Oración dedicatoria

Templo de Salta, Argentina, 16 de junio de 2024

Oh Dios, nuestro Padre Eterno, nos presentamos ante Ti en este día tan especial, el día del Señor, con profunda humildad y gratitud. Reconocemos Tus bendiciones constantes sobre nosotros y estamos agradecidos de poder invocarte en el nombre de Tu Santo Hijo, Jesucristo.

Te damos gracias, Padre nuestro, por el gran plan de redención y felicidad que has instituido para lograr la inmortalidad y la vida eterna de Tus hijos. Te damos gracias por Tu Hijo Unigénito, a quien enviaste para redimirnos según Tu plan. Con reverencia, reconocemos a nuestro Salvador, Su vida sin pecado, Su disposición a sufrir y morir a fin de expiar nuestros pecados, y Su Resurrección. Y te damos gracias por el don del Espíritu Santo, Tu Espíritu, para estar con nosotros y guiarnos.

Te damos gracias por la restauración del Evangelio, el sacerdocio y la Iglesia de Jesucristo en la tierra. Estamos agradecidos por vivir en una época y un lugar en los que podemos disfrutar de los frutos de la Restauración, lo cual incluye las Escrituras claras y preciosas que fueron traducidas y reveladas por medio del profeta José Smith y sus sucesores. Te damos gracias por las llaves del sacerdocio y por las ordenanzas y convenios del sacerdocio. Bendice a la Primera Presidencia y al Cuórum de los Doce Apóstoles mientras dirigen la Iglesia. “Extiéndase el reino de Dios, para que venga el reino de los cielos, a fin de que tú, oh Dios, seas glorificado en los cielos así como en la tierra, para que tus enemigos sean vencidos; porque tuya es la honra, el poder, y la gloria, para siempre jamás” (Doctrina y Convenios 65:6).

Ahora, en este santo día, con espíritu de regocijo, te presentamos a Ti y a Tu Hijo nuestra ofrenda: este templo que hemos construido a Tu nombre. De acuerdo con lo que ha autorizado el presidente Russell M. Nelson, quien posee y ejerce todas las llaves del sacerdocio restauradas en esta dispensación, y actuando en el nombre de Jesucristo y por la autoridad de Su santo sacerdocio, dedicamos a Ti y a Tu Hijo este Templo de Salta, Argentina, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Dedicamos todos los elementos y mobiliarios del templo para el propósito para el que se diseñaron: investir a Tu pueblo del convenio con poder de lo alto y abrir el camino a la salvación y a la exaltación tanto para las personas vivas como para los muertos.

Padre Santo, rogamos que aceptes esta ofrenda y hagas que este templo sea verdaderamente la Casa del Señor. Te pedimos que hagas de él un lugar de santidad. Te pedimos que bendigas y santifiques a todos los que entren aquí. También rogamos que los jóvenes y todas las demás personas que vengan para ser bautizadas por los muertos sean bendecidos con Tu Espíritu y armados con rectitud.

Te suplicamos, Dios nuestro, que protejas este templo y sus jardines de los estragos de las tempestades y las fuerzas de la naturaleza para que permanezcan firmes. Rogamos que lo protejas de cualquier persona con malas intenciones que intente profanarlo o dañarlo. Rogamos que bendigas y preserves este templo a lo largo de las generaciones. Que siga siendo siempre un lugar de tranquilidad y paz, un lugar de santidad y gozo, un lugar de revelación y renovación, y como Tú has dicho: una casa de oración, de ayuno, de fe, de instrucción, de gloria y de orden, una casa de Dios (véase Doctrina y Convenios 109:8).

Rogamos, Padre Santo, que bendigas a esta nación y a todo su pueblo. Como simiente de Abraham, aspiramos a extender Tus bendiciones a todas las familias de la tierra (véase 1 Nefi 15:18). Ayúdanos y danos el poder para hacerlo. Recuerda a los pobres y a los afligidos, a los enfermos y a los oprimidos. Recuerda a Tus santos que sufren de cualquier manera. Magnifícanos mientras nos ministramos los unos a los otros. Oh, Padre Santo, escucha nuestras oraciones hoy y siempre. Confirmamos esta dedicación y te expresamos nuestro amor, lealtad y gratitud, en el nombre de Jesucristo. Amén.