Oración dedicatoria

Templo de Quetzaltenango, Guatemala, 11 de diciembre de 2011

Oh, Dios, nuestro Padre Eterno, nos dirigimos a Ti con acción de gracias y amor en este día de dedicación. Nuestros corazones se elevan hacia Ti en fe y en oración. Invitamos a Tu Santo Espíritu para que nos acompañe.

Te agradecemos el conocimiento que Tú nos has dado de Ti y de Tu Hijo Amado, nuestro Señor Jesucristo. Te damos gracias por el profeta José Smith por medio de quien has restaurado Tu Santo Sacerdocio, así como prácticas, llaves y principios del Evangelio eternos que se ejercitarán en ésta, Tu santa casa. Te damos gracias por un profeta viviente en nuestros días, a saber, el presidente Monson; lo amamos y oramos por él.

Te agradecemos el progreso de Tu obra en esta gran nación de Guatemala. Te damos gracias por todos los que han ayudado para que este hermoso templo sea posible; te rogamos por el bienestar de ellos. Te suplicamos que continúes bendiciendo a los líderes y a la gente de esta nación por su amabilidad para con Tu Iglesia.

Te pedimos que enternezcas la vida y los corazones de los muchos que buscarán y escucharán el mensaje de la verdad y entrarán al redil de Cristo. Por favor, continúa llevando a cabo el milagro de la conversión entre la gran y buena gente de esta tierra.

Bondadoso y benevolente Padre, nuestros corazones están llenos de gratitud porque te has acordado de los hijos y las hijas de Lehi; has escuchado sus reclamos y has visto sus lágrimas. Tú has aceptado sus sacrificios justos.

Te agradecemos el registro sagrado de Lehi, de Nefi y Jacob, de Alma y Mosíah, de Benjamín y Mormón, y de Moroni. Te agradecemos esta voz que ha venido desde el polvo para dar testimonio de la divinidad de Tu Amado Hijo, el Señor Jesucristo.

Tú has enviado a Tu profeta Elías para hacer volver los corazones de los padres hacia los hijos y los corazones de los hijos hacia sus padres. Este santo templo abre las puertas hacia la eternidad a fin de que se cumplan esos propósitos.

Queridísimo Padre, perdona nuestras muchas faltas. Fortalece nuestra fe y fortifícanos en contra de las debilidades. Danos poder para resistir los engaños del adversario. Que el amor por Ti y por Tu Hijo crezca en nuestros corazones y se exprese mediante nuestra bondad y amor mutuos como Tus hijos e hijas del convenio.

Y ahora, actuando con la autoridad del sacerdocio sempiterno, y como Tus siervos comisionados, dedicamos a Ti y a Tu Amado Hijo el Templo de Quetzaltenango, Guatemala, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Dedicamos el terreno donde se erige, con toda su vegetación. Dedicamos el edificio desde los cimientos hasta el tope de la aguja con la figura de Moroni como coronación. Dedicamos los muros y las ventanas, a fin de que se mantengan firmes frente a las tormentas de la naturaleza y sean contemplados con reverencia y respeto. Dedicamos la estructura interior, el bautisterio, las salas de investidura, la sala celestial y las salas de sellamiento con sus altares sagrados. Dedicamos todos los pasillos y espacios, las oficinas y demás instalaciones del templo.

Te suplicamos que aceptes ésta, Tu santa casa, como un regalo de nuestro corazón y nuestras manos. Te suplicamos que la honres con Tu presencia. Que el Santo Espíritu more aquí en todo momento y sea percibido por todo aquel que entre en sus portales. Que un manto de santidad descanse sobre este sagrado edificio. Que se levante como un faro de verdad y luz sempiternas en esta gran nación. Protégelo de cualquiera que esté dispuesto a dañarlo o a profanarlo de cualquier manera.

Que todo aquel que entre en él, lo haga dignamente. Te suplicamos que selles sobre ellos una investidura de rectitud que llegue a ser una protección a lo largo de sus vidas.

Bendice a los jóvenes que prestarán servicio en el bautisterio a fin de que reciban entendimiento de la eternidad y de la divinidad de Tu obra. Que permanezcan leales y fieles a lo largo de sus vidas y regresen a menudo a Tu santa casa.

Bendice a todos los que asistan como participantes; que Tu Espíritu descanse sobre ellos a fin de que los convenios sagrados de la Casa del Señor queden grabados en sus mentes y en sus corazones. Te rogamos por aquellos que prestarán servicio en este templo como obreros o en cualquier otra capacidad. Que lo hagan con un espíritu de dedicación y de amor. Que sepan que el servicio que dan es un servicio para Ti y que encuentren gozo en ello.

Te rogamos por el presidente del templo y sus consejeros, y por la directora de las obreras del templo y sus ayudantes al servirte a Ti y a Tus propósitos en Tu santa casa.

Te damos gracias por los fieles pagadores de diezmos alrededor del mundo, cuyas ofrendas consagradas han hecho posible ésta y otras Casas del Señor. Bendice a los de Tu pueblo fiel en todas partes. Abre las ventanas de los cielos y derrama bendiciones sobre ellos; que sientan Tu amor y que los rodeen Tus brazos de misericordia.

Nuestro Padre que moras en los cielos, te amamos; sabemos que Tú nos amas. Amamos a Tu Amado Hijo, que se halla a Tu lado. Te damos gracias por Su sacrificio expiatorio. Todas las bendiciones de este templo descansan sobre ese gran acto divino de amor de Tu Hijo, el Salvador de toda la humanidad.

Acepta nuestras gracias, querido Padre, acepta nuestro amor. Acepta nuestra oración al dedicar este templo y sus alrededores a Ti, al rededicarnos nosotros mismos a Ti y a Tu servicio; y lo hacemos todo en el nombre de nuestro Redentor, el Señor Jesucristo, amén.