Testificamos al mundo
El Señor bendice generosamente a Su Iglesia, y nuestro deber es hacer todo lo que podamos para que ésta siga adelante.
Mis hermanos y hermanas, al reunirnos en otra conferencia general, me agrada informar que el progreso de la Iglesia continúa tanto en fortaleza como en influencia. Hace unos 24 años, en 1982, anoté esto en mi diario: “Para la conferencia general de octubre habrá en función más de 300 enlaces de comunicación de nuestro servicio de vía satélite. Eso significa que tendremos más de 300 centros de estaca, donde nuestra gente pueda reunirse a lo largo de la nación y participar de la conferencia”.
Se me ha informado que ahora hay 6.066 ubicaciones con recepción de señal de satélite de la Iglesia en 83 países. Cuán agradecido estoy de que, junto con el aumento en números, también exista un aumento en la capacidad de llegar a los Santos de los Últimos Días en el mundo y comunicarnos con ellos.
Ahora bien, desearíamos tener más bautismos en Estados Unidos y Canadá, pero lo mismo se puede decir de cualquier otro lugar del mundo; no obstante, la mies es mucha, con miembros en unas 160 naciones. Donde no hace mucho había muy pocos Santos de los Últimos Días, hoy en día existen barrios y estacas fuertes con un liderazgo de hombres y mujeres fieles y capaces.
Aunque haya limitaciones en nuestra habilidad para viajar donde sea posible, eso se compensa con la capacidad de la Primera Presidencia, de los miembros de los Doce y de los Setenta de dirigir la palabra vía satélite a un gran número de estacas en el mundo.
Las circunstancias cambian, pero nuestro mensaje no cambia; damos testimonio al mundo de que los cielos se han abierto, que Dios, nuestro Padre Eterno y Su Hijo, el Señor resucitado, han aparecido y han hablado. Damos nuestro solemne testimonio de que se ha restaurado el sacerdocio con las llaves y la autoridad de las bendiciones eternas.
Hace poco dedicamos el nuevo Templo de Sacramento, California, el 7º de ese estado y el templo número 123 en el mundo. También, hemos efectuado la palada inicial para otro templo en la zona de Salt Lake.
Nos deleita anunciar que la renovación del Tabernáculo de Salt Lake avanza según lo previsto y que en la próxima primavera el coro del Tabernáculo reanudará sus trasmisiones semanales en ese excepcional y maravilloso edificio.
La Iglesia está llevando a cabo un gran proyecto de reforma con el interés de proteger los entornos de la Manzana del Templo. Aunque el costo será grande, éste no se empleará de los gastos de los fondos de los diezmos.
Sin embargo, la fidelidad de nuestra gente continúa demostrándose en el pago de diezmos y de ofrendas de ayuno.
En general, sólo puedo informar que el Señor bendice generosamente a Su Iglesia, y que nuestro deber es hacer todo lo que podamos para que ésta siga adelante.
Ahora, hermanos y hermanas, después de que cante el coro, escucharemos las palabras de nuestros hermanos y hermanas y al continuar con esta maravillosa conferencia, ruego que el Espíritu del Señor dirija todo lo que se haga y se diga, y que nuestro corazón y nuestra mente se llenen hasta rebosar, en el nombre de Jesucristo. Amén.