¿Alguna vez te has despertado con rigidez en el cuello? ¿Cómo se siente ahora? Estos son tres estiramientos para relajarlo.
Hazlos sentado en posición recta con los hombros relajados. ¡Asegúrate de respirar y moverte suavemente!
- Baja la barbilla hasta el pecho. Mantén la posición durante 20 segundos y luego levanta lentamente la barbilla hasta la posición inicial.
- Gira la cabeza hacia la derecha y mira por encima del hombro. Mantén la posición durante 20 segundos y lleva lentamente la cabeza hacia el centro. Repítelo en el lazo izquierdo.
- Sin mover los hombros hacia arriba, inclina la cabeza de modo que la oreja quede hacia el hombro derecho. Mantén la posición durante 20 segundos y lleva lentamente la cabeza hacia el centro. Repítelo en el lazo izquierdo.
Bien, hablemos ahora de otro tipo de rigidez de cuello (cerviz): la espiritual. Muchos pasajes de las Escrituras nos advierten que no seamos “duros de cerviz”. Pero ¿qué significa eso exactamente?
Somos espiritualmente duros de cerviz cuando somos duros de corazón, testarudos, rebeldes u orgullosos. Estas malas actitudes pueden impedir que recibamos la guía y las bendiciones del Espíritu.
Estas son tres cosas que podemos hacer para asegurarnos de no llegar a ser duros de cerviz espiritualmente:
- Orar humildemente cada día para llenarnos de caridad.
- Sostener al profeta y seguir su guía.
- Pagar el diezmo y dar una ofrenda de ayuno generosa cuando podamos.
¿Qué otros hábitos santos crees que pueden prevenir la dureza de cerviz espiritual?
Prueba con otros estiramientos
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