Tu santo sacerdocio bajo su dirección en las ordenanzas y los convenios de esta sagrada obra.

Ahora, al acercarse la rededicación de este santo templo, repetimos parte de la inspirada oración dedicatoria que ofreció Tu siervo, el presidente Heber J. Grant, el 23 de octubre de 1927:

“Te suplicamos que nos permitas proteger esta Casa a fin de que ninguna cosa impura entre aquí. Que Tu Espíritu more siempre en esta Santa Casa y repose sobre todos los que trabajen como oficiales y obreros en ella, así como sobre todos los que vengan aquí a efectuar ordenanzas por los vivos o por los muertos.

“Que Tu paz permanezca siempre en este santo edificio, que todo el que aquí venga sea partícipe del espíritu de paz y de la dulce y celestial influencia que Tus santos han experimentado en otros templos, que todo el que venga a los jardines que rodean el templo, ya sea miembro de la Iglesia de [Jesu]cristo o no, sienta la dulce y apacible influencia de este bendito y santificado lugar”.

Así lo rogó el presidente Grant.

Hoy renovamos los ruegos de Tus siervos de que protejas este templo y todas sus instalaciones circundantes de toda influencia destructiva de cualquier clase.

Ahora, amado Padre Celestial, por la autoridad del santo Sacerdocio de Melquisedec y por designación de Tu profeta, Russell M. Nelson, rededicamos a Ti este Templo de Mesa, Arizona, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y lo consagramos de nuevo para los sagrados propósitos para los cuales se ha reconstruido.

Dedicamos a Ti y a Tu Hijo Amado, Jesucristo, cada parte de esta sagrada estructura. Dedicamos la pila bautismal y todos los sitios de las ordenanzas iniciatorias. Dedicamos las salas de ordenanzas, las salas de sellamiento, el bello salón celestial, todos los otros espacios y los jardines y terrenos circundantes de esta Casa del Señor.

Invocamos Tu poder para garantizar que este templo y todos sus espacios sean sagrados para Ti, a fin de que Tu Santo Espíritu siempre esté presente aquí, y que Tu gloria descanse sobre este templo y sobre todo lo que se ha hecho y se hará aquí.

Y ahora, al dedicar y consagrar esta Casa del Señor a Ti y a Tu Hijo Amado, pedimos que coloques Tu sello de aprobación en este santo templo que ahora te presentamos a Ti, en el nombre de Jesucristo. Amén.