Abril 1999
Contenido
Sesión del sábado por la mañana
La obra sigue adelante
Gordon B. Hinckley
Enséñenles la palabra de Dios con toda diligencia
L. Tom Perry
La codicia, el egoísmo y los excesos
Joe J. Christensen
Preparemos a nuestra familia para asistir al templo
Carol B. Thomas
Las manos de los padres
Jeffrey R. Holland
Ésta es nuestra época
James E. Faust
Sesión del sábado por la tarde
El sostenimiento de oficiales de la Iglesia
Ted E. Davis
Informe estadístico 1998
F. Michael Watson
Arrepintámonos de nuestro egoísmo (D. y C. 56:8)
Neal A. Maxwell
Recibe las bendiciones del templo
Richard G. Scott
“De las cosas pequeñas”
Stephen A. West
Verdaderos seguidores
Robert J. Whetten
El fortalecimiento de las familias: nuestro deber sagrado
Robert D. Hales
El testigo: Martin Harris
Dallin H. Oaks
Sesión del sacerdocio
Nuestro deber sagrado de honrar a la mujer
Russell M. Nelson
“Hecho semejante al Hijo de Dios”
Ray H. Wood
Hermanamiento
Ned B. Roueché
El sacerdocio y el hogar
D. Lee Tobler
La obediencia: el sendero hacia la libertad
El sacerdocio: poderoso ejército del Señor
Thomas S. Monson
Los pastores del rebaño
Sesión del domingo por la mañana
Porque yo era ciego, pero ahora puedo ver
El obispo y sus consejeros
Boyd K. Packer
La amistad: un principio del Evangelio
Marlin K. Jensen
Nuestra única oportunidad
Sheri L. Dew
Amor y servicio
David B. Haight
“No está aquí, sino que ha resucitado”
Sesión Del Domingo Por La Tarde
El poder del enseñar la doctrina
Henry B. Eyring
El programa inspirado de Bienestar de la Iglesia
Joseph B. Wirthlin
Bienvenidos a casa
Keith B. McMullin
Su nombre está a salvo en nuestra casa
Cree-L Kofford
Los puentes y los recuerdos eternos
Dennis B. Neuenschwander
Como una llama inextinguible
M. Russell Ballard
Gracias al Señor por Sus bendiciones
Reunión General de las Mujeres Jóvenes
Vuestra luz en el desierto
Sharon G. Larsen
El poder espiritual de nuestro bautismo
Sigamos la luz
Margaret D. Nadauld
Su jornada celestial
Apacienta Mis ovejas