Devocionales de 2023
Recibir revelación personal


7:55

Recibir revelación personal

Devocional mundial para jóvenes adultos

Domingo 19 de noviembre de 2023

Gracias, élder y hermana Gilbert, por su excelente consejo.

La última pregunta es tanto doctrinal como profunda. ¿De qué manera soy bendecido por la revelación personal y guía profética?

La primera visión grandiosa del Libro de Mormón es el sueño profético de Lehi sobre el árbol de la vida1. En dicha visión se describen claramente los desafíos a la fe que existen en nuestros días y la gran división entre aquellos que aman y adoran a Dios y se sienten responsables ante Él, y los que no. Lehi explica algo de la conducta que destruye la fe. Algunos son orgullosos, vanos e insensatos, y solo les interesa la denominada “sabiduría del mundo”2. Otros están un poco interesados en Dios, pero están perdidos en los vapores mundanos de las tinieblas y el pecado3. Algunos han probado el amor de Dios y Su palabra, pero se sienten avergonzados ante los que se burlan de ellos y caen en senderos prohibidos4.

Reconocemos que hay miembros que están menos interesados y son menos fieles a algunas enseñanzas del Salvador. Nuestro deseo es que esos miembros despierten totalmente a la fe y aumenten su actividad, su dedicación y sus esfuerzos por obtener revelación personal. Dios ama a todos Sus hijos. Él quiere que todos ellos regresen a Él; desea que todos estén a tono con la sagrada música de la fe. La Expiación del Salvador es un regalo para todos; la revelación personal está al alcance de todos.

El mensaje, el ministerio y la Expiación de Jesucristo, nuestro Salvador, constituyen un curso de estudio esencial para recibir revelación personal. Ningún pasaje de las Escrituras caracteriza nuestra fe más que el de 2 Nefi 25:26: “Y hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo y escribimos según nuestras profecías, para que nuestros hijos sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados”.

El Libro de Mormón es de extrema importancia5 y tiene una función significativa en lo que respecta a recibir revelación personal. Por supuesto, siempre habrá quienes subestimen la magnitud de este libro sagrado e incluso lo menosprecien; algunos lo han hecho con humor. Antes de servir en la misión, un profesor universitario citó las palabras de Mark Twain de que si se quitara del Libro de Mormón la frase “y aconteció que”, este “habría sido solo un folleto”6.

Pocos meses después, mientras yo prestaba servicio misional en Londres, Inglaterra, un distinguido profesor de la Universidad de Londres, que se había formado en Oxford, experto egipcio en lenguas semíticas, leyó el Libro de Mormón, mantuvo correspondencia con el entonces Presidente de la Iglesia, David O. McKay, y se reunió con los misioneros. Les dijo que estaba convencido de que el Libro de Mormón era, en verdad, una traducción de la ciencia de los judíos y el idioma de los egipcios en los períodos que se describen en el Libro de Mormón7. Uno de los muchos ejemplos que mencionó fue la frase conjuntiva “y aconteció que”, diciendo que reflejaba la forma en que él traduciría la fraseología empleada en escritos semíticos antiguos8. Se le explicó al profesor que, aunque ese enfoque intelectual basado en su profesión le había sido útil, todavía era esencial que tuviera un testimonio espiritual. Mediante el estudio y la oración, él obtuvo ese testimonio espiritual y fue bautizado. Así que lo que un humorista famoso vio como objeto de ridículo, un erudito lo reconoció como evidencia esencial de la veracidad del Libro de Mormón, lo cual el Espíritu le confirmó.

La doctrina esencial del albedrío requiere que el testimonio del Evangelio restaurado se base en la fe más bien que en solo pruebas externas o científicas. Al fin y al cabo, la respuesta se halla en el consejo de Moroni de leer, meditar y luego pedir a Dios con corazón sincero, con verdadera intención, que confirme las verdades de las Escrituras por el testimonio del Espíritu9. Es evidente que la línea divisoria entre los que escuchan la música de la fe y los que son sordos a ella o desentonan es el estudio activo de las Escrituras.

La revelación personal es la bendición profunda que se recibe después del bautismo cuando somos “santificados por la recepción del Espíritu Santo”10. El Espíritu Santo es quien revela toda verdad y testifica de ella, especialmente la del Salvador. Para nuestros días, esa guía reveladora es esencial. El presidente Russell M. Nelson ha enseñado: “En los días futuros, no será posible sobrevivir espiritualmente sin la influencia guiadora, orientadora, consoladora y constante del Espíritu Santo”11.

