Entre amigos
La gran pregunta sobre el juego de bolos
Tomado de una entrevista con Sydney Squires.
Mi familia se mudó cuando yo estaba en sexto grado. Uno de mis nuevos amigos no era miembro de la Iglesia.
Un domingo, mi amigo me llamó. Quería que fuera a jugar a los bolos con él y sus padres esa tarde. Yo había jugado a los bolos solo una vez y me había gustado mucho. Sería muy divertido jugar nuevamente a los bolos, especialmente con mi nuevo amigo. Fui de inmediato a preguntarle a mamá.
“Bueno”, dijo, “es domingo, así que yo creo que no deberías ir, pero puedes decidir por ti mismo”.
¡Quedé sorprendido! Pensé que diría que no. En vez de eso, yo debía tomar la decisión, así que decidí ir a jugar a los bolos con mi amigo.
Muy pronto, mi amigo, sus padres y yo estábamos jugando a los bolos. ¡Me fue muy bien! Mi amigo y yo nos divertimos, pero durante todo el tiempo sentí un nudo en el estómago. Sabía en mi corazón que mi mamá tenía razón. Había aprendido en la Iglesia y en casa que era importante hacer del domingo un día santo. Jugar a los bolos con mi amigo no era la actividad más adecuada para el domingo.
Ese día aprendí una lección importante. ¡Es bueno divertirse y estar con los amigos! Pero tomar la decisión de hacer del domingo un día especial es más importante.