Historia de la Iglesia
Escoger la fe


“Escoger la fe”, Historias mundiales: Colombia, 2022

“Escoger la fe”, Historias mundiales: Colombia

Escoger la fe

“Sentí como si hubiera entrado en el reino de los cielos”, dijo Horacio Tulio Insignares luego de que él, su esposa, Dora, y sus dos hijos mayores, Hugo y Dionne, fueran bautizados en agosto de 1976. La familia llegó a ser muy activa en la rama de Bucaramanga. Aunque Horacio no podía recibir el sacerdocio, dado que tenía ascendencia afrocolombiana, prestó servicio como secretario de la rama y secretario financiero del distrito. Poco después de que se unieran a la Iglesia, durante una clase de la Escuela Dominical, su mente se sintió invadida de preguntas en cuanto a la norma que restringía el otorgamiento del sacerdocio a santos de ascendencia africana. “¿Por qué no puedo tener el sacerdocio?”, pensó él. “¿No soy yo tan digno como otros en la rama que sí lo tienen?”. Horacio se sentía dolido y ofendido por lo comentado en la clase. “No voy a ir más”, le dijo a Dora, cuando ella se preparaba para regresar a la reunión sacramental esa tarde.

Dora corrió al centro de reuniones para conseguir ayuda del presidente de rama y los misioneros. “Sabía que no podíamos dejar la Iglesia”, dijo ella. Cuando llegaron a la casa de los Insignares, encontraron que Horacio había estado orando para que el Señor lo sacara de su confusión. “El Señor me ayudó”, recuerda él, “y me sacó de la confusión que estaba sintiendo”. Horacio asistió a la reunión sacramental con Dora.

En septiembre de 1978, tres meses después de que el Presidente de la Iglesia, Spencer W. Kimball, recibiera la revelación que terminaba con la restricción del sacerdocio, el presidente de misión programó una entrevista con Horacio y Dora. “Satanás se me metió en la mente”, dijo Horacio. “No debes ir a esa entrevista”, pensó él. “Son racistas”. Horacio oró nuevamente y sintió el Espíritu del Señor que lo animaba a ir a la entrevista.

Al día siguiente, luego de que Horacio recibiera el Sacerdocio de Melquisedec, él y Dora se abrazaron llorando con lágrimas de gozo. Se dieron cuenta de que el cambio en las normas también significaba que podrían recibir las bendiciones del templo y ser sellados como familia. Más tarde ese día, Horacio fue llamado como presidente de rama en Bucaramanga. El año siguiente, Horacio y Dora viajaron a Salt Lake City, Utah, donde fueron sellados en el templo. En noviembre de 1981, cuando se creó la Estaca Bucaramanga, Colombia, Horacio fue llamado como presidente de estaca.