Sigan adelante con fe
Los bendigo con paz y con una fe cada vez mayor en el Señor.
Mis queridos hermanos y hermanas, al llegar al final de esta histórica conferencia, expresamos nuestra gratitud al Señor. La música ha sido sublime y los mensajes, inspiradores.
Durante esta conferencia, hemos sido partícipes de muchos momentos memorables. En este año del bicentenario, hemos presentado una proclamación para el mundo que declara la realidad de la restauración del evangelio de Jesucristo en su plenitud.
Conmemoramos la Restauración con la Exclamación de Hosanna.
Dimos a conocer un nuevo símbolo que representa nuestra fe en el Señor Jesucristo y que permite reconocer visualmente la información y los materiales oficiales de la Iglesia.
Hemos hecho un llamado a un día mundial de ayuno y oración para que la pandemia actual se pueda controlar, que los que atienden a los enfermos sean protegidos, que la economía se fortalezca y que la vida vuelva a la normalidad. El ayuno se llevará a cabo este Viernes Santo, el 10 de abril. ¡Qué gran viernes será ese!
El próximo domingo es Domingo de Pascua de Resurrección, en el que nuevamente conmemoraremos la expiación y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Gracias a Su expiación, Su don de la resurrección vendrá a todos aquellos que alguna vez hayan vivido; y Su don de la vida eterna vendrá a todos los que reúnan los requisitos, mediante la fidelidad a las ordenanzas y los convenios hechos en Sus santos templos.
Los muchos e inspiradores componentes de esta Conferencia General de abril de 2020, así como la semana sagrada que ahora comenzamos, se pueden resumir en una palabra divinamente decretada: “Escúchalo”1. Rogamos que la atención que centren en el Padre Celestial, quien pronunció esa palabra, y en Su Amado Hijo, Jesucristo, ocupe un lugar preponderante en sus recuerdos de todo lo que ha acontecido. Suplicamos que realmente comiencen de nuevo a escuchar, prestar atención y dar oído a las palabras del Salvador2. Les prometo que el hacerlo resultará en menos temor y mayor fe.
Gracias por su deseo de convertir sus hogares en verdaderos santuarios de fe, donde el Espíritu del Señor pueda morar. Nuestro curso de estudio del Evangelio, Ven, sígueme, seguirá bendiciendo su vida. Su constante empeño en este esfuerzo —incluso durante los momentos en que sientan que no están teniendo mucho éxito— cambiará su vida, la de su familia y el mundo. Seremos fortalecidos a medida que lleguemos a ser discípulos incluso más valientes del Señor, al defenderlo y hablar en Su nombre, dondequiera que estemos.
Ahora hablemos sobre los templos. Tenemos 168 templos dedicados en todo el mundo; otros están en diferentes etapas de planificación y construcción. Cuando se anuncian los planes para construir un templo nuevo, pasa a formar parte de nuestra historia sagrada.
Podría parecer extraño anunciar templos nuevos cuando todos los templos están cerrados por un tiempo.
Hace más de un siglo, el presidente Wilford Woodruff previó condiciones como las que estamos viviendo hoy, tal como está registrado en su oración dedicatoria del Templo de Salt Lake, pronunciada en 1893. Algunos de ustedes quizás hayan visto recientemente extractos de esa extraordinaria oración en las redes sociales.
Escuchen estas súplicas de un gran profeta de Dios: “[C]uando Tu pueblo no tenga la oportunidad de entrar en esta Santa Casa […] y esté oprimido y en dificultades, rodeado de problemas […], y vuelva su faz hacia esta, Tu Santa Casa, y te pida que lo libres, que lo ayudes, que se manifieste Tu poder en bien de él, te rogamos que desde Tu santa morada lo mires con misericordia […] y escuches su clamor. O cuando los hijos de Tu pueblo, en los años venideros, sean separados de este sitio, por causa alguna […], y clamen a Ti desde el fondo de su aflicción y tristeza que les brindes socorro y liberación, humildemente te suplicamos que […] escuches sus clamores y les concedas las bendiciones que pidan”3.
