Conferencia General
Este es el momento
Conferencia General de abril de 2022


5:57

Este es el momento

Ahora es el momento en el que podemos aprender. Ahora es el momento en el que podemos arrepentirnos. Ahora es el momento en el que podemos bendecir a los demás.

Mis queridos hermanos y hermanas, esta conferencia ha sido histórica de muchas maneras. Hemos sido bendecidos por las oraciones, los mensajes y la música. Hemos sido inspirados por los siervos del Señor.

Hemos recibido una importante guía para el futuro. Ruego que el Espíritu les haya hablado directamente sobre las cosas que el Señor quisiera que ustedes hagan.

El futuro siempre es incierto; el clima cambia; los ciclos económicos son impredecibles; los desastres, las guerras, los accidentes y las enfermedades pueden cambiar la vida rápidamente. Esos hechos mayormente están más allá de nuestro control, pero hay algunas cosas que sí podemos controlar, entre otras, cómo empleamos nuestro tiempo cada día.

Me gusta este poema de Henry Van Dyke, que se encuentra inscrito en un reloj de sol del Colegio Universitario Wells, en Nueva York. Dice así:

En el reloj, la sombra de la vara

el futuro del pasado separa:

Delante duerme la hora por nacer,

en la oscuridad, más allá de tu poder.

Detrás de la línea que no regresa,

la hora que se esfumó, ya no es tuya:

En tus manos solo hay una hora,

donde la sombra está, el AHORA1.

Sí, debemos aprender del pasado; y sí, debemos prepararnos para el futuro, pero solo ahora podemos hacerlo. Ahora es el momento en el que podemos aprender. Ahora es el momento en el que podemos arrepentirnos. Ahora es el momento en el que podemos bendecir a los demás y “fortalece[r] las manos caídas”2. Tal como Mormón aconsejó a su hijo, Moroni: “[T]rabajemos diligentemente […]. Porque tenemos una obra que debemos efectuar mientras estemos en este tabernáculo de barro, a fin de vencer al enemigo de toda rectitud, y dar reposo a nuestras almas en el reino de Dios”3.

El adversario nunca duerme y siempre habrá oposición a la verdad. Repito mi exhortación de esta mañana de que hagan aquellas cosas que aumenten su ímpetu espiritual positivo, ese impulso del que el élder Dieter F. Uchtdorf hablaba, para que sigan avanzando por entre los problemas y las oportunidades que puedan venir.

El ímpetu espiritual positivo aumenta a medida que adoramos en el templo y crecemos en nuestra comprensión de la amplitud y profundidad de las bendiciones que allí recibimos. Les ruego que contrarresten las cosas mundanas centrándose en las bendiciones eternas del templo. Su tiempo allí les brindará bendiciones para la eternidad.

A medida que la Iglesia crece, nos esforzamos por mantener el ritmo con la construcción de más templos. En la actualidad, cuarenta y cuatro templos nuevos están en construcción y más se están renovando. Ruego por las personas diestras que trabajan en esos proyectos en todo el mundo.

En el espíritu de gratitud devota, me complace anunciar nuestros planes para edificar un nuevo templo en cada uno de los siguientes lugares: Wellington, Nueva Zelanda; Brazzaville, República del Congo; Barcelona, España; Birmingham, Reino Unido; Cusco, Perú; Maceió, Brasil; Santos, Brasil; San Luis Potosí, México; Ciudad de México Benemérito, México; Tampa, Florida; Knoxville, Tennessee; Cleveland, Ohio; Wichita, Kansas; Austin, Texas; Missoula, Montana; Montpelier, Idaho; y Modesto, California.

Estos diecisiete templos bendecirán innumerables vidas a ambos lados del velo. Los amo, mis queridos hermanos y hermanas. Lo que es más importante, el Señor los ama. Él es su Salvador y su Redentor. Él dirige y guía Su Iglesia. Que seamos un pueblo digno del Señor, quien dijo: “[V]osotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios”4.

Ruego por ello, en el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.