La planificación y el equilibrio en la vida
Devocional mundial para jóvenes adultos
Domingo 19 de noviembre de 2023
Élder Clark G. Gilbert: Gracias, élder y hermana Cook, por su maravilloso consejo. Christine y yo estamos emocionados de hablar sobre esta primera pregunta en cuanto a la planificación y el equilibrio en la vida.
Hermana Christine Gilbert: Tenemos una familia muy ocupada. Mi esposo siempre ha tenido responsabilidades laborales muy exigentes: como profesor de Harvard, director ejecutivo de una empresa de medios de comunicación y rector de dos organizaciones universitarias. Al mismo tiempo, ambos servimos en llamamientos de la Iglesia que nos mantenían ocupados. No obstante, nuestras responsabilidades más importantes han sido siempre nuestro matrimonio e hijos.
Élder Gilbert: Se me recordó esto cuando dirigí Deseret News por una temporada. ¿Cuántos de ustedes, jóvenes adultos, realmente leen un periódico impreso todos los días? Levanten la mano. Es exactamente lo que pensé: casi ninguno. Se me dio la responsabilidad de ayudar en la transformación de Deseret News de ser un periódico tradicional a su futuro digital. Fue una temporada increíblemente exigente. En ese momento teníamos a siete de nuestros ocho hijos y yo prestaba servicio como obispo.
Un día, de improviso, el presidente Boyd K. Packer me llamó y me preguntó: “Hermano Gilbert, quiero preguntarle sobre su familia. ¿Le presta suficiente atención a su esposa?”. Hice una pausa y respondí: “Probablemente no”. Entonces me dijo: “Hermano Gilbert, usted dirigirá este grupo de medios de comunicación durante una temporada, pero será esposo y padre por la eternidad”. Acto seguido me dio la asignación de tener una cita semanal con Christine.
A continuación me preguntó a qué hora me iba a acostar, a lo que respondí que a la una o dos de la madrugada cada noche. Su respuesta no fue lógica para mí. Él dijo: “Usted cree que todo esto depende de su propio esfuerzo. No confía en el Señor”. El presidente Packer me dio una hora límite apostólica, que me he esforzado por cumplir desde entonces.
Hermana Gilbert: Entonces, si tienen una hora límite y una cita semanal programada, ¿cómo manejan sus otras responsabilidades importantes?
Todo comienza con la planificación. Desde los primeros años de nuestro matrimonio, mi esposo y yo hemos mantenido una sesión semanal de organización del calendario todos los domingos por la noche. Para nosotros, es un compromiso al que nunca faltamos por muy ocupados que estemos.
En segundo lugar, para equilibrar las responsabilidades de la vida también es necesario compartir metas. Incluso cuando tenemos que estar separados, nos sentimos unidos cuando tenemos un propósito compartido. Así es que cuando mi esposo viajaba por trabajo o yo estaba despierta dando una clase de Seminario matutino o él estaba fuera cumpliendo una asignación del barrio, si habíamos programado esas responsabilidades y estábamos alineados en nuestro propósito, estábamos juntos incluso cuando teníamos que estar separados.
Élder Gilbert: Aún así, hay ocasiones en las que es necesario poner límites claros a ciertas decisiones.
Clay Christensen, un querido amigo de Boston, contó una vez cómo un supervisor le había preguntado si sería mejor el domingo por la mañana o el sábado en la mañana para tener una reunión de equipo semanal y periódica. Clay respondió: “Hace años, decidí que dedicaría el sábado a mi esposa y el domingo a Dios, y si quieres tener alguno de los dos, tendrás que pedirles permiso a ellos directamente”.
Ciertos compromisos deben ser no negociables en sus vidas. Para nuestra familia, esto ha incluido la asistencia a la iglesia los domingos, la noche de hogar semanal, los devocionales familiares matutinos y vespertinos, y el tiempo juntos como matrimonio cada semana.