Hermanos y hermanas, durante los momentos de nuestra aflicción cuando los templos están cerrados, todavía pueden recurrir al poder de sus convenios e investidura del templo conforme cumplan con sus convenios. Les suplico que utilicen este tiempo en que los templos están cerrados para seguir llevando una vida que los haga dignos de entrar al templo o para que logren la dignidad requerida para ello.
Hablen sobre el templo con su familia y sus amigos. Puesto que Jesucristo es el elemento central de todo lo que hacemos en el templo, al pensar más en el templo estarán pensando más en Él. Estudien y oren para saber más en cuanto al poder y al conocimiento con los que han sido investidos, o con los que aún serán investidos.
Hoy nos complace anunciar los planes de construcción de ocho templos nuevos, que se edificarán en los siguientes lugares: Bahía Blanca, Argentina; Tallahassee, Florida; Lubumbashi, República Democrática del Congo; Pittsburgh, Pensilvania; Cuidad de Benín, Nigeria; Syracuse, Utah; Dubái, Emiratos Árabes Unidos; y Shanghái, República Popular China.
En estos ocho lugares, los arquitectos de la Iglesia trabajarán con las autoridades locales para que el templo esté en armonía con cada comunidad y sea una adición hermosa a cada una de ellas.
El plan de un templo en Dubái se da en respuesta a la amable invitación de parte de ellos, la que reconocemos con gratitud.
El contexto del plan para Shanghái es muy importante. Por más de dos décadas, los miembros dignos de entrar al templo de la República Popular China han asistido al Templo de Hong Kong, China. Sin embargo, en julio de 2019, ese templo se cerró debido a una renovación que se había planeado por mucho tiempo y que tanto se necesitaba.
En Shanghái, un lugar de reuniones multiuso y modesto proporcionará la manera en que los miembros de China continúen participando de las ordenanzas del templo —en la República Popular China— por ellos y sus antepasados4.
En cada país, la Iglesia enseña a sus miembros a honrar, obedecer y sostener la ley5. Enseñamos la importancia de la familia, de ser buenos padres y ciudadanos ejemplares. Debido a que respetamos las leyes y los reglamentos de la República Popular China, la Iglesia no envía misioneros de proselitismo allí; ni lo vamos a hacer ahora.
Los expatriados y las congregaciones chinas continuarán reuniéndose por separado. El estado legal de la Iglesia allí permanece sin cambios. En la fase inicial de uso de la instalación, el ingreso será solo mediante cita previa. La Casa del Señor en Shanghái no será un lugar de destino para turistas de otros países.
Estos ocho templos nuevos bendecirán la vida de muchas personas a ambos lados del velo de la muerte. Los templos son un elemento supremo de la restauración de la plenitud del evangelio de Jesucristo. Dios, en Su bondad y generosidad, está llevando las bendiciones del templo más cerca de Sus hijos en todas partes.
A medida que la Restauración continúa, sé que Dios seguirá revelando muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes a Su reino aquí en la tierra6. Ese reino es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Queridos hermanos y hermanas, les expreso mi amor. En esta época de tensión e incertidumbre, e invocando la autoridad con que se me ha investido, quisiera conferirles una bendición apostólica.
Los bendigo con paz y con una fe cada vez mayor en el Señor7.
Los bendigo con el deseo de arrepentirse y de llegar a ser un poco más semejantes a Él cada día8.
Los bendigo para que sepan que el profeta José Smith es el profeta de la restauración del evangelio de Jesucristo en su plenitud.
Si hubiera enfermedades entre ustedes o sus seres queridos, dejo una bendición de sanación, de acuerdo con la voluntad del Señor.
Así los bendigo, y expreso una vez más mi amor por cada uno de ustedes, en el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.