Por favor, entiendan que la fe en el Señor Jesucristo y el guardar Sus mandamientos son y siempre serán la prueba determinante del estado mortal. Sobre todo, cada uno de nosotros debe darse cuenta de que cuando uno está desentonado con la música de la fe, no está a tono con el Espíritu. Como enseñó el profeta Nefi: “Habéis oído su voz […] y os ha hablado con una voz apacible y delicada, pero habíais dejado de sentir, de modo que no pudisteis sentir sus palabras”12. Las Escrituras dicen claramente que el Espíritu Santo se puede comunicar de muchas maneras. A veces habla paz a la mente13. A veces da entrada a pensamientos o ideas que ocupan la mente14. A veces ilumina la mente15. A veces causa que el corazón se llene de gozo16.

Agradezco las respuestas en las redes sociales que he recibido a mi publicación de cómo reciben revelación. Una indicaba que tenemos que ser humildes y aceptar las impresiones espirituales que recibimos; y entonces tenemos que hacer caso a las impresiones en vez de al mundo.

El presidente Russell M. Nelson ha enseñado: “No tienen que preguntarse qué es verdad. No tienen que preguntarse en quién pueden confiar de manera segura. Mediante la revelación personal, pueden recibir su propio testimonio de que el Libro de Mormón es la palabra de Dios, de que José Smith es un profeta, y de que esta es la Iglesia del Señor”17.

Nuestra doctrina es clara: hemos de ser positivos y de buen ánimo. Me encantó que el presidente Dallin H. Oaks y la hermana Kristen M. Oaks hicieran hincapié en que seamos de buen ánimo en su excepcional devocional mundial en mayo pasado. Siempre hacemos hincapié en nuestra fe y no en nuestros temores. Nos regocijamos en la seguridad que nos da el Señor de que estará con nosotros y nos dará guía y dirección18. El Espíritu Santo testifica a nuestro corazón que tenemos un amoroso Padre Celestial cuyo plan misericordioso para nuestra redención se cumplirá en todos los aspectos gracias al sacrificio expiatorio de Jesucristo.

Notas

  1. Véase 1 Nefi 8.

  2. Véanse 1 Nefi 8:27; 11:35.

  3. Véanse 1 Nefi 8:23; 1:17.

  4. Véase 1 Nefi 8:28.

  5. Véase Ezra Taft Benson, “El Libro de Mormón: La clave de nuestra religión”, Liahona, enero de 1987, pág. 3.

  6. Véase Mark Twain, Pasando fatigas, 1913. A cada nueva generación se presentan los comentarios de Twain como un importante descubrimiento nuevo; pero usualmente se menciona poco el hecho de que Mark Twain rechazaba por igual el cristianismo y toda religión en general. Cuando se hace este tipo de comentarios con humor, seguramente lo mejor es unirse a la diversión.

  7. Véase 1 Nefi 1:2.

  8. Dr. Ebeid Sarofim. Lo conocí en Londres, cuando los élderes estaban enseñándole. Véase también el discurso de N. Eldon Tanner, en Conference Report, abril de 1962, pág. 53. Muchos eruditos de escritos en semítico y egipcio antiguo han destacado el uso repetitivo de la frase conjuntiva “Y aconteció que …” al principio de las oraciones. Veáse “It Came to Pass …”, en Hugh Nibley, Since Cumorah, segunda edición, pág. 150.

  9. Véase Moroni 10:4. Muy pocos críticos han intentado hacer esto con sinceridad y verdadera intención.

  10. 3 Nefi 27:20.

  11. Russell M. Nelson, “Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”, Liahona, mayo de 2018, pág. 96.

  12. 1 Nefi 17:45; véase también Ezra Taft Benson, “Busca el Espíritu del Señor”, Liahona, septiembre de 1988, pág. 5. El presidente Ezra Taft Benson dijo: “La mayoría de las veces oímos las palabras del Señor mediante un sentimiento. Si somos humildes y sensibles, el Señor nos inspirará mediante nuestros sentimientos”.

  13. Véase Doctrina y Convenios 6:23.

  14. Véase Doctrina y Convenios 128:1.

  15. Véase Doctrina y Convenios 11:13.

  16. Véase Mosíah 4:20.

  17. Russell M. Nelson, “Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”, pág. 95.

  18. Véase Doctrina y Convenios 68:6.