“Establecer una estaca en Cali”, Historias mundiales: Colombia, 2022
“Establecer una estaca en Cali”, Historias mundiales: Colombia
Establecer una estaca en Cali
En 1977, el Distrito Cali, Colombia, estaba teniendo dificultades. Dos años antes y después de la creación de la Misión Colombia Cali, el presidente de misión Jay E. Jensen había fusionado las seis ramas en cuatro para tener los miembros suficientes para completar las posiciones de liderazgo. Luego de la organización de la Estaca Bogotá, Colombia, en enero de 1977, Jensen prometió a los miembros de la Iglesia en Cali que si trabajaban juntos para edificar la Iglesia, ellos también tendrían una estaca. Cuando el Presidente de la Iglesia, Spencer W. Kimball, realizó una conferencia regional en Bogotá en marzo de ese año, Jensen alentó a todos los miembros a asistir, y pagó para que viajaran los santos colombianos que servían misiones en Cali. Como Jensen había esperado, la experiencia fortaleció su fe. “Volvieron con una determinación renovada y un fervor más grande por la obra”, recuerda él.
Poco después de la conferencia, habiéndose bautizado a muchos nuevos miembros en la Iglesia y habiéndose reafirmado la fe de los santos por los mensajes que habían oído del profeta del Señor, los miembros de la Iglesia ansiaban que se organizara una estaca en Cali. Cuando solicitaron que se organizara una estaca, sin embargo, se les dijo que todavía no había suficiente liderazgo del sacerdocio. La cuarta parte de los miembros en Cali eran de ascendencia africana y no podían tener el sacerdocio en ese momento. Imperturbables, los miembros de la Iglesia oraron para saber qué más necesitaban hacer y recibieron la inspiración de que necesitaban ser más unidos en su obra de edificar el reino de Dios.
En julio de 1977, se les recordó que se les había pedido contribuir a la edificación del primer templo en Sudamérica, que estaba en construcción en São Paulo, Brasil. A solo seis semanas de la fecha límite, los santos de Cali habían reunido solo 175 de los 2000 dólares que se les había pedido. Viendo esto como una oportunidad para unificar a los santos, los líderes locales los desafiaron a cumplir con la meta. En respuesta, algunos santos donaron el dinero de la venta de propiedades personales, mientras que otros ayunaron y donaron el dinero que ahorraron en el proceso. Cuando llegó la fecha límite, los santos habían recaudado todo el dinero que se les había pedido que donaran.
Los miembros locales asumieron la responsabilidad de dirigir la labor misional y dotar de liderazgo a las ramas locales. El 9 de febrero de 1978 llegó la noticia desde Salt Lake City, de que se organizaría una estaca en Cali en junio. El 11 de junio, cuando los miembros se reunieron para escuchar quién sería el nuevo presidente de estaca, se enteraron de que el Presidente de la Iglesia, Spencer W. Kimball, había recibido la revelación de extender el sacerdocio a todos los hombres dignos de la Iglesia. Para la cuarta parte de los miembros de la Iglesia en Cali, que tenían ascendencia africana, este anuncio era particularmente profundo; no solo tendrían ahora la estaca que habían pedido, sino que ellos y sus familias podrían tener la bendición del sacerdocio.